ALICANTE. La incertidumbre que se generó en torno al futuro de las sicavs durante el pasado año, en pleno fragor electoral, sigue pesando sobre los empresarios alicantinos que llevaban años apostando por este vehículo de inversión colectiva enfocado a las grandes fortunas, pero del que pueden participar los pequeños ahorradores por aquello de cotizar en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB). Los últimos en sucumbir a esta presión, con un sorprendente (por inesperado) movimiento, han sido los miembros de la familia Perán, fundadores y dueños de una de las marcas más reconocidas del sector del calzado, Pikolinos.
Según ha podido constatar Alicante Plaza, la familia Perán ha decidido abandonar sus dos dos sociedades de inversión en los que tenía la mayoría, FPB Invest y Rosjucar Inversiones. Una decisión que ya consta en la base de datos pública de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) donde las dos sicavs han cambiado de administradores, de domicilio social y hasta de nombre. De esta forma, tanto Juan Perán (fundador y expresidente de Pikolinos) como su esposa y sus tres hijos han cesado como miembros del consejo de administración de ambas sociedades.
Fuentes próximas consultadas por este diario señalan que la decisión drástica de la familia Perán obedece a "la incertidumbre que rodea a las sicavs", dado que tras su 'demonización' política el PP incorporó a su programa la obligación de que cada partícipe tenga al menos el 0,55% del capital (para evitar la presencia de 'mariachis' u 'hombres de paja'). De esta forma, los empresarios del calzado han preferido traspasar su participación en los dos vehículos donde ostentaban la mayoría, para buscar otras fórmulas de invertir su patrimonio. Los Perán siguen así los pasos de otro ilustre empresario del calzado de Elche, el fundador de Panama Jack, Antonio Vicente.
Si bien en el segundo caso el fundador de Panama Jack optó por liquidar las dos sicavs con las que operaba, Faviren Ahorro e IVG Ahorro, tal como contó en su día Alicante Plaza, y en cambio los dos vehículos de la familia Perán seguirán activos pero con otros accionistas de referencia. Así, la antigua FPB Invest se ha convertido en Fly Robin, mientras que Rosjucar Inversiones se ha rebautizado como Syriane Capital.
Al mismo tiempo, Juan Perán ha cesado como presidente de las dos sicavs, mientras que su esposa y sus tres hijos han cesado como consejeros. Las sociedades, ambas domiciliadas en Elche, gestionadas por Bankinter y asesoradas por la única agencia de valores autóctona de la Comunitat Valenciana como es Gesem Asesoramiento Financiero AV también han cambiado de entidad depositaria: de Credit Suisse a Bankinter.
Justo antes de abandonarlas, las dos sicavs de la familia propietaria de Pikolinos habían completado un buen año en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) donde cotizan. Las dos sociedades de los fundadores del imperio Pikolinos, que recibieron la pertinente autorización del supervisor entre el verano y otoño de 2014, sumaron al cierre del segundo semestre de 2016 un patrimonio conjunto de 11,15 millones de euros. Un volumen que sale de los 7,65 millones de Rosjucar Inversiones, que se elevó un 1,2%; y de FPB Invest, cuyo patrimonio alcanzó los 3,5 millones, un 5,2% más.
Al margen de sus inversiones en las sicavs, la actividad empresarial de la familia Perán también va viento en popa. La empresa principal del grupo zapatero, Pikolino's Intercontinental, facturó un 15% más, hasta los 94,3 millones de euros, en el ejercicio en el que se consumó el relevo generacional. Como ha contado este diario, Juan Perán decidió dejar los mandos de la empresa a su hijo varón, Juan Manuel Perán Ramos, el pasado verano. Dos meses después de cerrar el ejercicio con un récord de ventas que dejó a su vez un beneficio neto de 6,7 millones de euros, frente a los 4,2 millones del ejercicio anterior.