ENTREVISTA A Inmaculada Sanfeliu, PRESIDENTA DEL COMITÉ DE GESTIÓN DE CÍTRICOS

"Los fondos están tomando posiciones en algunas empresas y podrían producirse más movimientos"

8/11/2020 - 

CASTELLÓ. Inmaculada Sanfeliu Feliu (València) preside desde el pasado mes de julio la patronal española de la naranja, el Comité de Gestión de Cítricos. Es la primera mujer en el cargo y muy posiblemente la que más alto ha llegado en buena parte del mundo en un sector dominado tradicionalmente por hombres, pero siempre ha percibido su presencia con total normalidad y no gusta de destacarlo. 

Su nombramiento culmina una trayectoria profesional íntimamente ligada al sector citrícola y particularmente al CGC. Sanfeliu, ingeniera agrónoma por la Universitat Politècnica de València, abrió el surco que le vincula al campo en 1991 como técnico del área de Agricultura y Política Comercial en la Oficina de la Generalitat Valenciana en Bruselas. Ese mismo año comenzó a representar los intereses del CGC ante las instancias europeas, así como los de Intercitrus. Tras unos años en la capital del continente, a finales del siglo pasado se incorpora al organigrama profesional del Comité en València, hasta alcanzar en julio de 2017 la dirección general. Tras un periodo de interinidad tras la dimisión de Manuel Arrufat como presidente, en el que de facto ha dirigido el organismo, ahora asume oficialmente las riendas de la entidad. 

-En julio fue designada presidenta del CGC. Tras media vida en la institución, ¿qué supone esto para usted?
-Supone la continuidad del trabajo de muchos años, en los que he demostrado el compromiso con el Comité y con sus empresas y organizaciones de productores asociadas y, sobre todo, supone nuevos retos profesionales y la oportunidad de seguir creciendo personal y profesionalmente.

-¿Cómo se presenta la campaña que arranca?
-La 2019-2020 ha sido una campaña irregular, con dos partes muy diferenciadas por el efecto de la pandemia, pero que se puede calificar de positiva, muy especialmente para el citricultor español. Con los datos de fin de campaña recién publicados, en la temporada pasada se exportaron 3,68 millones de toneladas de cítricos, un 7% menos que la campaña anterior, la segunda con más exportación. Sin embargo, el valor de la exportación, 3.550 millones de euros, se ha incrementado un 17% como consecuencia de una demanda y unos precios inusualmente elevados en la segunda parte a consecuencia de la covid-19. Ahora, aunque la temporada 2020-2021 se ha iniciado con la curva de infección al alza en toda Europa, los inicios no están respondiendo a las expectativas creadas ni en demanda, ni en precio.

Desde el punto de vista de la producción, retomamos volúmenes normales en la primera parte de la campaña, frente a las cantidades anómalamente bajas de la campaña anterior. En la segunda temporada, de momento, y a falta de ver cómo se desarrolla la campaña, se estima una producción ligeramente inferior. Todo parece indicar que este año vamos a tener una mejor transición entre la campaña de envíos del hemisferio sur y el arranque de la temporada local española y mediterránea. Las importaciones de naranjas de Argentina, dadas las cifras récord de interceptaciones de mancha negra, acabaron antes de hora. Sudáfrica, por su parte, ha batido récords de exportación, pero debido al tirón de la demanda a causa de la pandemia, la campaña del hemisferio sur se ha acabado o está acabándose de manera adelantada. 

"Creo que este año nuestras clementinas de media estación tendrán mejor salida que el año pasado. Lo peor llegará cuando se consume el Brexit, el 1 de enero, con o sin acuerdo"

Con todo, aún queda mucha producción del hemisferio sur -de Sudáfrica, pero también y cada vez de manera más relevante de Perú y Chile- almacenada en las cámaras o en los lineales europeos y habrá que comprobar cómo conviven nuestras clementinas precoces con sus híbridos tardíos. Conforme avancemos hacia la clemenules nuestra oferta debería mejorar y ser más competitiva. Creo que este año nuestras clementinas de media estación tendrán mejor salida que el año pasado. Lo peor llegará –reitero- cuando se consume el Brexit, el 1 de enero, con o sin acuerdo. La gran incógnita es qué medidas se tomarán contra el coronavirus en las próximas semanas, ya que estas tienen ciertamente una gran influencia en el comportamiento del consumidor. Además, por segunda campaña consecutiva iniciamos la temporada de exportación con una pérdida de facto del mercado de EEUU para nuestras clementinas por los aranceles adicionales del 25% impuestos por la Administración Trump.

-¿Qué papel juega el CGC cada temporada? ¿Qué es lo que hace por las empresas exportadoras estatales?
-El sector citrícola español produce 7,5-8 millones de toneladas con un valor medio de 4.000-4.300 millones de euros. De éstos, 3.100-3.200 millones proceden de la exportación (3.550 millones en la última temporada), de los cuales el sector privado, representado por el Comité de Gestión de Cítricos, realiza alrededor de 2.400 millones de euros. Pocas patronales en el mundo tienen el nivel de representatividad que tiene el CGC, que representa al comercio privado citrícola, defiende los intereses de estas empresas y de sus producciones propias, vinculadas y de sus proveedores fieles. Y sobre todo, hoy más que nunca, somos una patronal y somos un lobby.

Con un mercado tan globalizado, con el principio de preferencia comunitaria en ruinas, con una Europa tan decidida a protagonizar la liberalización comercial de su mercado en materia agraria y con graves plagas y enfermedades que amenazan la seguridad fitosanitaria de las explotaciones citrícolas comunitarias con la importación en la UE de cítricos contaminados procedentes de países terceros y puntos de inspección fronterizos europeos que no tienen la misma rigurosidad y efectividad, creo que hemos de ejercer como patronal, con capacidad de interlocución, pero también como lobby. Ambas cosas son muy parecidas, solo hay diferencias de matiz. Desde nuestro acceso a la UE, como decía, hemos duplicado la producción y la exportación, pero nuestro mercado es y sigue siendo Europa, donde dirigimos el 93% de nuestro comercio exterior, y diversificar a otras plazas terceras es cada día más complicado. De ahí que debamos de funcionar también como grupo de presión.

-La principal amenaza en esta campaña proviene del Brexit. ¿Cómo se están preparando las empresas ante la más que probable aplicación de tasas para los envíos al Reino Unido?
-No existe un mercado que pueda sustituir al Reino Unido, tercer destino de nuestro comercio exterior, por detrás de Alemania (1 millón de toneladas, el 27% de la exportación total) y Francia (en torno a 800.000 Tm, el 20%). El Reino Unido absorbe cada campaña 330.000 toneladas de cítricos, el 8,5% de nuestra exportación total, de las cuales 105.000 son de naranjas, 148.000 de mandarinas y 75.000 de limones. El volumen de cítricos exportados a todos los países terceros suma tanto como el mercado británico.

España es en la actualidad el primer proveedor de cítricos del Reino Unido, con acuerdo o sin él, el Reino Unido pasará a ser país tercero no comunitario el 1 de enero. Las consecuencias logísticas, con las previsibles colas de camiones, las formalidades aduaneras, el registro e identificación de los operadores económicos, los requisitos fitosanitarios para exportar, el control de la calidad comercial, los trámites previos a la importación, el régimen de IVA en Reino Unido,… son muchos condicionantes que ahora no tenemos. Y en caso de que no haya acuerdo, los aranceles serán del 16% en el caso de las mandarinas, de hasta el 10% en naranjas y del 8% en limones y tendremos que competir con los proveedores de otros países –como Marruecos, Egipto o Sudáfrica- con los que el Reino Unido ha firmado ya acuerdos preferenciales y que no tendrán que asumir los aranceles. No digo que vayamos a ser expulsados, como ha ocurrido en EEUU, pero sí que sufriremos un serio revés comercial. Dado que no es un país productor y España es su primer y más seguro proveedor, en caso de no deal, nuestro Gobierno debiera plantearse una negociación bilateral.

"En Sudáfrica se está produciendo un auténtico boom de las mandarinas tardías. Hasta que no se agotan las mandarinas tardías del hemisferio sur, en su momento óptimo de madurez, nuestras clementinas precoces no se venden"

-En los últimos años se rumorea que Egipto desbancará a España como principal exportador mundial de cítricos. ¿Cree que será así?
-La producción de Egipto, pese a que están comenzando a diversificar, es casi exclusiva de naranjas y, fundamentalmente, valencias que comercializan de enero a mayo. Si algún liderazgo nos puede arrebatar Egipto será el de naranjas, donde sí están entrando en producción nuevas plantaciones. En la pasada campaña las exportaciones de naranjas de este país –según las estadísticas del departamento de Agricultura de EEUU- sumaron 1,5 millones de toneladas y España se situó en algo más de 1,6 millones. 

Pero a esa cifra, si hablamos de exportaciones citrícolas, cabría sumar los 1,3 millones de Tm en mandarinas y las casi 700.000 de limones y 60.000 en pomelos –cultivos que son minoritarios y que representan menos del 20% de la superficie plantada en Egipto- hasta llegar a los 3,7 millones de toneladas de cítricos que España exportó en la pasada temporada. En una campaña tan corta de producción como la pasada, nuestro país exportó más del doble de cítricos que Egipto. 

-¿Y por qué se alude tantas veces a la amenaza de Egipto?
-Egipto exporta cítricos (naranjas fundamentalmente) a la UE libres de aranceles en el marco del Acuerdo preferencial UE-Egipto. Su producción llega desde la otra ribera del Mediterráneo, con la misma estacionalidad, y con hasta 285.000-325.000 toneladas de navels y, sobre todo, valencias que desde enero hasta junio alimentan los lineales de la gran distribución y las máquinas de zumos del centro y norte de la UE, con precios con los que no podemos competir, de hasta 35 céntimos por kilo en destino. Compartimos el mismo mercado, pero con reglas diferentes: costes salariales hasta diez veces inferiores a los nuestros, tierra gratis, agua hasta ahora gratis, reducido coste de la electricidad, bajo o nulo nivel de requerimientos de carácter social, medioambiental, tributario. Incluso la mejora que están consolidando en cuanto a los estándares de calidad hace de Egipto la mayor amenaza para el comercio de nuestras naranjas en nuestro principal mercado.

-Otro de los problemas en cuanto a competencia está en los envíos de Sudáfrica, que cada vez colapsan más con la fruta temprana local. ¿Cómo pueden luchar contra esto?
-La mitad de la superficie citrícola de Sudáfrica corresponde a variedades tardías de naranjas y de mandarinas, que reducen la ventana de exportación de nuestras navels tempranas y, sobre todo, de nuestras clementinas precoces: clemenrubí, oronules, orogros,... La citricultura de Sudáfrica crecerá a gran velocidad en los próximos años fundamentalmente en mandarinas y sobre todo en variedades híbridas tardías como nadorcott, or, tango,… En Sudáfrica se está produciendo un auténtico boom de las mandarinas tardías, con un crecimiento exponencial de plantones y en superficie plantada. Hasta que no se agotan las mandarinas tardías de hemisferio sur, en su momento óptimo de madurez, nuestras clementinas precoces no se venden. Con ello el interés por las clementinas precoces españolas desaparece pese a que tengamos un producto de excelente calidad. El 60% de la superficie de mandarino de Sudáfrica tiene árboles de seis o menos años, que todavía no han entrado en plena producción.

Sudáfrica nos preocupa más aún por el enorme riesgo para nuestra citricultura debido al elevado número de interceptaciones de plagas, fundamentalmente mancha negra y falsa polilla (Thaumatotibia Leucotreta) en las importaciones. Este verano todo el protagonismo se lo ha llevado Argentina por su récord histórico de rechazos pero Sudáfrica suele liderar este ranking casi todos los años y en 2020, hasta septiembre, también ha registrado una cifra nada desdeñable, la segunda mayor, con 18 interceptaciones. Plagas que serían de enorme impacto en España por nuestra vocación de exportación en fresco. Por ello, insistimos tanto en mantener e incluso intensificar las medidas de emergencia en origen y exigimos el tratamiento en frío en sus exportaciones a la UE, único tratamiento eficaz.

-Relacionado con esto, organizaciones agrarias, como recientemente AVA-Asaja, han denunciado el interés sudafricano en el lobby citrícola mundial para aumentar sus envíos a Europa. ¿Qué opinión le merece la World Citrus Organisation?
-Los intereses de los principales promotores de esta organización atentan contra los nuestros. No es una organización en la que debamos o nos interese estar. Los promotores de la WCO pretenden mostrar y demostrar un acercamiento a los productores europeos para minimizar su oposición frente a cesiones de la UE a su solicitud de eliminar las restricciones fitosanitarias a la importación y así reducir los costes de producción para el control de plagas y enfermedades. A cambio han ofrecido medidas que beneficien a ambas partes, como que Sudáfrica realizara una aportación incrementada a un organismo para promover las ventas de cítricos en todo el mundo. Es aquí donde entra en juego la WCO.

"PRETENDEN DISFRAZAR LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE CÍTRICOS COMO UN ORGANISMO DE COOPERACIÓN UE-SUDÁFRICA PARA LOGRAR DE LA UE LA ELIMINACIÓN DE LAS MEDIDAS DE EMERGENCIA FITOSANITARIA EN ORIGEN"

Pretenden disfrazar la organización mundial de cítricos como un organismo de cooperación UE-Sudáfrica para lograr de la UE la eliminación de las medidas de emergencia fitosanitaria en origen para evitar la entrada de la mancha negra. Sabemos lo que pretende Sudáfrica. También sabemos lo que el sector citrícola necesita: prevención y control fitosanitario frente al grave riesgo de importación de plagas foráneas. Sabemos que necesitamos eso y exigir la reciprocidad social, laboral, medioambiental… La WCO no conviene ni al sector productor ni al sector comercializador de cítricos de España.

-Como en el resto de sectores económicos, tampoco habrá ferias agroalimentarias este año. ¿Qué supone esto para las compañías citrícolas? ¿Cómo lo pueden suplir?
-Fruit Attraction es una feria que ha despertado un interés creciente en el sector citrícola español por el buen escaparate que supone celebrarla en octubre, coincidiendo con el arranque de la campaña. Se ha mantenido una versión on line pero está claro que no es lo mismo. Ya veremos qué decisión se toma con la otra gran cita europea, Fruit Logistica en Berlín, a la que también solían acudir nuestras empresas asociadas. Llevamos ya meses esforzándonos por adaptarnos a esta nueva normalidad y no creo que la suspensión del certamen vaya a tener demasiadas consecuencias.

-Un actor fundamental para el sector en otro tiempo fue la interprofesional citrícola. ¿Qué papel cree que debería jugar Intercitrus?
-Intercitrus se creó en 1993 y el CGC fue promotor fundamental, firmemente convencido de la necesidad de vertebrar y organizar el conjunto del sector. Con la perspectiva que me da el haber participado en la actividad de Intercitrus como representante en Bruselas, como vocal y como vicepresidente en diferentes etapas, insisto en que esta organización sí puede volver a ser un instrumento útil y vertebrador. Los estatutos de Intercitrus datan del 8 de septiembre de 1993. Y desde entonces la unanimidad ha regido todos sus acuerdos. Tal modo de gobierno, efectivamente, limitó la adopción de algunos. Fueron, con todo, muy pocos los que se vetaron y cuando así se hizo fue porque, básicamente, un colegio pretendía imponerse a otro.

Intercitrus mantuvo durante 10 años campañas de promoción de envergadura en más de 12 países. Mediante estas acciones, no solo se recordaban sus cualidades gustativas y nutricionales, sino se fomentaban nuevos momentos de consumo. Con una aportación conjunta, entre productores y comercializadores, de 1,20 euros por tonelada de fruta, el sector citrícola movilizaba anualmente más de 5 millones de euros provenientes de las administraciones europea, central y autonómicas. La UE ha redoblado desde entonces el esfuerzo financiero que dedica a estas acciones: son más de 200 millones de euros los que presupuesta para cofinanciarlas. Los colegios miembros tendrán que demostrar, con hechos y no con palabras, que hay voluntad por retomar el camino andado, que los esfuerzos serán compartidos y que disponemos de un modelo de financiación aceptado por todos. A partir de ahí habrá que avanzar hacia un acuerdo para una extensión de norma que nos permita recuperar las tan necesarias campañas de promoción.

-Uno de los mantras más repetidos en el sector es la necesidad de que este progrese: campos más extensos, mecanización, nuevas variedades… son algunas de las vías por las que se pide avanzar. ¿Qué cree que es lo prioritario?
-Hay que resolver los problemas del IVIA en cuanto a la rigidez de la figura del funcionario como personal de investigación y la falta de agilidad a la hora de captar financiación externa, ya que casi todo está sometido al régimen de una organización administrativa con todas las trabas que ello supone. El IVIA debe recuperar su máximo potencial investigador y su prestigio. La investigación debe ser orientada en sintonía con el sector y dedicarse a resolver problemas y aportar soluciones y mejoras, como con nuevas variedades y patrones, la genómica de los cítricos, la investigación sobre fisiopatías, enfermedades y plagas como el HLB, la CBS, el cancro de los cítricos, la Xylella fastidiosa, Thaumatotibia leucotreta,.... También debe abordar la mejora del manipulado y condiciones de almacenamiento y transporte, especialmente para mercados lejanos y con protocolos fitosanitarios de importación; o el uso racional del goteo y la fertirrigación. En suma, hay muchas vías que investigar.

-En cuanto a las empresas, aunque en España y en la Comunitat las hay de un tamaño más que considerable, todavía hay muchas con unas ventas relativamente bajas. ¿La concentración es imparable?
-Se están produciendo movimientos significativos. Los fondos de inversión están tomando posiciones en algunas empresas significadas y podrían producirse más. Pero eso sólo implica que el capital ve interesante seguir apostando en este sector porque le ve futuro. Es evidente que estamos asistiendo a un proceso de concentración, pero eso no quita que las empresas con poco volumen también puedan generar inercias positivas: son más flexibles, tienen mayor facilidad para detectar y aprovechar pequeños nichos, son más rápidas tomando decisiones… Su futuro pasa porque estén bien gestionadas y encuentren su mercado.

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