Fotos RAFA MOLINAORIHUELA. Miles de personas -20.000, según la primera estimación de los organizadores; 17.000, según la Policía Local- se han manifestado este sábado por la tarde en Orihuela para protestar contra la entrada en vigor de la Ley de Plurilingüismo en la Enseñanza Secundaria de la Comunitat Valenciana (en Primaria arrancó el curso pasado), que contempla que las clases se den en un 25% en castellano; un 25% en valenciano; un 15% en inglés y el porcentaje restante a completar por el consejo escolar. La protesta, convocada por la FAPA Gabriel Miró, ha sido secundada por el PP, Ciudadanos y Vox y ha contado una masiva presencia tanto de padres como de alumnos de los 27 municipios de la Vega Baja.
La FAPA Gabriel Miró reclama que los padres puedan elegir la lengua de enseñanza de sus hijos. Ha anunciado que tras el éxito de la manifestación de Orihuela, llevarán las protestas a Alicante, València, Castellón y Madrid. En el manifiesto leído tras la protesta, que ha finalizado ante la puerta del Ayuntamiento de Orihuela, la federación de padres convocantes ha reclamado una nueva Ley de Plurilingüismo, ambiciosa, viable, en el que los padres puedan elegir y que el programa esté de acuerdo a las necesidades del contexto socioeconómico del centro y que tenga en cuenta las peculiaridades de la zona en la que esté ubicado. Asimismo, piden que la elaboración del proyecto lingüístico del centro sea el resultado de un proceso participativo que sea un verdadero reflejo de las decisiones de las familias.
Por todo ello, han exigido la derogación de la Ley de Plurilingüismo aprobada en el anterior mandato en las Cortes Valencianas, y que fue respaldada por el PSPV, Compromís y Podemos. Y que se derogue mientras no se den las condiciones favorables para garantizar los resultados (nivel actual del alumnado y formación del profesorado, pues a su juicio, tal y como está planteado en la actualidad, "no se favorece el plurilingüismo y ocasiona prejuicio al proceso educativo de nuestros hijos".
De esta manera, la FAPA Gabriel Miró pide al Gobierno valenciano que se abra un proceso de diálogo para la elaboración de una nueva ley plurilingüe que cuente con el máximo consenso social y con la mayoría, como mínimo, de dos tercios de las Cortes Valencianas. También solicite que el programa de educación plurilingüe e intercultural se elabore teniendo en cuenta el predominio de la lengua en la zona en la que se encuentra ubicado el centro educativo. Y por último, han pedido que la ley respete el derecho de exención al valenciano que tienen las zonas castellanohablantes y que todas las instrucciones sea emanadas o dictadas por la Conselleria de Educación sean por escrito y estén sujetas a norma. El manifiesto ha finalizado pidiendo el derecho de los padres a elegir la lengua vehicular en la que estudian los hijos y con la proclama "¡¡Valenciano, si; castellà, també!!
La protesta que ha discurrido por las principales calles de Orihuela hasta culminar frente al edificio consistorial ha contado con la presencia de nutridas representantes de cargos y dirigentes del PP (Isabel Bonig, Cuca Gamarra, Luis Barcala o Carlos Mazón, entre otros muchos); de Ciudadanos (Toni Cantó, arropado por concejales y diputados de Cs), y de Vox (con la presencia del diputado nacional Manuel Mestre y la sindica en les Cortes Valencianas, Ana Vega). Por parte del PSOE sólo ha asistido el alcalde de Benferri, José Vicente Mateo, que siempre se ha mostrado muy crítico con la política educativa y lingüística de la Generalitat.
