CASTELLÓ. El buen momento que atraviesa el negocio de la ganadería avícola y caprina en la provincia de Castellón ha animado al Ayuntamiento de la Torre d’en Doménec a flexibilizar las condiciones para implantar nuevas granjas en el suelo rural de su término municipal.
Hasta ahora, cualquier empresario que deseara abrir una explotación ganadera no porcina debía hacerlo a más de 700 metros de distancia del casco urbano. Ahora, con la aprobación de la modificación puntual 1/2018 del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), esa distancia queda reducida a solo 350 metros. De igual modo, la superficie de parcela mínima exigida para estas nuevas granjas no porcinas también pasa de 5.000 a 3.000 metros cuadrados.
El consistorio de la Torre d’en Doménec ha visto cómo en otros municipios del norte de la provincia, como San Rafael del Río, Torre d’en Besora y Vinaròs sí se están tramitando nuevas explotaciones ganaderas no porcinas gracias a normativas urbanísticas municipales más permisivas.
Por ejemplo, el Ayuntamiento de San Rafael del Río tramita una licencia ambiental de la empresa Celcas Agrícola y Ganadera para ampliar la explotación avícola de engorde de pavos de 21.528 metros cuadrados ubicada en la Partida Hostalets desde el año 1971. La mercantil pretende construir una segunda nave de engorde de pavos y un nuevo silo de almacenamiento de pienso. De esta manera, la explotación caprina pasará de 16.000 a 28.000 cabezas de capacidad máxima.
En la Torre d’en Besora, la Generalitat tramita una declaración de impacto ambiental para ampliar por tercera vez la granja caprina de leche de la empresa Gblactis. El recinto contará tras las obras con una nave de explotación, seis de alojamiento de animales, una lechería y dos silos. La explotación tendrá capacidad para 2.193 animales.
Por último, también en el norte de la provincia, la Generalitat tramita una revisión de la Autorización Ambiental Integrada que concedió a la empresa Granja Boverals para reestructurar la explotación avícola que posee en Vinaròs. Las diez naves de la mercantil ganadera situadas en la Partida Boverals podían albergar 75.000 plazas de gallinas ponedoras y 100.000 más de pollitas de recría.
La pretensión ahora es reducir a 73.328 las plazas de gallinas ponedoras. De ellas, 61.576 estarán alojadas en jaulas y las restantes 11.672, en el suelo como camperas. A cambio, se ampliará a 114.500 el número de pollitas de recría.
Los consistorios de otros municipios del norte de la provincia como Les Coves de Vinromà, Forcall, Les Useres, Morella o Catí también tramitan la instalación o ampliación de explotaciones ganaderas porcinas, que requieren una mayor distancia física a los núcleos de población debido a los malos olores.
El convenio pretende hacer el municipio atractivo para la instalación de empresas y posicionar a Llíria a nivel internacional y estatal para la captación de nuevas inversiones