VALÈNCIA/ALICANTE. Salvador Navarro continúa definiendo su proyecto para la nueva etapa de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) como patronal de ámbito autonómico. Como parte de su gira para explicar esos principios básicos, que se plasmarán en una nueva reforma estatutaria y la convocatoria de elecciones el próximo otoño, Navarro realizó una parada en Alicante para exponer su proyecto antes de reunirse el próximo 2 de mayo con la junta directiva de Coepa.
Entre las cuestiones que el presidente de la CEV plantea para reforzar el cariz vertebrador que pretende dar a su proyecto están el ofrecimiento al Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca), impulsado en su día por el expresidente de Coepa Joaquín Rocamora, para que se convierta en el think tank de la nueva patronal autonómica, una suerte de laboratorio de ideas con base de operaciones en Alicante.
Ineca ha ganado peso en los últimos meses bajo la presidencia del empresario Perfecto Palacio como una de las voces que reivindica el déficit inversor en la provincia de Alicante, basándose en el análisis de los datos que se publican en las estadísticas oficiales, o con el impulso a la futura zona franca en el puerto.
La conferencia que Salvador Navarro pronunció este martes invitado por el diario Información se celebró en un clima algo menos tenso del que ha caracterizado las relaciones entre la CEV y Coepa en las últimas semanas tras acercar posturas en la asamblea de la CEOE de la semana pasada en Madrid.
Las discrepancias entre las dos organizaciones se centran en la forma en la que Coepa puede encajar dentro de la nueva CEV. El modelo planteado por Navarro, basado en la libertad de asociación y en el reparto de votos en la asamblea en función de los vocales por los que paguen los socios, consiste en que Coepa pueda integrarse como una organización más, pero sin reconocimiento per se de la representación provincial.
Coepa rechaza ese planteamiento y aspira a retener la representación del empresariado alicantino dentro de la patronal autonómica en lugar de dejar esa cuestión abierta a lo que decida el futuro consejo empresarial de la provincia de Alicante que se formará en la CEV.
En el trasfondo de ese debate sobre el modelo subyace la delicada situación económica de la patronal alicantina, que acaba de superar un traumático concurso de acreedores y está atada a un plan de viabilidad a varios años vista en el que debe cumplir con los pagos comprometidos a sus acreedores, que aceptaron una quita del 95%. Su situación se ha complicado un poco más en los últimos días al tener que responder directamente de sus deudas con la Generalitat como consecuencia de la liquidación exprés de Cierval.
Por otro lado, las federaciones sectoriales del azulejo Ascer y la patronal alicantina de empresas del metal Fempa debutan este jueves en el comité de la CEV como miembros invitados tras formalizar su ingreso como socios de la organización, que ya figura inscrita como entidad autonómica pero está tramitando el reconocimiento por parte del Consell como heredera de Cierval.
En paralelo, otra de las organizaciones que han manifestado su intención de integrarse en la CEV, la patronal hotelera de Benidorm Hosbec oficializará el trámite en la asamblea que celebra este jueves. Por el momento, las federaciones sectoriales que han dado el paso de integrarse en la CEV se mantienen como socias y pagan cuotas en sus respectivas organizaciones provinciales para no alimentar más la tensión que existe entre ellas.