análisis ap - el consell exhibe sus gestos con alicante

Peso (del Botànic II) contra el contrapeso de Alicante

19/06/2019 - 

ALICANTE. Aún no ha comenzado la guerra dialéctica, pero ya se enseñan las balas (argumentales) por si acaso. Si nadie lo remedia, el mandato político que ahora comienza va camino de convertirse en un duelo por la provincia de Alicante, un clásico en la política autonómica que suele surgir cuando el PP está en la oposición. Esta vez, el PP tendrá una aliado, Ciudadanos, como ya anunciara el pasado viernes su portavoz autonómico, Toni Cantó. La alianza suscrita entre ambas formaciones tiene como objetivo erigir a la Diputación de Alicante como contrapeso a las políticas "sectarias" del Consell. Y sobre todo, con el nuevo inquilino en el Botànic II, Unidas Podem.

Y desde que se fraguara ese acuerdo en el centro derecha, los diferentes cargos del Consell, los nuevos que han entrado esta semana e incluso algunos de los que lo han abandonado, como Manuel Alcaraz, vienen advirtiendo de que lo que tienen que hacer las instituciones, independientemente de su signo político, es cooperar. Alcaraz ha puesto el ejemplo que, durante el anterior legislatura, ha colaborado con toda normalidad en cuestiones de Transparencia con la Diputación de Castellón, donde gobernaba el PP, y que nunca ha podido hacerlo con la de Alicante.

En esa misma dirección se posicionó Puig el pasado sábado, el día de la constitución de los ayuntamientos. "Desde las instituciones no se confronta, se colabora y se coopera para avanzar como sociedad", afirmó.

 

El Botànic II exhibe gestos

Sabedores de que los derroteros políticos vendrán por la confrontación territorial (Alicante-Valencia, donde existe una diferencia en los bloques ideológicos; desde las últimas elecciones autonómicas, PP, Cs y Vox tienen una ligera ventaja sobre el bloque de la izquierda), la Generalitat ha intentado (e intentará) desplegar más gestos hacia Alicante. Los dos primeros han quedado patentes esta misma semana: cinco consellers de la provincia de Alicante y una conselleria con sede en Alicante. Y, al parecer, ambas decisiones cuentan con el aval de los empresarios.

Rafa Climent, Ana Barceló, Mireia Mollà, Ruben Martínez Dalmau y Carolina Pascual conforman la nónima de la consellers de Alicante, dos más que en el anterior mandato. Pese al gesto, la oposición se ha revuelto con el aumento del gasto que puede suponer tener una Generalitat con más departamentos y secretarías autonómicas.

Más aplausos, en cambio, ha recibido la creación de la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital que lidera la ingeniera Carolina Pascual. Además de su especificidad, también que su sede esté en Alicante. Casi todos los grupos políticos y el mismo alcalde de Alicante, Luis Barcala, han valorado el gesto, aunque cada uno con su interpretación. Con esta iniciativa, además de corresponder a las peticiones que los empresarios hicieron en campaña, Puig ha querido dar soporte a dos de sus proyectos del pasado mandato: la Agencia Valenciana de la Innovación y al Distrito Digital, ambos también con sede en Alicante.

El presupuesto será la prueba definitiva

Pero al margen del reparto del poder y de su ubicación, lo que marcará definitivamente los golpes dialécticos en un futuro será la confección del presupuesto y qué cantidad se destina a la inversión territorializada en Alicante, algo que el instituto Ineca viene reclamando y analizando desde hace años. En las cuentas vigentes, el conseller Vicent Soler se vanaglorió de que las inversiones para Alicante finalmente alcanzaban su porcentaje el peso poblacional dentro de la Comunitat, algo que Ineca cuestionó por el dudoso destino de algunas partidas. La prueba vendrá otra vez, a finales de año, cuando se presente la Ley de Acompañamiento para 2020, con nuevos actores a ambos lados de la trinchera política, y con Alicante de por medio. Por el momento, el Consell exhibe peso ante el hipotético contrapeso de PP y Cs. 

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