Puig apuesta por una desescalada "muy prudente" pero ve lógico eliminar algunas restricciones el día 1

CASTELLÓ. El president de la Generalitat, Ximo Puig, no ha querido confirmar este lunes en Castelló que el próximo 1 de marzo se permitirá la reapertura de la hostelería, ni tan solo de las terrazas, aunque ha reconocido que, si la reducción de casos "continúa avanzando", la comisión interdepartamental del próximo jueves "lo lógico es que tome medidas para flexibilizar restricciones", una decisión que a día de hoy "no está tomada". 

En una rueda de prensa conjunta con la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, y el presidente de la patronal azulejera Ascer, Vicente Nomdedeu, tras una reunión en la que han analizado los retos del sector, a preguntas de los medios Puig se ha mostrado partidario de ser "muy prudentes en la desescalada" porque una cuarta ola, vinculada a la cepa británica, "puede complicar la salida de la pandemia". "Estamos mejor, pero no estamos bien", ha dicho con especial énfasis en lo que respecta a la presión hospitalaria: "Todavía quedan 1.500 personas en los hospitales y casi 500 en las UCI" valencianas, ha remarcado.

De esta manera, y tras reducir la incidencia acumulada "en más de mil puntos" pero todavía con "en torno a 300" positivos por cada 100.000 habitantes en la Comunitat, Puig ha confirmado que se van a flexibilizar las condiciones "antes" de llegar al escenario ideal de la desescalada, fijado en una prevalencia de 50/100.000, cuando se produciría la supresión generalizada de las mismas. 

En cuanto a las ayudas a la hostelería, que los sindicatos UGT y CCOO han pedido vincular a las buenas prácticas laborales, Puig ha evitado comprometerse y tan solo ha mostrado su coincidencia "con la preocupación de los sindicatos por el retraso en los convenios" de la hostelería de Valencia y Castellón y ha pedido retomar "las relaciones laborales basadas en la confianza y los acuerdos entre los empresarios y los trabajadores".