Hoy es 8 de octubre
VALÈNCIA. "Nuestra asociación tiene que estar enfocada en la defensa de un clúster textil valenciano". Después de un cuarto de siglo en la 'retaguardia', desempeñando el cargo de secretario general en Ateval, se presentó como candidatura única a la presidencia de la patronal del textil valenciano, y ha salido escogido por unanimidad. José Serna tiene muy claro los objetivos de esta nueva etapa, respaldado por un comité que aúna un empresariado joven -y en femenino- con rostros veteranos. Asegura que el futuro será industrial "o no será" en la Comunitat Valenciana, y valora un textil que 'le saque punta' al sanitario como necesidad derivada de esta pandemia, y, principalmente, que logre, a través del efecto revertido de la 'deslocalización' de las materias primas, ser, por fin, autosuficiente.
-Toma el cargo en un momento de crisis aguda. ¿Cómo asumir la buena noticia de ser el nuevo presidente de Ateval en plena pandemia? Y por qué arriesgarse.
JS: Yo creo que hay que estar, en cualquier momento, dando servicio a las empresas y apoyando al sector. Lamentablemente, esto ha sobrevenido, y es una crisis, sanitaria, de la que nadie tiene la culpa, que nos ha afectado a todos, y que hay que hacer frente adaptando nuevos modelos de negocio y con nuevas medidas de reactivación, siempre que se pueda, de reorientación y gestión. Es cierto que la demanda del textil se ha visto afectada y va a seguir habiendo meses malos para la venta, que está parada no solo en España, sino a escala europea, y en América. Lo importante, primero, son los empresarios. Siempre hay confianza en que puedan esquivar de alguna forma la crisis, como en otras que ha pasado el sector textil, también muy muy fuertes, además de que está la parte del sector que ha 'peleado' cogiéndose a la rama sanitaria, que se ha fortalecido a raíz de la pandemia.
-El hecho de no tener ninguna empresa a su cargo en la actualidad juega a su favor a la hora de otorgar imparcialidad y autonomía a su cargo, en cierto modo.
JS: Yo, actualmente, no soy empresario, pero lo he sido, he tenido mi empresa. De joven he estado en el extranjero, y al frente de negocios. Sé lo que es este mundo y lo que significa ser empresario. Lo he aprendido, con aciertos y desaciertos, también. Está claro que ahora no tengo participación en ninguna empresa, ahí sí hay una total independencia y una visión amplia de todos esos sectores. Esto, por una parte, tiene sus ventajas, y, por otra, puede tener algún inconveniente. Las empresas que tengo son las que me delegan su representación. El sector ha confiado en mí para representarlo, y eso es lo que haré. Ese es el mandato que tengo. Insisto, como dije en mi discurso de la semana pasada –que comenzó con un vídeo de opiniones de empresarios-, primero son ellos, los empresarios. Las personas, en definitiva; yo creo que los proyectos funcionan por ellas.
-¿Hay una intención de continuidad en el nuevo comité ejecutivo que va a dirigir? Valoración de las fortalezas de la etapa del anterior presidente de Ateval, Càndid Penalba, que seguirá ahora como vicepresidente primero.
JS: En el momento en que se me planteó la posibilidad de ser yo el presidente, ya consideré a Càndid para que estuviera a mi lado, porque yo también he estado al suyo en esta última etapa. Creo que ha sido una presidencia que ha dado muchos frutos, que nos ha permitido alcanzar una serie de hitos muy importantes. Con su mandato, hemos logrado alcanzar la presidencia del Consejo del Intertextil Español, secretaría y gerencia, hemos participado, y seguimos, en la CEOE, en Cámara de España, con la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana, a un nivel también bastante alto. Celebramos una convención anual dedicada al textil, aquí en Ontinyent, la primera vez que se hizo en España.
"Lo primero son los empresarios; siempre hay confianza en que puedan esquivar la crisis"
Hemos conseguido apoyo para la primera fase del Museo del Textil valenciano, sin olvidar los certámenes de 'Home Textiles Premium', que el de este año lamentablemente se ha tenido que aplazar por la pandemia. En fin, muchos proyectos y convenios de colaboración, y también ahora, con la Generalitat Valenciana, con el Ayuntamiento de Ontinyent, como apoyo a la industria del textil sanitario. En la Unión Europea hemos estado en la defensa de tratados de libre comercio con Corea del Sur y Canadá. Seguimos defendiendo una integración del comercio que se está negociando ahora con Australia y Nueva Zelanda. La última experiencia no hace falta que te la cuente, ya la sabes: es la plataforma de 'productosemergencias.com'.
-Ahora es el turno de las debilidades. ¿Qué se queda por hacer y qué retos se marca en este sentido?
JS: Más que una debilidad, yo siempre le llamo el 'coste' de oportunidad. El coste por no hacer acciones adecuadas en el momento que corresponde. Yo tengo una visión muy particular: creo que hay que apoyar a los clústeres sectoriales. Aquí en la Comunitat Valenciana hay muchos, e importantes: está el del calzado, en Alicante, el del turismo, el juguete, metal, cerámica. ¿Qué hay que hacer? Insisto. Apoyar a los sectores. Hay que sacar líneas de apoyo a la inversión productiva. Aquí somos un mercado de pymes, de empresas familiares, que están muy apalancadas, y necesitan apoyo. Con una política industrial decidida y fuerte.
-¿Y se está haciendo?
JS: No. Hubo un decreto por el que se quitaron 32 millones de ayudas, que iban para los sectores, cuando llegó la pandemia. El Consell dice que está trabajando para reactivarlas. Entonces, que a la primera de cambio, por necesidades, se cojan de ahí…Pues así no se apoya la industria, ya que aquí no hablamos de corporaciones tipo Mondragon. Hay que respaldar a nuestras industrias, que ahora están muy afectadas por problemas colaterales de una pandemia, que, muchas veces, pone en juego el patrimonio familiar. Esa es la gran apuesta: política industrial. Pero con mayúsculas, y con dinero. La Comunitat Valenciana del futuro será industrial o no será. Es importante la agricultura, la ganadería, pero da de comer a un 3, 4%. ¿El turismo? Ahora no llegan turistas. Por tanto, o se apuesta por la industria, o a ver de qué vive este territorio. Ha perdido mucho peso, estamos en el 14% del PIB valenciano, cuando tendría que estar, al menos, en un 20%. Y, a pesar de las dificultades, ahí está el sector. Si los sectores no los cuidas, un poquito, en el momento en que se pierda un eslabón, se rompe la cadena de valor.
-Pero Educación acaba de comprar 748.000 unidades de mascarillas al textil valenciano para suministrar a los colegios. ¿Esto lo ve como positivo?
JS: Está muy bien que nos compren mascarillas. Se pusieron en contacto conmigo y les di una referencia de unas doce empresas, y ellos han contratado a quienes han considerado. Para asegurar precisamente esa independencia se creó la plataforma de 'productosemergencias.com', de la que hablábamos antes. Lo único que quiero y sí insisto es en que compren producto de proximidad, de la zona.
-La plataforma de productos sanitarios que menciona está funcionando bastante bien, con cerca de 180 empresas oferentes que exponen sus productos. De igual manera, Ateval ha experimentado una subida en el número de asociados, hasta superar los 330, ¿a qué se debe?
JS: Hemos hecho veinte altas nuevas este año. La gente siente la necesidad de agruparse en una marca, exacto. Y también porque hemos dado servicio y confían en nosotros.
-Sea como sea. No se puede ignorar el hecho de que las empresas, concretamente en el sector textil, lo están pasando muy mal. Y lo que les queda.
JS: Claro. Igual hablamos solo de un 6, 7% de las empresas las que están en la división sanitaria, del total; hasta una treintena ha invertido en esta reconversión, de las sesenta que hemos calculado que se han sumado a esta nueva necesidad. Pero la mayoría del sector textil no forma parte. Muchas siguen en lo que es su mercado tradicional; las que están en el sector de la moda tienen problemas porque han estado las tiendas cerradas, y prácticamente se ha perdido la temporada primavera-verano.
"Hace falta una política industrial con mayúsculas y dinero, y no que a la primera de cambio nos quiten 32 millones"
Luego, empresas que suministran al mercado hostelero, que también ha estado parado. No hay actividad, prácticamente. Ha sido una revolución, insisto, porque hay empresas que han llegado a invertir una gran cantidad, y porque se ha innovado con una actividad que antes no existía. En ese sentido, sí. Actualmente se llega a una producción de 30 millones de mascarillas al mes –y batas, manguitos, y todo tipo de material sanitario-; esto me lo dicen hace tres meses y no me lo creo.
-¿Cuántas de ellas vaticina que no soportarán la crisis y echarán el cierre definitivo?
JS: No tengo la valoración. Es muy pronto. Va a depender de la posición de cada empresa y de su capacidad de adaptación. Pero aún es pronto, insisto, para saber las consecuencias y a quiénes nos va a tocar, pero cerrar empresas, seguro, van a cerrar.
-La 'bala en la recámara', por llamarlo de algún modo, del sector industrial, apunta a la recuperación de ese proceso de deslocalización, ¿es así?
JS: Necesitamos una masa crítica para poder competir a escala internacional. Esto significa que, si aquí podemos ser generadores de materia prima, es la idea. Estamos estudiando incluso la posibilidad de una planta de materias primas, industriales, en tema de mascarillas, desarrollar nuevos tejidos e hilados. Esto es interesantísimo para el desarrollo de nuevos productos avanzados. En esta línea, vamos a ver si la administración apuesta y crea condiciones para que puedan venir nuevas inversiones, o incluso producción que está muy deslocalizada, buscando ventajas competitivas de otro modo, que no sea en la mano de obra, donde no podemos competir, para que sea más atractivo aquí, como pasa en otros sectores, como es el automóvil, por ejemplo. Por nuestra parte, ojalá; vamos a intentarlo, pero también necesitamos apoyo de las administraciones, claro.
-¿En qué punto se encuentra esta idea?
JS: Vamos a avanzar en un anteproyecto porque queremos tener una planta de materias primas de proximidad, como novedad en la industria valenciana.
-Quería combinar experiencia y juventud en su equipo ejecutivo. Cuenta con doce miembros que son empresarios y empresarias jóvenes.
JS: Sí. Siete hombres y cinco mujeres, empresarios y empresarias jóvenes, algunos entre treinta y cuarenta años. Hace falta dar una dosis de juventud al comité y mantener valores, poder gestionar ese 'mix' que se produce de la experiencia de la juventud y la ilusión, y también lo que es la participación de la mujer como empresaria, que ahora representa una cuarta parte de mi comité ejecutivo.
-Su cambio de secretario general a presidente de Ateval coincide en el tiempo prácticamente con el que también fuese presidente de la patronal, León Grau, que ha pasado a desempeñar la presidencia de Aitex, donde hasta ahora era vicepresidente.
JS: Exacto. Son instituciones independientes. Es cierto que a veces colaboramos, aunque las funciones son completamente diferentes.
-Por último, palabras que resuman los objetivos que se marca la nueva etapa de Ateval.
JS: Sostenibilidad, modernización, digitalización, cooperación y concentración. ¿Con qué idea? Sobre todo la reactivación económica, primero, reorientación productiva, también, en algunos aspectos se está haciendo y trabajando bien, y la adaptación de modelos de negocios. Nuestra asociación tiene que estar enfocada en la defensa de un clúster textil valenciano, dar servicios a todos los asociados, con una política de fidelización y de captación de nuevos, que también estamos haciendo, comunicación a nivel interno y también de cara a la sociedad, que sea adaptativa, generar servicios innovadores y actuar también a nivel de internacionalización, en el talento, ayudar a la concentración empresarial, a sus sedes y a las adquisiciones de consorcios, agrupaciones de interés temporal. En definitiva, impulsar y consolidar lo que es un clúster.