CASTELLÓ. El mundo al revés. Sudáfrica, que cada año incrementa sus envíos de cítricos a la Unión Europea y que está reorientando estas expediciones hacia fechas más avanzadas gracias al acuerdo de libre comercio que, anualmente, reduce los aranceles que han de pagar sus naranjas por llegar al Viejo Continente entre el 15 de octubre y el 30 de noviembre, acusa al Ejecutivo comunitario de proteccionista.
De hecho, el Gobierno sudafricano viene amenazando en las últimas fechas con denunciar a la Unión Europea ante la Organización Mundial de Comercio. Así lo ha expresado el director general adjunto del Ministerio de Agricultura Silvicultura y Pesca, Mooketsa Ramasodi, en la cumbre que el sector de los cítricos sudafricano lleva a cabo cada dos años en la ciudad costera de Puerto Elizabeth. Ramasodi ha explicado en la cita reciente que el país considera que las medidas fitosanitarias que deben cumplir sus exportadores para evitar la llegada de naranja portadora del hongo de la mancha negra a Europa "están injustificadas, pues la fruta es un medio insignificante para la propagación de la enfermedad", según recoge el portal especializado Freshplaza.
El director general adjunto del Ministerio sudafricano expone así, en su opinión, la inutilidad de la medida, que cada año cuesta unos 112 millones de euros a los productores y exportadores de este país del hemisferio sur, donde cada ejercicio aumenta la producción citrícola, que entra en competencia directa con la fruta castellonense y valenciana durante varios meses. "Es inconcebible que los productores sigan cargando con el coste de medidas que consideramos científicamente injustificables", señala.
No es la primera vez que Sudáfrica trata de evitar las inspecciones fitosanitarias que se deben llevar a cabo en las fronteras europeas. Ya lo ha intentado en varias ocasiones, como el propio Ramasodi ha reconocido. Incluso desde el país han llegado a afirmar que este hongo de la mancha negra no podría vivir en el Viejo Continente, lo que ha llevado a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, en su acrónimo en inglés) a llevar a cabo tres análisis de riesgos desde 2008 a 2016. Y en ellos esta agencia ha certificado que la enfermedad, que deja sin valor comercial la fruta, se podría expandir por las áreas productivas.
Ramasodi incluso ha apuntado a la "investigación general mundial" para argumentar que no son necesarias las medidas fitosanitarias. Precisamente, hace unos años un supuesto estudio científico señaló que el hongo ya se encontraba en la cuenca mediterránea (en teoría los investigadores habían realizado inspecciones en Montcada, donde está la sede del IVIA, sin avisarlo, y en Murcia). Pero la EFSA desmintió rotundamente esta afirmación.
Lo único cierto es que cada año continúan realizándose interceptaciones de fruta sudafricana infectada con la mancha negra en los puertos europeos. El año pasado tan solo fueron dos, pero en 2017 fueron 24. Incluso, en septiembre del pasado 2018, Sudáfrica anunció que no iba a exportar naranjas de las zonas afectadas por el Citrus Black Spot, el nombre en inglés del hongo. Por eso, desde el Comité de Gestión de Cítricos (CGC) señalan: "Si tan seguros están de que tienen controlada la enfermedad no tendrían que restringir las zonas de envío".
De hecho, los exportadores sudafricanos no pueden remitir naranjas de estas zonas que sufren los efectos de la mancha negra a los Estados Unidos, un requisito que no dudan en cumplir. En este sentido, desde el CGC recuerdan además que la fruta española también debe cumplir diferentes protocolos para llegar a muchos mercados. En el caso de los EEUU y de otros países, por ejemplo, con tratamientos y requisitos costosos para evitar la propagación de la mosca mediterránea de la fruta, la Ceratitis Capitata. "Hay sitios donde, si no aceptas el protocolo, no exportas y otros donde este hace prácticamente inviable el envío de fruta", señalan las fuentes de la patronal estatal de exportadores.
Por el momento, Sudáfrica continúa adelante con sus intenciones para tratar de evitar las inspecciones en frontera y los tratamientos en los lugares de producción y centros de manipulado. De hecho, el asunto se trató en la cumbre Sudáfrica-UE de noviembre pasado y nuevamente en febrero de este año entre el ministro de Comercio e Industria sudafricano, Rob Davies, y la comisaria de Comercio europea, Cecilia Malmström, señala Freshplaza.
Pero, hasta ahora, Europa no ha dado su brazo a torcer y el pasado 22 de febrero prolongó las medidas de control en frontera durante tres años más, hasta el 2022. Y es que el sector citrícola castellonense y estatal pide incluso una mayor coordinación de los controles, ya que en los puertos del norte de Europa no se trabaja con el mismo celo que en los mediterráneos.