VALÈNCIA (VP). El sector citrícola estatal se une para exigir la reciprocidad para la fruta que llega de terceros países. Lo ha hecho, a través de un comunicado conjunto que agrupa a la patronal de exportadores, las cooperativas y las asociaciones de productores, para censurar la gran cantidad de partidas de cítricos que llegan de terceros países contaminadas con plagas.
No en vano, solo en agosto, uno de los meses con más envíos desde Sudáfrica a la Unión Europea, los puertos europeos han detectado nueve interceptaciones de fruta con falsa polilla (Thaumatotibia leucotreta), cuando hasta ahora se habían registrado 3 y otra de mancha negra (Phyllosticta citricarpa). La llegada de nuevas partidas infectadas de plagas no presentes en Europa, unido a las declaraciones del delegado en la Unión Europea de la patronal sudafricana de exportadores, Deon Joubert, quien ha destacado recientemente que el propio país no inspecciona los cargamentos de mandarinas ni pomelos porque no les afecta la falsa polilla, han enervado al sector español.
Ante esto, el sector citrícola exige al Ministerio de Agricultura que insista ante la Comisión Europea para exija "el tratamiento de frío a todas las importaciones de terceros países de todas las variedades de cítricos que pueden ser hospedantes de la falsa polilla".
Las organizaciones del sector acusan a la patronal sudafricana de "mentir" acerca del riesgo que suponen sus exportaciones de fruta, como lo demuestra que en Túnez ya haya un amplio territorio afectado por mancha negra, detectada el año pasado en el país. Asimismo, recuerdan que el Ministerio de Agricultura incluye en el plan de contingencia para luchar contra la falsa polilla a las mandarinas y los pomelos como hospedantes de la plaga.
Asimismo, el sector estatal censura la práctica de Sudáfrica para maquillar sus envíos, ya que Joubert ha anunciado recientemente que han comenzado a aplicar un tratamiento con bajas temperaturas por cuenta propia "y evitar así la obligatoriedad de establecer un tratamiento de frío permanente y totalmente eficaz para evitar la presencia de falsa polilla en sus envíos citrícolas a la UE".
A este respecto, y sin referirse en concreto, el sector recuerda la llegada del cotonet, que lo hizo procedente de Sudáfrica y se ha convertido en esta campaña en una auténtica pesadilla para el sector citrícola.
Ante todo ello, el sector reprocha a la Comisión Europea "y a otras organizaciones vinculadas a la citricultura comunitaria de ser cómplices del lobby sudafricano y de sus artimañas para eludir unos controles fitosanitarios que garanticen la máxima sanidad vegetal de los cítricos foráneos y minimicen la amenaza que entraña la entrada de estas nuevas plagas”.
Por otra parte, en las cifras oficiales de la Comisión Europea también consta que en agosto se detectaron 16 partidas de cítricos infectados de plagas, que se suman a las graves cifras de meses anteriores, que llevaron al país sudamericano a suspender sus envíos cuando su campaña ya se encontraba en la recta final. En el caso de Argentina, la mayoría de las interceptaciones son de mancha negra.