CASTELLÓ. El grupo alcorense Torrecid, uno de los referentes en cuanto a la fabricación de fritas, esmaltes y colorificios cerámicos, redujo el año pasado un 4% su facturación hasta situarla en 436,5 millones de euros. Lo hizo a pesar de constituir su vigésimo séptima filial, Torrecid South Africa Ltd, que tampoco pudo frenar la caída de los beneficios, fijados en casi diez millones, frente a los más de 12 del ejercicio anterior.
Eso sí, ambos parámetros son mejores que los de 2017, ya que el año pasado el conglomerado liderado por Federico Michavila experimentó un aumento de casi el 9% en las ventas y, ni más ni menos, que del 43% en los resultados.
El informe de gestión que acompaña a las cuentas de Torrecid, recientemente depositadas en el Registro Mercantil, achaca el descenso de la facturación a la ralentización "a nivel mundial, del comercio global y las inversiones debido a las persistentes tensiones comerciales". "En este contexto macroeconómico, Grupo Torrecid ha conseguido contener los impactos negativos en términos de facturación", recoge el documento. Y es que la caída global del sector en España fue del 5,76%.
Para compensar el descenso en la actividad económica, el grupo ha optimizado los aprovisionamientos y la producción. De hecho, su plantilla se ha reducido en casi medio punto hasta situarse en 2.248 trabajadores. En su informe, Torrecid destaca que ha continuado "con la tendencia inversora, con unos activos fijos que superan los 172 millones y muestran un incremento del 6,4%". Asimismo, las cuentas destacan "las mejoras de circulante, tanto en la reducción de la deuda a corto plazo en un 16,5%, como en el incremento de un 7% en la tesorería, hasta alcanzar los 65,5 millones de euros".
El informe de gestión también recoge la incertidumbre derivada del coronavirus, que de hecho el sector de las fritas y esmaltes castellonense ha notado en gran medida, algo que a principios de este 2020 esperaba minimizar "en la facturación y en los resultados ahondando en la proximidad al cliente, tanto en los mercados actuales como en nuevas incorporaciones, y ofreciendo las mejores soluciones de futuro".
También el informe sobre la situación no financiera del grupo recoge este afán inversor. No en vano, en el principal fabricante de fritas y esmaltes que continúa en manos de sus fundadores consideran que, frente al "crecimiento y concentración de los grandes competidores globales", su "herramienta fundamental es la diferenciación, en términos de servicio al cliente, de soluciones innovadoras y de calidad de producto".
En cuanto a otra de las amenazas de mercado para todo el sector, desde Torrecid destacan la aparición de productos sustitutivos a la cerámica, para hacer frente a la cual su estrategia radica "en que sea la cerámica la que amplíe su ámbito de actuación y esté presente en aplicaciones distintas a las tradicionales, teniendo ya un protagonismo de tendencia en el sector del mueble, las encimeras, los sanitarios e incluso las fachadas".
A la hora de reducir costes y reducir sus emisiones, en el grupo alcorense iniciaron el año pasado la compra de placas fotovoltaicas y redactaron el proyecto para ubicar una planta en sus instalaciones de Torrecid y Al-Farben, algo que se debe materializar en este 2020. Asimismo, el grupo prevé exportar la medida, "tras su comprobación de mejora, al resto de empresas del grupo".
En cuanto a las emisiones, el estado de información no financiera recoge que, en 2019, las factorías del grupo emitieron 109.700 toneladas de dióxido de carbono. La fábrica de Torrecid de l'Alcora y la de Brasil fueron las que más emitieron, siempre bajo un "severo control" y sometidas a "unos objetivos de reducción anuales".