CASTELLÓ. Entre los gigantes de la industria esmaltera castellonense, Torrecid no pierde comba en la pugna por el liderazgo que mantiene con Esmalglas-Ítaca y Ferro. Tanto es así que el conglomerado de la familia Michavila creció el año pasado un 8,5% hasta alcanzar los 454,8 millones de facturación. La cifra equivale a un tercio del total del sector español, que en 2018 creció un 6,6% hasta los 1.408 millones de euros, aunque buena parte de los ingresos de Torrecid proceden de sus filiales en el extranjero.
Estos son los principales datos que recogen las cuentas consolidadas de un grupo que, además de la matriz, comprende otras 6 empresas en España, 19 en el extranjero, 9 sucursales y 3 oficinas de representación; y cuenta con clientes "en más de 130 países", tal y como destaca en el informe de gestión la propia compañía. La última incorporación al grupo se produjo, precisamente, a mediados del año pasado, con la compra de Mefrit en la República Checa.
Entre los 28 países en que está presente Torrecid, los últimos en incorporarse han sido Egipto, Perú, Japón, Bangladesh, Sudáfrica, Korea o Estados Unidos, en un proceso de expansión que ha tomado impulso en los últimos años y que anteriormente ya había llevado a la compañía fundada en 1963 en l'Alcora por Federico Michavila a implantarse en los cinco continentes.
Gracias a la actividad de todas estas compañías, el grupo cerró 2018 con unos beneficios de 12,1 millones de euros, un 43,9% más que los 8,4 de 2017. Ello se ha debido a la mejora "tanto del resultado de explotación como del resultado financiero" destaca la compañía.
Las cuentas consolidadas de Torrecid atribuyen 12,5 millones de estos beneficios a la matriz, con unas ligeras pérdidas atribuidas al resto del grupo. A pesar de ello, las cuentas individuales de la matriz alcorense señalan que su resultado final alcanzó los 9,8 millones de euros. En este sentido, otras empresas del grupo, como Chilches Materials, acabaron el año con beneficios, en el caso de esta firma de 1,6 millones de euros.
De todas formas, la mayor parte de los beneficios y de la facturación corresponde a la matriz, que el año pasado vendió fritas, esmaltes y colores cerámicos por valor de 186,6 millones de euros, casi 16 más que en el ejercicio anterior. Tras conseguir los resultados ya citados de 9,8 millones, ha destinado la mayoría a reservas y 2 millones a dividendos.
Con un fondo de maniobra superior a los 188 millones de euros a de 31 de diciembre de 2018, desde el grupo destacan su "buena situación de liquidez". Asimismo, y tras haber ampliado plantilla en un 6% en 2018 hasta tener trabajando a 2.259 empleados, en Torrecid esperan en este 2019 "superar el nivel de facturación y resultados" del año pasado.
Ello, a pesar de la desaceleración que el grupo constata en la economía mundial y que recoge en su informe. Para contrarrestar esto, en la sociedad castellonense pretenden trabajar "tanto en los mercados y sectores actuales como en nuevas incorporaciones". Es decir, seguir con su política de expansión a nivel horizontal y vertical.
Por último, las cuentas de Torrecid recogen los diferentes proyectos en que trabajan para mejorar su eficiencia y sostenibilidad. En este sentido, desde la firma apuntan que el año pasado recibieron 1,6 millones de euros en subvenciones de la Administración para llevar a cabo proyectos de I+D+i.