CASTELLÓ. Un informe en manos de la Conselleria de Economía sobre el acuerdo de libre comercio UE-Mercosur sitúa a la agricultura, y en especial a los cítricos, como los sectores más vulnerables del tratado. El estudio señala que el problema principal no radica en la competencia entre cítricos de los dos mercados, sino en que el consumidor europeo podrá disponer de más variedad de frutas sudamericanas durante la temporada de la naranja. El documento apunta también a la "incoherencia" de este tratado con las políticas de bajas emisiones de la UE, porque "ponen en riesgo el equilibrio de los territorios a nivel del ecosistema propio" al eliminar la temporalidad de las frutas.
El acuerdo de libre comercio establece que la UE liberalizará un 82% de los productos agrícolas que entren procedentes de Mercosur, pero se reserva poder aplicar cuotas a ciertos productos sensibles para la producción europea, entre los que no se ha incluido a los cítricos. El informe de la Conselleria critica en este sentido el papel del Gobierno de España en las negociaciones con la Comisión Europea.
Uno de los puntos que incluye el acuerdo es la garantía de que los productos agrícolas y pesca que entre a la Unión Europea desde Mercosur tendrán que seguir las normas sanitarias y fitosanitarias de la UE, aunque según especifica Maria Dolores Parra, directora general de Internacionalización de la Conselleria de Economía, exigirán que se elabore una cláusula específica para poder sancionar si se incumple y que este requisito no quede en papel mojado.
Todavía no se conoce cuáles serán los productos de la UE con Denominación de Origen e Indicación Geográfica Protegida que estarán amparadas en Mercosur, pero desde la Conselleria apuntan que pedirán a la CE la inclusión de más productos valencianos como el caqui persimon o la chufa de Valencia en el caso de que solo se hayan incluido los cítricos y el turrón como pasó en el acuerdo con Canadá (CETA).
Este acuerdo de libre comercio no afecta de igual manera a todos los sectores comerciales de la provincia. El arancel actual con el que se grava a los productos cerámicos españoles en la UE es del 20%, mientras que los productos cerámicos de Mercosur tienen un arancel del 12%. El sector cerámico, a diferencia del cítrico, podrá beneficiarse de la liberalización de los productos porque no cuenta con un competidor directo en Mercosur, ya que el sector cerámico brasileño (que es el más potente en Mercosur) no goza de la calidad de producto e imagen de marca que tiene la industria cerámica de la provincia de Castellón. Otra cosa será que en futuros escenarios, los países de Mercosur puedan desarrollar una industria que, con el tiempo, suponga una competencia más para los productos del clúster castellonense.
El informe de Conselleria señala, por contra, que muchos productos valencianos pueden verse beneficiados por este acuerdo, siempre que se respete la reciprocidad a la hora empezar a aplicar la supresión de los aranceles en ambos mercados.
A falta de que se conozcan los detalles concretos del acuerdo, todo apunta a que los grandes perjudicados serán, en definitiva, los sectores citrícolas y agrícola, aunque desde la Conselleria aseguran su compromiso de que "llevarán la voz valenciana a Madrid", con el fin de que se tenga en cuenta a la Comunitat en futuras negociaciones con la Comisión Europea.