ALICANTE. El CEO y socio mayoritario del gigante alicantino del plástico Samar Internacional, Vicente Sala Martínez, aplicó el pasado ejercicio una política de contención en las retribuciones tanto propias como del personal de alta dirección, que redujo considerablemente la partida dedicada a este apartado. Así consta en la memoria de las cuentas anuales consolidadas del holding Samar, que como publicó este martes Alicante Plaza reflejan un beneficio neto de 1 millón de euros para el heredero del matrimonio Vicente Sala-Carmen Martínez.
Según la memoria de las cuentas, Vicente Sala percibió por su labor como administrador único de la sociedad un total de 34.000 euros, una tercera parte de lo que cobró el ejercicio anterior (100.000 euros), cuando sus tres hermanas aún eran socias de la empresa. Al margen de su retribución, el CEO de Samar percibió también dividendos por importe de 2.221 euros, una cantidad testimonial muy alejada de las que se pagaban justo antes del crimen que dividió a la familia (y cuya guerra empresarial comenzó en una junta donde se debatía sobre el reparto de dividendos, precisamente).
Al margen de su rebaja de sueldo, la memoria también recoge un importante ahorro en la remuneración del personal de alta dirección. Así, el cuadro de directivos de Samar Internacional se repartió durante el pasado ejercicio 786.000 euros en concepto de retribución, según la memoria. En 2017, esta partida fue de 1,22 millones de euros, lo que supone un ahorro de 434.000 euros (un 35% menos). En total, el ahorro en retribuciones entre Sala y sus directivos asciende a medio millón de euros.
En total, la partida de personal ascendió a 5,1 millones de euros, cuando el año anterior había sido de 5,6 millones. El ahorro sale íntegramente de la rebaja en las retribuciones de la alta dirección, puesto que la diferencia entre los dos años es el medio millón de euros citado. De hecho, Samar Internacional aumentó la plantilla media en 2018, para pasar de 80 a 88 empleados (un 10% más). Del total de empleados, seis son directivos (el mismo número que en 2017), 28 son personal de administración (dos más que un año antes) y el resto, 54, son operarios (48 en el ejercicio precedente).
Durante el ejercicio al que se refieren las cuentas, además, las labores de administración y alta dirección pasaron a realizarse desde el nuevo socio mayoritario del grupo, Hersa Enterprise (la sociedad holding que creó Vicente Sala con su madre para tomar el control de las empresas, y que ahora posee el 95% del capital de Samar, tras articular la compra de la parte de sus hermanas a través de esta mercantil). Estas labores se realizan a través de una serie de contratos que regulan la prestación de estos servicios entre dicha empresa y las empresas del grupo Samar Internacional.
Como ha contado este diario, Samar Internacional incrementó sus ventas en 2018 un 3,5% hasta 205,2 millones de euros, con un beneficio neto de 1 millón (un 66% menos) debido a los mayores costes financieros. Las ventas crecieron en todos los mercados donde opera la empresa de suministro de polímeros excepto en Sudamérica (su principal granero de negocio), donde la hiperinflación argentina le costó además 4 millones de euros. Samar abrió una nueva filial domiciliada en Texas para introducirse en el mercado norteamericano, y logró que la banca que financió la compra de la parte de las hermanas Sala perdonase a Hersa Enterprise la devolución del crédito por incumplimiento de ratios.