ALICANTE. Desde que los partidos que integran el Gobierno del Botànic han llegado a las instituciones, sus actos siempre ha tenido toques distintivos. El Palau de la Generalitat ha ofrecido una programación cultural con motivo del cambio político y de algunas fechas señaladas. Con la celebración del Día de la Constitución, siempre en Alicante, el acto también ha tenido singularidades: el año pasado, fue el turno de la actuación del cantautor Pablo Celdrán en las frías naves de la Ciudad de la Luz. Este año, el calor del Teatro Principal de Alicante, el lugar elegido, acompañó a la potente y cristalina voz de Ana Camus y su banda de jazz musicando los poemas de Miguel Hernández.
Pero los actos del Botànic institucional tienen otros hilos conductores, como las collas de dolçaina i tabalet. Acompañaron a la comitiva en la Volvo Ocean Race, el pasado octubre en el Puerto de Alicante, y volvieron a amenizar la recepción de invitados en los exteriores del Principal de Alicante.
Pero además del jazz cristalino de la Ana Camus Jazz Quartet y la dolçaina, si el acto institucional tuvo un grito ese fue el "Sí se puede", tan característico e uníco del movimiento del 15M y que más tarde heredó Podemos. Fue tras la discurso de la portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), Amparo Delgado, cuando la comitiva que le acompañaba, armados con pacíficas camisetas verdes, irrumpieron al grito de "Si se puede" mientras el respetable ovacionaba sus palabras en una especie de revolución dialéctica consentida.
Puños en alto en el Principal ante la atenta mirada de jerifaltes policiales y militares, y la pasividad (en algunos casos, aliada) de muchas corbatas que poblaban el patio de butacas de concejales, alcaldes, diputados y representantes de la Administración.
Todos ellos había conseguido, a diferencia de ediciones pasadas, unirse todos en un acto. En 2016, la Diputación de Alicante y la Delegación del Gobierno optaron actos separados; este año, coincidieron todos en un ejercicio de normalidad democrática, casi forzada por los acontecimientos de Cataluña. La Constitución todavía une. Otro debate es la aplicación del artículo 155, también constitucional.
Pero tanto Juan Carlos Moragues como César Sánchez compartieron escenario con el Gobierno valenciano en pleno, así como otros miembros de la Mesa de les Cortes, como Alejandro Font de Mora o el ex ministra José Manuel García-Margallo. No hubo más representación popular, más allá de cargos locales. De Ciudadanos sí que se dejaron ver la Síndica, Mari Carmen Sánchez y la diputada nacional Marta Martín.
Como es tradicional, el acto finalizó con los himnos de la Comunitat Valenciana y de España, interpretados por la Banda Municipal de Alicante, con una sonoridad apuballante, y con el público puesto en pie. Las épocas de los ágapes tienen poca cabida con el Botànic: de la tradicional copa y canapé de antaño se pasó a los snobs selfies y saludos, otra vez, en el exterior del Principal, que, como ha anunciado Ximo Puig, anuncia copropiedad: la Generalitat se integra en su accionariado para dar un impulso al pupas de la Cultural valenciana.