VALENCIA. El cerebro nos engaña. Lo hace, según citaba y divulgaba Eduard Punset hace algún tiempo, para protegernos. La protección supone supervivencia, el motivo de destino para el que somos programados. Así, el mundo real es menos importante que el mundo que necesitamos y, si algo se tuerce, nuestra mente suple sonidos, sensaciones, imágenes, textos y cuanto haga falta para llevarnos hasta ese destino.
A provocar reacciones en este sentido juegan hasta seis artistas en la exposición que hoy se abre en la galería valenciana Luis Adelantado. Bajo el nombre A Certain State of Mind, diferentes generaciones de creadores comparten espacio y cruzan sus disciplinas bajo el comisariado de Solene Guillier y Olga Adelantado. Los tampantojos, las vanguardias o el duchampismo, componen un recorrido expositivo llevo de ironía y capaz de sorprender ante el error cerebral instantáneo que provocan las piezas al visitante.
Ting-Ting Cheng, Ryan Gander, Mark Geffriaud, Rubén Guerrero, Roman Ondák y el recién incorporado a la galería valenciana Yann Sérandour componen la media docena de nombres de la muestra. Instalación, fotografía y pintura conviven activando más que una reflexión una lucha interna ante las reacciones cerebrales automáticas y la curiosa actividad cerebral ante la percepción.
Ryan Gander, por primera vez en Valencia
Ting-Ting Cheng, artista de la galería desde 2013, eleva al control de la información su serie de fotografías You See What I See. Geffriaud, invierte la escena y planea el objeto de arte soñado por el artista. Roman Ondák genera una conversación ficticia con la directora de la galería, en una pieza única, profesional artístico del trampantojo. Cerca convive el más duchampiano de todos, actualmente en decenas de ciudades expuesto y uno de los hombres del momento en el arte comtemporáneo: Ryan Gander. Por primera vez en Valencia, su proceso de destruye las ideas de material, espacio y sentido y así hay un globo de fibra devidrio suspendido, lámparas creadas con objetos cotidianos o, posiblemente, la joya de la exposición: una caja de alquimia que hará las delicias de los melómanos y de los coleccionistas de arte más exigentes. Por último, Rubén Guerrero, artista de la galería, avanza en su investigación en torno a los límites de la pintura en el presente siglo con tres lienzo creados ad hoc para la muestra.
