VALÈNCIA (X.A./EP). Una sensación de déjà vu empieza a dejarse notar en el cruce de declaraciones que viene produciéndose en las últimas horas entre las distintas fuerzas políticas que deberían llegar a un acuerdo si quieren desalojar a Mariano Rajoy de La Moncloa después de que el PP fuera condenado como partido en la sentencia del caso Gürtel.
Los diferentes movimientos entre PSOE, Ciudadanos y Podemos recuerdan a aquellos días de negociación -finalmente infructuosa- tras las primeras elecciones generales que terminaron en una nueva visita a las urnas. El hámster vuelve estar en la rueda.
Ahora, el socialista Pedro Sánchez se ha lanzado a una moción de censura sin que los números estén atados: una manera de recuperar la iniciativa política y de poner en una situación incómoda a Ciudadanos, un partido que se encuentra en plena efervescencia pero que cuenta con el lastre de haber respaldado los Presupuestos de Rajoy hace unos días.
La formación que lidera Albert Rivera pedía este sábado que los socialistas retiraran la moción y se consensuara otra, si Rajoy no accedía a convocar elecciones, para nombrar a un candidato alternativo que llamara de forma inmediata a los españoles a las urnas. Un paso que al PSOE no interesa: si Sánchez llega a La Moncloa pretende estar allí instalado el tiempo suficiente para dejar su impronta con algunas decisiones que le permitan rentabilizar el cargo antes de autorizar los comicios. Es decir, dar algunos golpes de calado en la política nacional para mejorar sus prestaciones de cara a la cita con las urnas. Un plan que Ciudadanos no está dispuesto a permitir dado que, a día de hoy, muchas encuestas le señalan como el partido favorito incluso por encima del PP y no obtendría ningún beneficio de darle oxígeno a Sánchez.
A la posición de Cs ha respondido este domingo el PSOE a través de su secretario de Organización, José Luis Ábalos, asegurando que no van a "negociar nada" sobre la moción de censura presentada por Sánchez dado que lo "único" que quieren es darle "calidad democrática" a España.
En la misma línea, y endureciendo el discurso, el socialista ha señalado que cuando "algún temerario" dice que la moción presentada es "temeraria", está siendo "cómplice de la corrupción". Asimismo, ha preguntado a las formaciones políticas si están dispuestos a tolerar que un Gobierno "se sustente en una red de corrupción institucional".
Para el secretario de Organización de PSOE, la moción de censura tiene un "carácter constructivo", porque, a su juicio, "incorpora en sí mismo la estabilidad". "Lo que es inestable es estar como estamos. Es un Gobierno totalmente abatido, han finiquitado toda posibilidad de seguir gobernando", ha concretado.
"No disponíamos de una sentencia tan rotunda como la de esta semana. El Gobierno todavía niega todo esto, ahora resulta que la sentencia es recurrible y que se ha extralimitado el juez", ha criticado Ábalos, destacando que "no hay mucho que hablar" después de que los jueces certificaran que desde su propia fundación el PP "ha estado organizado como una red de corrupción institucional".
Una postura que no apunta a ablandar a Ciudadanos. Con el apoyo de formaciones como Podemos y Compromís a la moción, al PSOE solo le quedarían las fuerzas independentistas y el PNV para tratar de conseguir los números en este proceso. Para Sánchez, que ha apoyado fielmente a Rajoy en la aplicación del artículo 155 sobre Cataluña, el apoyo de fuerzas catalanas soberanistas sería un regalo envenenado, pero al mismo tiempo tampoco parece fácil que pueda convencer a Cs de su estrategia y, al mismo tiempo, se le ve reticente a ser presidente para convocar de inmediato unas elecciones que, según los sondeos hasta ahora publicados, no le beneficiarían especialmente.