VALÈNCIA. El efecto de Internet en el proceso cognitivo, la ciberseguridad, el derecho a la intimidad, la inteligencia artificial, la responsabilidad y el impacto en el mundo laboral. Estos son algunos de los desafíos éticos que en opinión de la catedrática de Ética y Filosofía Política de la Universitat de València y directora de Étnor, Adela Cortina, plantea el mundo digital.
“Estamos en un nuevo mundo y tenemos que pensar en este mundo desde la ética”, ha señalado Adela Cortina en la inauguración del XXVIII Seminario Étnor, que este año abordará los Desafíos Éticos para la Empresa en un Mundo Digital. “El mundo se ha hecho cosmopolita. Y es necesario tener esa visión pero creo que sigue siendo absolutamente necesario un punto de vista normativo de lo que debería ser una verdadera sociedad cosmopolita”.
En su opinión, “la digitalización es una realidad irreversible y tenemos que pensar hacia dónde queremos enfocarla. Actualmente, las tecnologías digitales son fuentes de productividad. La cuestión es cómo ajustarlo a los valores humanos”. En este sentido, la catedrática de Ética y Filosofía Política ha citado a las distintas escuelas filosóficas de mediados del Siglo XX para destacar la importancia de una ética “sin oponerse al desarrollo siempre que llevemos esos medios a buenos fines. Por ello, hay que guiarse por dos principios: No dañar y Sí beneficiar”.
Según destaca la entidad en un comunicado, para Adela Cortina hay al menos seis desafíos que hay que analizar: El efecto de Internet en el proceso cognitivo, la ciberseguridad, el derecho a la intimidad, la inteligencia artificial, la responsabilidad y el impacto en el mundo laboral.
"las tecnologías digitales son fuentes de productividad. La cuestión es cómo ajustarlo a los valores humanos"
“Desconocemos el efecto que tendrá Internet en el proceso cognitivo. Cada vez nos concentramos menos, somos menos capaces de leer textos largos y difíciles. Pero esta rapidez e inmediatez tiene el riesgo de que supedite al hombre al sistema. Lo atroz sería que el sistema sea lo primero y que el hombre quede ocultado. Sería verdaderamente desastroso que el sistema pasara por delante del hombre”, ha detallado.
Respecto a las máquinas inteligentes, la catedrática de Ética se ha preguntado si se pueden poner en manos de las máquinas decisiones que afectan a las personas. “Las máquinas carecen de contexto y de entorno. Aunque se trabaje en ello, las máquinas no tienen por el momento sentido común”.
Otra de las cuestiones cruciales es qué responsabilidad se le puede pedir a una máquina ante un error. “La responsabilidad, por muy autónoma que sea una máquina, solo es atribuible a los seres que tienen autonomía y, por tanto, dignidad”. Para Cortina el término autonomía no quiere decir sólo actuar sin la intervención de otros, sino capacidad de darse leyes a sí mismo, de proponerse metas. Eso quiere decir que tiene una capacidad de compresión, de reflexión, de darse cuenta. Y aparejada a esta idea está la de dignidad humana, como esa capacidad de ponerse leyes y metas. Los hombres tienen dignidad y no un simple precio”.
"los poderes públicos tienen la obligación del mantenimiento de los puestos de trabajo en el mundo digital"
Respecto al impacto en el empleo, se estima que más de la mitad de los empleos actuales tienen la probabilidad de ser sustituidos por máquinas. Esta es una de las cuestiones que en opinión de Cortina tenemos que analizar. Del mismo modo, ha planteado si un robot es capital o es recursos humanos. “Hay quien propone que los robots paguen impuestos y deberíamos estudiarlo porque sería una vía de compensar lo que se pierde de otra manera. Es necesario constituir una ciudadanía digital”. En esta línea, asegura que “los poderes públicos tienen la obligación del mantenimiento de los puestos de trabajo en el mundo digital y cubrir las carencias de las personas que se pueden quedar fuera de él con mecanismos como la renta básica de la ciudadanía. Del mismo modo, en su opinión se deben fomentar las competencias digitales de las personas para prepararlas al nuevo entorno”.
Adela Cortina ha concluido señalando que “hay que asegurar un igual acceso a la tecnología, la equidad y la solidaridad”.
La directora de Étnor ha aprovechado esta inauguración para hacer un balance de los 24 años de historia de la Fundación que nació con el objetivo de unir a académicos y empresarios en el impulso de la ética en las organizaciones. A lo largo de estos años, la Fundación a través de su Seminario ha ido abordando la realidad que se vivía en cada momento, desde el auge de la RSC, hasta la sociedad de la información o la crisis económica.
El acto ha sido inaugurado por el presidente de la Fundación Bancaja, Rafael Alcón, que ha destacado la importancia que para la Fundación Bancaja tiene la celebración este Seminario en su sede, ya que “la misión de nuestra Fundación es contribuir a mejorar la sociedad, un objetivo que compartimos con la Fundación Étnor”.
Bajo el título Desafíos Éticos para la Empresa en un Mundo Digital, el XXVIII Seminario Étnor “tratará de combinar la reflexión con la práctica en un entorno en el que las tecnologías de la información influyen en todos los ámbitos de la realidad empresarial y, por tanto, también en sus decisiones éticas”, según ha explicado el presidente de la Fundación Étnor, Enrique Belenguer.