Artistas y diversos agentes culturales elaboran una pequeña carta de despedida a Nvcli, un refugio de sonoridades consagradas en plena huerta valenciana que baja la persiana hasta nuevo aviso
VALÈNCIA. Baja la persiana de Nvlci, y dentro se quedan los que desean su "resurrección". Músicos, performers, artistas y otros agentes culturales dicen adiós temporalmente al que fuera su subterfugio desde el año 2019. En las afueras de las puertas metálicas que lo protegen permanece Antoni Baus, quien junto a su compañero Martí Guillem ha mantenido esta asociación con vida. Música experimental, arte sonoro, danza y electrónica han convivido dentro de estas cuatro paredes estos últimos tres años, junto a un público único e intergeneracional que ha sabido disfrutar de las actividades propuestas en este espacio de artes sonoras y experimentales. Uno de sus fundadores, Baus, relata con la voz entrecortada y con “una pena enorme” lo que supone este “hasta luego” al que fuera su hogar: “Nvcli existe gracias a la gente que lo compone, desde el primer material que nos prestaron a lo que fue llegando con los primeros ingresos. Siempre hemos tenido un ambiente de fidelidad y muy buen rollo con el público”, y aclara el papel clave de este último grupo: “La gente nos ayuda siempre desinteresadamente, eso es lo que más llena”.
Durante este último fin de semana de vida de Nvcli (al menos hasta que encuentre un nuevo albergue) se ha celebrado una despedida como toca. De viernes a domingo tuvo lugar el “último baile Nvclear”, con un cartel compuesto por artistas como Adriana Petit, SCHRZØ, Avelino Saavedra y María Gea entre otros tantos nombres. Algunos de ellos pasaban estos días ajetreados, con su música de por medio o simplemente desplazándose hasta este gran evento con el corazón en la mano. Todos estos nombres (y los que falten) de asistentes, organizadores y demás pequeñas piezas de la máquina se refugian por última vez en este lugar. Eso sí, aventurando un nuevo futuro, ya que a través de las donaciones de este fin de semana se busca recaudar fondos para volar a un nuevo nido.
Algunos de los integrantes de la escena Nvcli trasladan en este artículo un mensaje de apoyo para esta nueva etapa que viene y los mejores deseos para un futuro prometedor. Porque quien hizo bien las cosas desde el principio, nada debe temer a lo que viene.
Saavedra envía un audio de despedida mientras prepara sus materiales para dos sets diferentes. Reflexiona en este momento de lo que ha supuesto este lugar para él y todos los que le rodean.
"Para mi Nvcli ha sido un espacio fundamental en la escena underground valenciana. Parece que lo oficial o institucional haya fagocitado un poco a todas estas manifestaciones más underground y más de ir por libre... Sí que es cierto que en València, hasta hace unos tres o cuatro años, había unos cuantos espacios y asociaciones culturales donde daban cabida a todo este tipo de músicas... Realmente a un nivel tan ecléctico y con tanta variedad de estilos yo creo que Nvcli es ahora mismo lo único que hay (o lo único que yo conozco). Va a ser una pequeña gran desgracia que esto cierre hasta que encuentre un nuevo local, esperemos que pronto. Una de las cosas que más lo que más me ha sorprendido es que en este espacio se han dado cita públicos de estéticas y grupos totalmente diferentes unas de otras. Gente muy joven que escucha electrónica y aquellos que hacemos improvisación libre que es una música ya un poquito más antigua que otras cosas que se hacen ahora. La gente siempre ha asistido a todo con muchísimo respeto y con una escucha muy atenta, siempre con mucha curiosidad".
Petit se encuentra en algún lugar con bolígrafo y comandero a mano. Insiste en que prefiere escribir a mano sus líneas de despedida, sin duda es de momento la declaración más bonita y peculiar que he podido transcribir.
"Es inevitable oscilar constantemente en la idea de los subterfugios, zonas autónomas, periferias, márgenes, sombras y un etcétera de calificativos para hablar de aquello que trasciende normativas, legalidades y lugares comunes. Lo unánime es cómodo, pero nunca ecuánime. El siglo 21 ha arrasado con aquello que crecía en las cunetas. La normalización de absolutamente todo no solamente implica que aceptamos lo antinormativo como algo normal, sino que normalizarlo también consigue en un plot twist parabólico neutralizar su fuerza. Crecen como los escombros que dejamos los franquiciados, lugares higiénicos, asfixiantemente anodinos, y desalmados. Y la nocturnidad también se hace eco de este viraje hacia la vida, esta que se nos está quedando, digamos, insustancial. Ahora que NVCLI desaparece algunos nos preguntamos qué será de nosotros, aquellos que hemos crecido con la idea de que existían vías de escape y que esos subterfugios eran lo suficientemente grandes como para convertirse en lugares reales".
"Cuando lo conocí en 2019 me llamó mucho la atención con los talleres que hacían de montaje y soldadura. Estuve informándome sobre los sintetizadores modulares, han sido un poco pioneros en este aspecto en València. Después de la pandemia he tenido la oportunidad de tocar allí dos veces en live set, y la verdad que es una pasada. El espacio está de lujo, me encanta. Ahora justamente tenemos los eventos de modular València y ha sido un placer poder estar ahí haciéndolos. Han tenido una acogida muy buena por parte de la gente y por parte de Guillén Martí. Los eventos que hacen de sesiones terapéuticas me parecen muy interesantes, porque le dan otro concepto totalmente distinto a los directos a la música más experimental. Es un goce tener ese tipo de eventos, que son más alternativos".
Moreira justo estuvo grabando en Nvlci la semana pasada. Se alojó en el refugio para grabar un episodio de podcast en Radio Topanga, donde es colaboradora fija. Lo hizo junto a Silvi Tron (Silvia Pérez) y Nina Anodina (María Salguero) con Martí Guillem, uno de los fundadores de Nvcli, a la mesa de sonido. En este podcast que se autoproclama como “la hermana fea de lo que viene siendo un podcast cultural” hablaron desde la huerta sobre el tema de “la muerte” simbólica (y esperemos que la propia resurrección) de Nvcli. Todo ello con público en directo, parroquianos habituales de la escena underground musical de València.
"Es un proyecto cultural muy especial que realmente no muere, sino que va a tener que cambiar de etapa y trasladarse a otro sitio. El hecho de que se hayan visto obligados a irse de ahí lo vemos con bastante pena. Primero: Porque ha sido muy corto, han tenido un paso por el local corto pero súper intenso, no han parado de hacer cosas, ha sido brutal. Desde talleres, conciertos… aunque ahí dentro hay proyectos artísticos de gente que se dedica a hacer otras cosas. Es como si fuera un mini Tacheles, como el de Berlín (cuando este era realmente punki) pero trasladado a la huerta de València. Ha sido un centro de laboratorio y de investigación sonora súper interesante y han traído gente muy interesante de fuera. Además han pasado por ahí muchísima gente que hace cosas muy potentes, sobre todo personas relacionadas con electrónica analógica, que son gente de aquí de València. El hecho de que es un sitio muy intergeneracional ha provocado que en estos pocos años hayan surgido también músicos y artistas más jóvenes, que han acabado metidos en la rueda de la música experimental y la electrónica. Eso nos ha permitido disfrutar de artistas muy interesantes y ha puesto el caldo de cultivo para que surgieran otros nuevos. Vivimos con bastante pena que se tengan que ir de ahí por el hecho de que es un sitio muy especial. Qué mejor que un sitio de estas características dedicado a la experimentación sonora y que esté enclavado en el corazón de la de la huerta Valenciana, rodeados de paisaje horizontal maravilloso… Es difícil que se pueda conseguir un sitio como éste, igual de especial, aunque creo que están en ello, buscando un nuevo lugar".
Antoni Baus
"Aunque el contenedor desaparezca prevalecen los contenidos, siempre".
Avelino Saavedra
"La respuesta siempre ha sido increíble, la gente ha apreciado todo tipo de propuestas y manifestaciones sonoras, aunque muchas no se conocieran. Para mi eso ha sido el hilo principal de Nvcli, ha sido aparte de un sitio para hacer conciertos un lugar de encuentro con gente muy diferente y siempre con respeto".
Adriana Petit
"Persistiremos moviéndonos a otros lugares nuevos cada vez que se derrumben los pilares sobre los que sostenernos. NVCLI era el único funambulista que quedaba en València".
SCHRZØ
"De cara al futuro espero verles pronto en algún otro sitio y ser parte también de alguno de los eventos futuros".
Marta Moreira
"Esto es un punto y seguido, no un punto y final… ni muchísimo menos".