VALÈNCIA. Era de espera y el repliegue seguirá su curso en el primer semestre del presente ejercicio: las sicavs vivieron en 2022 su peor año con una auténtica estampida del patrimonio -el 'efecto mercado' también tuvo que ver-, el número de accionistas y el de este vehículo financiero 'demonizado' tras las exigentes medidas 'antimariachis' como viene contando este diario. En este sentido conviene recordar que desde hace justo un año se requiere una inversión mínima de 2.500 euros -o 12.500 euros en el caso de una sicav por compartimentos- para contabilizarlas dentro del mínimo de cien participantes necesario para tributar al 1% en el Impuesto sobre Sociedades.
Los titulares de estas sociedades de inversión de capital variable tienen hasta el 30 de junio de este año para liquidarlas, lógicamente las que lo deseen; mientras que el pasado 31 de diciembre expiró el plazo para informar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de su disolución. Y todo apunta a que más del 80% se van a liquidar, integrar, fusionar y/o transformarse en otro tipo de sociedades.
No hay que olvidar que se adoptó un régimen transitorio durante 2022, por el que se puede acordar la disolución y liquidación de estas sociedades sin costes fiscales y diferir la tributación de las ganancias derivadas de la liquidación; pero eso sí, siempre que los accionistas reinviertan la totalidad de su cuota de liquidación en otras instituciones de inversión colectiva (IICs) españolas.
Por lo pronto, y según los datos de cierre de 2022 de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco), fueron 1.354 las sicavs que bajaron la persiana durante todo el año. O lo que es lo mismo: un 58,7% más que en 2021 -entonces solo cesaron su actividad 127-, lo que supuso que 3,70 al día decidieron renunciar a dicha figura financiera. De este modo su número se redujo al nivel más bajo desde febrero de 2000. Casi nada.
Pinchar aquí para ver la tabla completa. Fuente: Inverco
El número de accionistas -'mariachis' incluidos- se desplomó un 61,4%, es decir, 222.983 menos hasta mermar a 139.926, siempre según datos de la patronal de la inversión colectiva en España. Por su parte, el patrimonio se redujo prácticamente un 45%, que en términos absolutos fueron 13.156 millones de euros para caer hasta los 16.091 millones. Asimismo, el número de entidades que gestionaban sicavs descendió hasta las 52 respecto a las 60 al cierre de 2021.
Hablando de entidades volvió a ser Banco Santander por enésima vez la que se situara al frente de este negocio venido a menos. El también llamado 'banco rojo' monopolizó el 21,6% del patrimonio total con 3.482 millones; el 24,1% del número de sicavs con 230; y el 33,4% en lo que accionistas se refiere, tal y como se observa en la tabla adjunta.
Ni que decir que estas sociedades de inversión de capital variable, tan lícitas y con el mismo tratamiento fiscal que los fondos, han sido históricamente un auténtico 'caladero' para las bancas privadas. De ahí que este diario pulsara la opinión hace unos días sobre un nutrido grupo de destacados financieros, con el fin no solo de conocer su opinión sobre el complejo futuro al que se enfrentan sino también las alternativas de inversión para los grandes patrimonios.
Private equity (capital riesgo o privado), financiación participativa, sociedades de inversión libre, unit linked (fondos de seguro diversificado), socimis (sociedades anónimas cotizadas de inversión inmobiliaria) fueron algunas de sus recomendaciones dentro de un amplio abanico de posibilidades. Como también de mantener la sicav, pero eso sí teniendo en cuenta los nuevos requisitos regulatorios.
