MADRID (EP). Adolfo Domínguez mantuvo estables sus pérdidas en 12 millones de euros en el primer semestre de su ejercicio fiscal 2016-2017, cerrado el pasado 31 de agosto, inmerso en los cambios de su consejo de administración y con la nueva composición de la alta dirección.
La compañía ha precisado que dicho resultado no es comparable ya que el primer semestre del pasado año reflejó un beneficio extraordinario por importe de 1,2 millones de euros por la venta del local ubicado en el Paseo de la Habana (Madrid), dentro del proceso de desinversiones de activos inmobiliarios llevado a cabo por el grupo.
La firma gallega concluyó su semestre fiscal con unas ventas de 51,12 millones de euros, lo que supone un descenso del 0,5% respecto a un año antes, si bien las ventas en tiendas comparables del segundo trimestre, que no tienen en cuenta aperturas, cierres, reformas y cambios de venta en depósito a firme, se elevaron en un 9,8% respecto al ejercicio anterior.
El margen bruto reflejó un retroceso de 5,6 puntos porcentuales frente al ejercicio anterior, debido a la realización de mayores descuentos en las rebajas de verano y al impacto del detrioro del inventario procedente de campañas antiguas. El resultado bruto de explotación (Ebitda) fue negativo en 9,8 millones de euros, frente a los 8,01 millones de euros, también negativos, contabilizados en el primer semestre del 2015.
El grupo, que cuenta con un total de 519 tiendas, mantiene una posición financiera neta positiva tras la amortización de la deuda financiera producida a cierre del ejercicio anterior por la venta del inmueble de Paseo de Gracia. En un año, entre el 31 de agosto de 2015 y el 31 de agosto de este año, la compañía ha cerrado 39 tiendas, la mayor parte en Europa, donde echó el cierre a 24 establecimientos.
Durante su primer semestre fiscal, las tiendas cerradas han dejado de aportar 3,1 millones de euros a la cifra de ventas respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, siendo las áreas de Iberia y Resto las más afectadas.
La compañía, que no tiene consejero delegado tras la salida de Estanislao Carpio y el fichaje infructuoso de Costas Antimissaris, ha completado los cambios en su consejo de administración y ha aprobado la nueva composición de la alta dirección.
El consejo de administración de la compañía textil ha aceptado las renuncias presentadas por los consejeros José María García-Planas, José Luis Nueno Iniesta, representante de Puig, segundo accionista de la firma, con un 14,8%, y Elena González, motivadas por razones personales y profesionales.
Asimismo, previo informe favorable de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones, el máximo órgano de la firma ha aprobado el nombramiento de Adriana Domínguez, hija del diseñador y ejecutiva de la firma, y de Juan Manuel Fernández Novo para cubrir las vacantes de Elena González y José María García-Planas.
Los nuevos nombramientos se someterán a ratificación por parte de la próxima junta general de accionistas. Una vez completados los cambios en el organigrama de la compañía, el consejo ha aprobado la nueva composición de la alta dirección, que estará compuesta por diez personas.