VALÈNCIA. Adrián Novella se subió al ring del III Torneig de Dramaturgia con una estrategia clara para ganar. En el argot pugilístico, sus modos fueron más 'estilistas' porque, ante todo, optó por una mascarada de sí mismo como dramaturgo y por la inteligencia de comprender los factores que rodeaban a los diferentes combates que le llevaron a la final. Esto es, que para empezar ocultó su conocido trabajo de interacción con el público, que abandonó el naturalismo habitual de sus textos y que se ocultó tras el castellano (autor conocido y premiado, pese a su juventud, en nuestra lengua). Eso y un texto capaz de embelesar a un público "de teatro" que es el que acude y vota en estos encuentros.
El dramaturgo de Malilla nacido en 1991 sumó anoche otro premio más a una carrera tan reciente como laureada. Hace apenas unos días, su compañía, Bullanga, recibió el Premio Max del Público por Joc de xiquetes. La misma obra ya obtuvo el Premio Micalet de Teatre 2017 (la obra ha girado también por Latinoamérica), pero además él tiene el Premi de Teatre Infantil Escalante 2017 (por El xiquet que volia una falda escocesa) y ahora el del III Torneig de Dramaturgia de València. Con la presencia de su impulsor local, Gabi Ochoa, su ideólogo original para el Festival Temporada Alta, Jordi Casanovas, y el director adjunto de teatro del Institut Valencià de Cultura, Roberto García, –los tres dramaturgos y directores– Novella se impuso con Los tardones al magnífico texto La crítica de Jerónimo Cornelles.
No obstante, la victoria de Novella supo a poca sorpresa entre buena parte del público. Como él mismo admitió a Valencia Plaza, "público de teatro, con muchos directores, dramaturgas y actrices". El 'nano de Malilla' –como le presentó el inagotable maestro de ceremonias Xavo Giménez– está titulado en interpretación por la Escuela Superior de Arte Dramático de València, postgraduado en pedagogía teatral por el Instituto del Teatro de Barcelona y Máster en Estudios Teatrales por el Instituto del Teatro y la Universidad Autónoma de Barcelona. Está además especializado en Teoría y Práctica de los procesos creativos y es aquí donde su foco se puso en las dinámicas de inclusión de público.
Influido y formado por José Sanchis Sinisterra (otro Max de la cosecha de 2018; en su caso, de honor), Paco Zarzoso, Beth Escudé, Carles Batlle o Xavier Albertí, entre otros, asegura a Valencia Plaza que la idea de competir tampoco le estimulaba mucho: "no es que me guste la competitividad, pero ya que existía la posibilidad... quería jugar. En este caso, con muchos condicionantes, porque la obra se representa en tres ocasiones con tres parejas de actores distintos. Apenas tienes una hora y media de ensayo y ellos se acaban llevando la obra donde quieren. Es normal".
En el caso de la final, los actores fueron María José Peris y Rafael Calatayud. Novella destacó el tono "tragicómico que le han puesto. Me ha gustado y ha beneficiado al resultado, seguro". Novella puso en valor la apuesta "por igual" a los ocho dramaturgos, aunque en su discurso de agradecimiento afeó que les pagaran "poco" por la participación y aprovechó para pedir que no fuer algo excepcional que un texto de un dramaturgo valenciano contara con una exhibición en un teatro de la Generalitat como el Rialto.
Novella valoró positivamente que las dramaturgas y dramaturgos hayan representado sus obras en su ciudad –ha habido semifinales en Castellón, Alicante y València– donde, pese a la proximidad, asegura que no llegan. Él sí lo hace con sus textos y direcciones, uno de los autores jóvenes más celebrados, pero que se ha marcado un trampantojo de sí mismo en este caso "porque era el lugar para arriesgar. Con una producción propia, te juegas tu dinero y necesitas que la gente lo entienda, pero pensaba que este era el lugar de volverse loco y arriesgar".
Admite que está "sorprendido por el resultado porque pensaba que ganaría algo en castellano, sí, pero más naturalista". Él opta por textos en valenciano "porque ahora mismo conectan mucho más con nuestra sociedad valenciana, pero dado el estado de la cultura y entendiendo el lugar en el que vivimos, yo trabajo textos en valenciano. Creo que es importante para nuestra lengua y para con el momento en el que vivimos". En Los tardones, la obra ganadora, tampoco se dejan notar otros trazos suyos habituales como las frases cortas o el ya citado naturalismo.
Novella está gratamente sorprendido "por el Max, otorgado por el público, y por este premio que también es del público. Estoy muy contento", aseguraba a este diario. En unos meses su compañía Bullanga volverá a València "porque estrenamos. Si no es muy difícil". Es uno de los cuatro Bosques del festival Russafa Escènica. Asegura que será una producción importante y que espera que les sirva para poder estar en su ciudad donde, "para que se acuerden de que existimos, a menudo nos vemos forzados a estrenar nuevos proyectos".