ALICANTE. El crecimiento en tráfico de pasajeros que viene registrando el aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández tras la superación de la crisis de la covid, que lo ha consolidado como uno de los cinco primeros aeródromos de la red nacional con más de 14 millones de pasajeros hasta septiembre, requiere de la incorporación de nuevos servicios que optimicen la operativa y que procuren la mejor atención a los viajeros. De ahí que, al margen de otras iniciativas previas, el ente gestor aeroportuario Aena haya apostado ahora por reforzar la terminal de El Altet dotándola de un Centro de Gestión Aeroportuaria (CGA) con el propósito de responder en tiempo real ante toda posible incidencia sobrevenida que pueda registrarse en su funcionamiento diario.
Con ello, el aeródromo provincial quedará equiparado con el resto de los grandes aeropuertos de la red Aena: Adolfo Suárez Madrid-Barajas, Josep Tarradellas Barcelona- El Prat, Palma de Mallorca y Málaga-Costa del Sol, que ya cuentan con su propio CGA. El aeropuerto Alicante-Elche Miguel Hernández será, de este modo, el siguiente en incorporar ese sistema. ¿Cuál será su cometido? Se trata de un área de nueva creación que tendrá como objetivo la supervisión y apoyo a la coordinación de la actividad aeroportuaria en el tiempo real, lo que implica la interrelación permanente con las grandes áreas aeroportuarias.
El CGA prestará servicio 24 horas y quedará a cargo de una plantilla compuesta por seis personas, en distintos turnos, además de los operarios del resto de áreas en tiempo real. Los responsables del CGA serán los encargados de mantener una comunicación constante con el área de Operaciones, que se ocupa de la gestión de vuelos en tierra y la asignación de medios aeroportuarios como puertas de embarque, estacionamientos para aeronaves, cintas de recogida de maletas. También estarán conectados con el área de Servicios, la que entraña un mayor contacto con el pasajero, al quedar a cargo de la supervisión del estado de la terminal, de prestar información al público, de la atención a personas con movilidad reducida, o de organizar el servicio de limpieza.
Además, el CGA también se coordinará con el área TIC Informática, responsable de equipos, de las aplicaciones y de la infraestructura informática que se utiliza en la gestión aeroportuaria; con el área de Instalaciones, especialmente en lo referido al mantenimiento de todas las instalaciones y equipamiento del edificio terminal, clima, energía, etc., y con el área Comercial, encargada de organizar los servicios de restauración o los aparcamientos, según concretan fuentes de Aena consultadas por Valencia Plaza.
De algún modo, el CGA se concibe como una especie de cerebro capaz de poner en relación todos los servicios del aeropuerto para coordinar y ajustar su actividad, de forma que se organice una respuesta inmediata ante toda posible complicación que pueda suscitarse. ¿El resultado? Ganar mayor eficiencia y fluidez frente a la multitud de sucesos y casuísticas que se dan en la organización diaria del aeródromo, lo que redunda en una mejor experiencia del pasajero y de la operativa en general ante cualquier disfunción que pueda producirse entre el tiempo planificado en base a la programación del aeropuerto, y el tiempo real, en el que se dan sucesos de todo tipo, relacionados con la meteorología, con problemas técnicos registrados por las propias aerolíneas, o por efectos de posibles huelgas, entre otras posibles incidencias.
Lo cierto es que la casuística de circunstancias a las que el CGA deberá reaccionar es variable. A modo de ejemplo: si se producen retrasos generalizados a causa de mal tiempo en una zona concreta de Europa, el aeropuerto a través del CGA, podrá coordinar ágilmente un refuerzo de información a pasajeros a través de las pantallas de información de vuelo (tras la preceptiva comunicación con el área de Informática). Podrá incrementar la limpieza de los baños de la zona en la que se sitúan esos pasajeros (en coordinación con el área de Servicios). Podrá propiciar el cambio de puertas de embarque para optimizar la operativa (tras comunicar con Operaciones). Podrá alargar el horario de algunos restaurantes (en contacto con el área Comercial). Podrá reducir la temperatura del sistema de climatización en zonas en las que se registre una mayor acumulación de viajeros (al trasladar órdenes a Instalaciones). Y podrá ampliar el tiempo de estancia en la Sala Sensorial de una persona con necesidades especiales si su vuelos se retrasa (dando indicaciones al área de Servicios).
Ese CGA quedará instalado con una oficina propia, encuadrada en una zona estratégica entre el edificio procesador y el dique de embarque, con vistas al campo de vuelo y a la propia terminal. Su desarrollo se acaba de licitar ahora con un presupuesto próximo a un millón (965.893,23 euros) y, a priori, su puesta en marcha debe producirse con la llegada de la próxima temporada estival, toda vez que el plazo previsto en las bases del concurso para la ejecución de las obras de adaptación e implantación es de seis meses. La sala CGA será el espacio principal dentro de esas nuevas dependencias y contará con todas los equipos necesarios para la monitorización, comunicación y coordinación de sucesos del tiempo real.
Su desarrollo precede a otra actuación de mayor presupuesto con la que también se pretende ganar capacidad operativa del aeródromo; en este caso, en la gestión del campo de vuelo. Se trata de la construcción de la nueva pista de rodaje para aeronaves llamada a facilitar la maniobrabilidad de los aviones, lo que permitirá optimizar su colocación tanto en despegues como aterrizajes, acortando tiempos. Su ejecución permanece en fase de contratación, con la evaluación de las ocho constructoras que optan a su ejecución, en un concurso que partió con un presupuesto de más de 17,4 millones.
A esa primera intervención debe sumarse la ampliación de la terminal anunciada por el propio ministro de Transportes, Óscar Puente, en una de sus últimas visitas a Alicante, el pasado mayo, con la que se pretende que las instalaciones cuenten con capacidad para procesar el tratamiento de hasta 26 millones de viajeros anuales: cerca de diez millones más de la cifra que se prevé que rebase al término este 2024, cuando se da por hecho que El Altet romperá su récord actual de 15,7 millones de pasajeros para llegar a unos 17 millones. La licitación de la redacción de ese proyecto se anunció para finales de este ejercicio, durante este último trimestre.
Montes alude al récord de septiembre para volver a insistir en la ampliación y anuncia contactos para ampliar conexiones aéreas como un posible enlace con Nueva York
Entre tanto, el último balance mensual sobre el tráfico registrado en septiembre ha vuelto a alentar la reivindicación del proyecto de construcción de una segunda pista de aterrizaje por parte de los representantes del Consell. La publicación de esa estadística (1,8 millones) llevó a la a consellera de Innovación y Turismo, Nuria Montes, a considerar "indispensable" que se acometa la ampliación del aeródromo provincial, así como el de Manises (Valencia) porque "somos un destino cada vez más demandado por los turistas internacionales que escogen nuestros aeropuertos como vía de entrada".
Así, insistió en que las ampliaciones de las dos infraestructuras "son obras que, si nos fijamos en los datos y en criterios técnicos, no tienen ninguna duda para ejecutarse". Y no solo eso. La responsable autonómica aprovechó para insistir en que su departamento sigue trabajando para conseguir nuevas conexiones directas, como por ejemplo, con la ciudad de Nueva York; y avanzó que ya están pactados para el próximo mes de diciembre encuentros tanto con compañías aéreas como con varios turoperadores estadounidenses, en el marco de la celebración del Congreso anual de la asociación de turoperadores americanos (USTOA) que acogerá la ciudad de Florida. Una cita a la que asistirá Turisme Comunitat Valenciana, ya que en 2025 el mismo congreso se celebrará en la ciudad de València, según precisaron fuentes de la Generalitat, a través de un comunicado.