CASTELLÓ. El clima, las plagas y la pérdida de rentabilidad han impactado de lleno en la cosecha de cítricos de Castellón en la campaña 2024-2025. El primer aforo de la Generalitat Valencia prevé un descenso de un 23% de clemenules, la principal variedad de la provincia, bajando a mínimos históricos, con 227.610 toneladas.
Castellón, según la previsión inicial de la Conselleria de Agricultura, registra una caída de un 12,6% de su producción global de cítricos. El descenso es generalizado pero viene empujado sobre todo por la clemenules, que representa la mitad de la campaña (227.610 toneladas de 531.181). El aforo del año pasado ya contempló una bajada de un 14 % en la clementina reina de la provincia, pero para este ejercicio se ha agravado la tendencia alcanzándose unos números, por debajo de las 250.000 de clemenules, desconocidos hasta el momento.
El aforo de la conselleria indica que Castellón tendrá una cosecha un 15% inferior a la media de las cinco campañas previas, destacando "la notoria reducción" de la clemenules, con 70.000 toneladas menos.
La provincia, además, lidera el descenso medio previsto en la Comunitat Valenciana, que maneja un bajón de un 7%, o de España, de un -3%. La recolección de mandarinas se sitúa en las 479.326 tn, un 17% menos, mientras la naranja, con 126.00 tn, experimenta un crecimiento de un 4% .
El informe de la conselleria se ha publicado en el Portal Agrari el mismo día que el Ministerio de Agricultura ha informado del aforo de cítricos en el Estado a las diferentes organizaciones agrarias. Señala en la influencia en la cosecha de la sequía y las altas temperaturas. Así, indica que el clima ha afectado a la floración y al cuajado. Al mismo tiempo, añade que las altas temperaturas favorecieron el desarrollo de plagas y encarecieron los costes de los productores por el gasto en productos para erradicarlas.
Esta previsión evidencia "los problemas de bajo rendimiento, de la antigüedad de los árboles, del abandono de campos y el impacto del cambio climático", afirma Carles Peris, secretario general de la Unió Llauradora, que considera "preocupante" el primer aforo y alerta que aunque el precio mejore en la primera parte de la campaña no será suficiente para muchas explotación por la baja producción.
El presidente de AVA-Asaja, Crístóbal Aguado, vincula el aforo principalmente a la pérdida de rentabilidad en la citricultura, que causa el abandono de campos. Al respecto, critica los altos costes que han de afrontar los agricultores para luchar contra las plagas, así como la presión de los mercados exteriores. Aguardo reclama a la Unión Europea "que de una vez" defienda a sus productores, y cumpla con el decálogo que fue trasladado por el campo valenciano para virar la situación del sector.
Este aforo inicial podría variar según la evolución de la temporada. De hecho, el documento de la Conselleria recoge un balance final de la campaña de 2023-2024 que muestra un incremento de la cosecha en la Comunitat Valenciana de un 3,1% y en Castellón un 5% respecto al foro inicial de septiembre. No obstante, el informe remarca que el cítrico valenciano protagonizó una de las producciones más bajas desde los años 80.
Recuerda las dos partes diferenciables de la campaña anterior; en la primera se adelantaron las compras y los precios crecieron; mientras en la segunda las cotizaciones se derrumbaron por la competencia de terceros países y el impacto de las altas temperaturas. .