Aprovecha los días de fiesta para surcar los mares de la cocina valenciana, pero también para tender puentes con otras regiones, sin necesidad alguna de quemar gasolina
VALÈNCIA. Es lunes, pero menudo lunes, ¿verdad? Ningún despertador arrancándote de entre las sábanas, todo el tiempo del mundo para leer el periódico, incluso podría decirse que el cielo parece más azul. Los valencianos celebramos el 9 d'Octubre (que es el Dia de la Comunitat) y tenemos una buena remesa de horas para procrastinar (o quizá llenar la agenda de planes apetecibles). El martes volverá la rutina, pero la semana se prevé mansa y sus días, llevaderos, con un festivo nacional de por medio y un puente para festejarlo. Son momentos de reivindicar las tradiciones más arraigadas, pero también de partir en dirección a lejanas fiestas de la cerveza, tapas traídas de remotos confines y platos de cuchara que acuñaron otras abuelas. A tiempo de acabar con un buen arroz siempre estamos.
De marido a mujer, de padre a hija, de abuela a nieto, y siempre envuelta en un pañuelo. El 9 de octubre es el Día de la Comunitat y también la festividad de Sant Dionís, el patrón de los enamorados valencianos. Con motivo de esta onomástica se regala la mocadorà, un dulce de mazapán que representa pequeñas frutas, aunque a veces también adquiere forma de piulets i tronaors. La elaboración es motivo de orgullo para las pastelerías de toda la provincia. Tanto es así que el Gremio de Maestros Confiteros y el Gremio de Panaderos entregan premios a los mejores establecimientos, atendiendo a la elaboración, pero también al escaparatismo. Si quieres hacer un regalo especial en esta fecha (y si quieres demostrar amor a alguien, deberías), algunos de los establecimientos con más prestigio son La Rosa de Jericó, Cifré Artesanos o Pastelería Aixa, entre otras. Ya hemos hablado de que es un lunes especial, así que está permitido endulzar el desayuno, la comida, la cena.
Todo lo bueno llega a su fin, y después de un puente redondo (¿verdad?), toca programar el despertador, preparar la cafetera y elegir la ropa que te pondrás mañana, porque en la oficina te espera una pila de correos electrónicos y necesitas concentrar tus esfuerzos. Por fortuna, los días laborables tienen algo bueno: el menú del día de los restaurantes. Una propuesta que hace posible comer en las mejores cocinas de València a un precio accesible, sin privarse de los entrantes, los platos principales y el (siempre tentador) postre. Vertical, el restaurante situado en la última planta de un hotel de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, y por ende el más alto de la ciudad, acaba de incorporar el Menú Express. Por 33 euros es posible disfrutar del taco de jícama, las espardenyas y el arroz passejat reposado en brasas, entre otras delicias. Para quien no lo sepa, estamos hablando de la casa del chef Jorge de Andrés, certificada con una Estrella Michelin, con su implicación para el paladar.
Oktoberfest – A partir de las 20 horas – La Boutique de la Cerveza
Si pensabas que con las recomendaciones de anteriores semanas ya podías dar por concluido el capítulo de la Oktoberfest, te equivocabas. La fiesta alemana tiene cuerda para todo el mes, especialmente en locales como La Boutique de la Cerveza, donde este miércoles organizarán un evento en honor a la bebida de la que más saben y por la que se pierden sus clientes. Cabe recordar que la tienda especializada del centro es la más veterana de la ciudad, con hasta 550 referencias en los estantes, venidas de todas partes del mundo y en permanente rotación de ejemplares. ¿Cómo no iban a seguir la estela de Múnich en esto de levantar las pintas? “Pincharemos al estilo bávaro un exclusivo barril de Augustiner Bräu Oktoberfest y podremos degustar otras cervezas del mismo tipo. Todo a precios populares hasta agotar existencias”, aseguran los organizadores. La amenaza promete, la entrada es libre y el jueves es festivo; no te lo pienses demasiado.
Enrique Medina, de Apicius, cocina los rábanos que cultiva José Vicente Siurana para crear una versión del kimchi coreano. Germán Carrizo, de Doña Petrona, realiza un snack con espuma de cerveza a partir de las mini zanahorias de Pepe Vilanova. Alejandro Platero, de Macel·lum, propone un plato de berenjena a la llama con los vegetales de Enric Navarro. Y María José Martínez, de Lienzo, ha creado una coca con mini calabacines en diferentes cocciones, traídos directamente de los campos de Juanjo Estellés. Hasta cuatro documentales registran la especial relación que existe entre productores y cocineros, como parte de la 4ª edición del Festival Turia Gastro-Urbana, que reivindica ante todo L'Horta.
¿Qué por qué debes ponerlo en tu agenda, hedonista? Porque el evento gastronómico derivará en que, del 11 al 22 de octubre, hasta 26 cocineros sirvan menús especiales en sus restaurantes. La lista de participantes puedes consultarla aquí, pero ya te advertimos de que hay opciones por toda la ciudad, y además a un precio muy interesante (entre los 20 y 25 euros). El principal vínculo es que hay un plato principal donde destaca un ingrediente cultivado en la huerta valenciana, lo que ha dado lugar al ajoarriero de garrofó, al tzatziki de berenjena ahumada, al dumpling de puchero, unas tentadoras alcachofas fritas… Y todo así.
Vuelven las Jornadas Gastronómicas del Casino Cirsa Valencia, todos los viernes por la noche, pero cada mes inspiradas en una temática diferente. En octubre nos proponen un viaje a la gastronomía de Castilla y León, que suena estupendamente para quienes no hayan podido hacer puente. Esto implica que el chef de ONE Vlc, Julio Sanchís, ha diseñado un menú de seis tapas y dos postres, que nos traslada a Ávila, Burgos, León, Salamanca, Segovia, Soria y Valladolid… pero sin moverse de Valencia. Por 25 euros se sirve la propuesta, que además incluye la bebida, la entrada y el aparcamiento.
Vale, vale, vayamos a lo importante: la comida. El itinerario incluye paradas imperdibles: una crema fría de puerro y patata al estilo Ávila, con crujiente de jamón ibérico de Salamanca; cecina de León, uvas y aceite de menta; queso curado de leche cruda de oveja de Valladolid; torrezno de Soria con salsa alioli; morcilla de Burgos con mermelada de piquillos; y cubo de cochinillo de Segovia con compota de manzana. Para terminar, mantecados de Portillo de Valladolid y tarta San Marcos de León. Todo ello maridado con los tintos Finca Resalso by Emilio Moro y Pesquera de Duero. Después de dar buena cuenta de estos platos, dejarás de envidiar a los que están de puente fuera de València.
Es la hora. El emblemático Trinquet de Pelayo, aquel que de repente un día todos volvieron a querer, el mismo que pasó a ser de titularidad pública para su reactivación, abre sus puertas con un nuevo proyecto deportivo, gastronómico y cultural. Una promesa por cumplir que aspira a revitalizar la pilota valenciana. A punto de llegar a los 150 años, volverán a disputarse encuentros de escala i corda, se intensificará el programa deportivo, se acogerán visitas de colegios y se celebrarán eventos culturales. Pero lo que aquí nos ocupa es la mesa. Con capacidad para 80 comensales, el nuevo restaurante Pelayo Gastro-Trinquet aspira a ser un referente en la ciudad. “Nuestro reto es dar una oferta gastronómica propia y de autor a un precio sostenible con clásicos como la tonyina, el abadejo o la titaina, pero en formato joven y actual”, destaca Pablo Margós, el hasta ahora chef de Las Bairetes en Chiva, que asume la ambiciosa partida. Su carta contará con tapas y bocadillos, pero también tendrán gran protagonismo las brasas y los arroces.
Arroz habrá toda la vida, y mucho más frente a la playa de València, pero el domingo 15 es el último día para disfrutar de los menús especiales que los distintos restaurantes de la Playa de las Arenas han preparado para las IV Jornadas Gastronómicas de Arroces Marineros, cita que se consolida como evento anual para locales y turistas. Organizado por la Asociación de Empresarios de Hostelería de la Playa de Las Arenas, con la colaboración de los diferentes organismos turísticos, la cita reivindica el recetario local a través de platos de a vida. Las propuestas, entre los 18 y los 38 euros, incluyen elaboraciones tan emblemáticas como la paella valenciana, el arroz a banda, el arroz del senyoret o los arroces caldosos. Nombres que forman parte de la tradición valenciana y saben mejor en la orilla del mar, escuchando el rumor de las olas, por mucho que estemos en el ecuador del mes de octubre.