VALÈNCIA (EFE/EP). La Conselleria de Agricultura ha abierto una investigación para saber si ha habido "algún tipo de negligencia" entre la detección de los primeros síntomas de reunoneumonía equina y su comunicación a las autoridades sanitarias, puesto que esta es una enfermedad de obligatoria declaración. Cabe recordar que el foco se detectó por primera vez en el Centro Escuela de Salto (CES) de Valencia, en Godella.
Así lo ha señalado en el pleno de Les Corts la consellera de Agricultura, Mireia Mollà, quien también ha precisado que, hasta el momento, en la Comunitat Valenciana han muerto seis equinos. Además, hay 109 que están separados por presentar síntomas de la enfermedad, y otros 29 permanecen aislados aunque no tienen síntomas.
Además ha indicado que, a petición de los ministros de Francia, Alemania y España, el pasado miércoles se modificó el protocolo para poder repatriar a caballos a estos dos países. De este modo, a las 5 de esta mañana, se han podido trasladar ya diez caballos franceses con un protocolo "muy estricto".
Sobre la investigación, ha indicado que se trata de un procedimiento secreto del que no puede decir más, si bien ha señalado que, aunque esta enfermedad puede ser asintomática, por las declaraciones que ya se han tomado hubo "unas fiebres no comunicadas", por lo que se quiere conocer "las responsabilidades que ha tenido todo el mundo en este proceso".
Mollà ha recordado que la Comunitat Valenciana ha vivido "el mayor brote" de las últimas décadas a nivel mundial de rinoneumonía equina, "altamente contagioso" y que ha tenido una repercusión en todo el globo, si bien es una enfermedad que no se transmite a las personas.
La consellera ha defendido que el brote está "controlado" en la Comunitat Valenciana, donde se han declarado tres explotaciones con casos positivos, y otras tres han sido inmovilizadas para que no haya reproducción del virus y esté bien localizado. Finalmente, Mollà también ha admitido que se está produciendo un retraso en las vacunas para esta enfermedad.
A principios de semana, la consellera informó de que actualmente hay 267 caballos inmovilizados en seis instalaciones de la Comunitat Valenciana, todos ellos considerados focos secundarios por contacto estrecho con los equinos directamente afectados. Por su parte, en el CES donde se originó la enfermedad todavía quedan acotados 128, después de los 10 que ya se han despachado, y otros 16 permanecen hospitalizados en el CEU San Pablo. En total son 413 los caballos que todavía se mantienen vigilados dentro del territorio valenciano.
