VALÈNCIA (VP). El consumo estimado de agua para riego en la Comunitat Valenciana de la media de los últimos tres años (2016- 2018) asciende a 4.420 m3 /hectárea, un 9,12% inferior al estimado en el trienio 2006- 2008 (4.864 m3 /hectárea), según datos de la Conselleria de Agricultura. Esta reducción del consumo está relacionada con el aumento de la superficie de regadío, ya que el porcentaje de la superficie de regadío con respecto al total de las tierras de cultivo ha pasado del 38,08% en 1985 al 51,67% en 2020.
Y es que la implantación del riego localizado o por goteo ha supuesto una modernización de la agricultura y un paso adelante para optimizar las estrategias de riego. Sin embargo, tal y como se puso de manifiesto en el webinar para acercar los retos y los avances en la investigación y la innovación en materia de optimización hídrica y su aplicación en el sector agroalimentario organizado por el Parc Científic de la Universitat de València (PCUV), es necesario implantar nuevos sistemas de aprovechamiento del agua para una mayor eficiencia en los regadíos. «El agua es uno de los principales problemas en la Comunitat Valenciana y disponemos del conocimiento y de la tecnología para abordarlo y resolverlo y ayudar a la agricultura a resolver esos problemas estructurales, abordándolo desde una perspectiva enfocada a la economía circular, la eficiencia y el tratamiento de las aguas para ser más competitivos», apuntó Andrés García Reche, vicepresidente ejecutivo de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI).
Este webinar se enmarca en el proyecto Innotransfer, una iniciativa de innovación abierta que conecta el conocimiento con los retos del tejido productivo de la Comunitat Valenciana, promovida por la Agència Valenciana de la Innovació (AVI). En concreto, este nuevo evento agroalimentario del PCUV responde al reto prioritario de la agricultura de precisión mediante tecnología de predicción y control de la producción detectada por la AVI. Y ante ese reto, los avances hacia la optimización del consumo de agua se convierten en aliados para conseguir una agricultura de precisión. «La optimización de recursos es uno de los grandes retos a los que se enfrenta el sector agroalimentario y los parques científicos y demás actores y grupos investigadores tienen que proponer nuevas soluciones innovadoras que propicien tecnologías eficientes, sostenibles y a medida del sector y que aporten ventajas competitivas», afirmó M.ª Dolores Real García, vicerrectora de Innovación y Transferencia de la Universitat de València.
A pesar de la profunda modernización del regadío todavía queda mucho por hacer, tal y como destacó Luis Bonet, jefe del servicio de Tecnología de Riego del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA). La presión sobre los recursos sigue siendo elevada y se prevé un aumento del estrés hídrico en 2030 debido al cambio climático y al crecimiento demográfico. Así, Bonet señaló que las estrategias pasan por mejorar la tecnología para adaptarla a los usuarios, aumentar el conocimiento y educar a los técnicos y agricultores en como utilizar esa tecnología e interpretar la información que se obtiene. «La próxima revolución en la agricultura será, es ya, digital, porque la digitalización es imprescindible para alcanzar las cotas de eficiencia necesarias y mejorar la productividad de la agricultura».
Proyectos innovadores en optimización de recursos
¿Qué proyectos innovadores se están desarrollando? En este webinar de Innotransfer se presentaron cuatro iniciativas que van encaminadas a optimizar el uso del agua en la agricultura de regadío y reducir el consumo de energía. Miguel Ángel Jiménez, profesor titular del departamento de Ingeniería Hidráulica e investigador del Instituto de Ingeniería del Agua y del Medio Ambiente (IIAMA) apuntó a la mejora del diseño y de la gestión de redes hidráulicas, tanto urbanas como de riego, para la optimización energética de abastecimientos y en la determinación de necesidades y de estrés hídrico de cultivos mediante la teledetección a través de los satélites, las predicciones climáticas y los sensores de planta y suelo.
La gestion y tratamiento de las aguas residuales para reducir su consumo energético y las emisiones GEI, así como para su reutilización como recurso centró la intervención de Alberto Bouzas, representante del Grupo Calagua y director del Departamento de Ingeniería Química de la Universitat de València. Bouzas también explicó el proyecto MEM4AGRI, en el que están trabajando para la aplicación de tecnologías de membrana para la reutilización agrícola de aguas tratadas bajo el Reglamento (UE) 2020/741 y los beneficios que puede aportar a la hora del alcanzar el ahorro energético y del uso de esas aguas en la fertiirigación, así como en la reducción huella carbono.
Las estrategias de riego para la minimización del consumo energético fueron expuestas por Miguel Ángel Pardo, profesor titular del Instituto Universitario del Agua y las Ciencia Ambientales, en el Departamento de Ingeniería Civil (IUACA-DIC) de la Universidad de Alicante. Además del empleo de energía solar fotovoltaica para la utilización en redes de riego y de abastecimientos urbanos, también analizó la importancia de minimizar el consumo energético según el equipo de bombeo que se utilice y el momento de riego elegido.
Por último, Juan José Alarcón, director del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CEBAS-CSIC) explicó las características de la Plataforma Tecnológica Española del Agua, una red de cooperación publico privada para el fomento de la I+D+i entre los agentes científicos tecnológicos nacionales liderada por la industria y el sector empresarial del agua. Y en concreto explicó los proyectos en los que trabaja el grupo que lidera ‘Agua en agricultura y el binomio agua-energía’, como el desarrollo de modelos que permiten simular prácticas de riego y manejo de los cultivos, y de sistemas hardware y software para la aplicación de sistemas de ayuda a la decisión en la programación del riego.
