VALÈNCIA (EP). La Conselleria de Transición Ecológica reforzará el control de las poblaciones de jabalís y arruís en cinco parques naturales para mejorar la conservación de especies amenazadas en el Marjal de Pego-Oliva (Alicante y València), El Prat de Cabanes-Torreblanca (Castelló), el Desert de les Palmes (Castelló), la Font Roja (Alicante) y la Serra de Mariola (Alicante) en una extensión de cerca de 6.200 hectáreas protegidas. El proyecto cuenta con fondos europeos y está impulsado por la Dirección General de Medio Natural.
En cuanto a los objetivos, según ha señalado la Generalitat en un comunicado, se centran en reducir la densidad de las poblaciones de jabalí y arruí, disminuir su impacto sobre otras especies amenazadas y las actividades humanas, mejorar la información disponible sobre las citadas especies, aumentar la cooperación entre usuarios y Administración y fomentar las buenas prácticas.
En los territorios sobre los que se realizará el programa se ha detectado una sobreabundancia de jabalí, muy superior al estado de normalidad, mientras que el arruí está calificado por la normativa estatal y autonómica en los espacios naturales protegidos como especie invasora con directrices de gestión encaminadas a la erradicación.
La sobreabundancia de estos animales impacta sobre especies de flora amenazada, nidos de ave o la población del conejo de monte, presa de otras especies en situación de riesgo. Los trabajos, que se realizarán mediante una encomienda al Grupo Vaersa, tienen un plazo de 24 meses y un presupuesto de 700.000 euros.
En la primera fase del proyecto se realizarán los muestreos necesarios para conocer el estado de las especies, tanto del jabalí y del arruí, como de las especies de flora y fauna cuya conservación está comprometida por la abundancia de los citados mamíferos.
Tras recabar la información, los técnicos propondrán las acciones necesarias para reducir las poblaciones de jabalí y arruí e informarán y recabarán la opinión de los colectivos implicados como ayuntamientos, cazadores, conservacionistas o agricultores. Cabe recordar que la monitorización de daños agrícolas o la captura de jabalís en cotos requieren de la autorización de sus titulares.
Asimismo, en la fase dos del proyecto se aplicarán las medidas directas e indirectas establecidas en la primera fase. Esta iniciativa, que pretende mejorar la gestión del territorio, tiene un importante componente de investigación para conocer mejor el impacto de especies cada vez más abundantes frente a otras cada vez más escasas.