VALÈNCIA. Agustín Peralt es experto en ayudar a mejorar la gestión del tiempo, transformando las formas de trabajo hacia otras más efectivas y sostenibles en el tiempo. Con su método FASE, ha formado a más de 300 líderes de empresas top en España. "Se trata de un método de organización y efectividad personal enfocado en las 4 áreas críticas de la productividad efectiva: Foco (priorizar), atención (recuperar el trabajar con atención plena), sistematización (hábitos que marcan la diferencia) y energía (que es la base de todo). Esas áreas son el acrónimo de FASE. De esta manera, el método ayuda a líderes ejecutivos a alcanzar el reto de lograr sus mejores resultados y una vida equilibrada con un control sobre el estrés y sobre su bienestar, con independencia del nivel de presión y complejidad que tenga su caso. Los llevamos por un proceso de cambio progresivo durante unos meses, si bien creando unos hábitos que lo hacen sostenible y duradero para cuando nosotros ya no estemos”, asegura Peralt.
- ¿Por qué decidiste encaminarte hacia la formación directiva?
- Tuve un momento complejo en enero 2012, al ser despedido de la empresa donde había trabajado los últimos doce años. Era un momento complicado a nivel empleo ejecutivo por lo que consideré que la formación directiva era un camino con futuro y que, además, siempre me había interesado. Había compaginado mis últimos años directivos con alguna experiencia en la formación de la cual había disfrutado mucho. Mirando hacia atrás considero que fue una buena elección y una buena forma de reinventarme. Y además me llevó a realizar el esfuerzo de sacarme el doctorado (es doctor en Administración y Dirección de Empresas). No sé si ahora sería capaz.
- ¿Cuáles son vuestros valores diferenciales?
Estamos muy especializados en un campo concreto como es la productividad personal para empresarios, directivos o profesionales con agendas y vidas laborales complejas. Por otra parte, adaptamos al máximo la metodología a las circunstancias personales, personalidad y naturaleza del trabajo de nuestros clientes. Y nos gusta ir a éxito, es decir, no finalizamos los proyectos hasta que vemos transformación en nuestros clientes. Basamos la transformación de las formas de trabajo en la eliminación de una serie de hábitos y la creación de unos nuevos hábitos, sistemáticas y rutinas que hacen que esa nueva forma de trabajo, con mucha más efectividad, sea sostenible en el tiempo. Nuestros clientes suelen salir de una vorágine de largas jornadas y vidas con elevado estrés a un modelo con mucho más equilibrio entre la vida personal y profesional; eso sí, con unas sistemáticas de trabajo que le permiten lograr más, con menos.
Por último, hemos logrado aprender no solo a lograrlo a nivel individual sino también a llevar esas transformaciones en las compañías, generando culturas con formas de trabajo mucho más efectivas. Trasformamos culturas de compañía hacia una mayor efectividad.
- El Método Fase es vuestro punto fuerte, pero no el único, ¿qué otro tipo de formación ofrecéis?
- Indirectamente, en las sesiones individuales, nos dimos cuenta que nuestros clientes siempre acababan teniendo necesidad en reforzar su liderazgo y su resiliencia individual algo que además consideramos que está íntimamente relacionado con nuestra temática. Es muy difícil ser un buen líder y además resiliente sino te organizas bien. La organización y productividad personal es la base de todo. Y tanto en la parte de Liderazgo como de Resiliencia hicimos un esfuerzo por buscar un modelo de formación que también trasforma a las personas y cambia identidades individuales desde la incorporación de una serie de hábitos y formas de trabajo diferenciales. Está todo muy correlacionado.
- En estos diez años, la empresa y tu equipo han crecido, ¿qué balance haces?
- Muy positivo la verdad. Esto empezó con algún cliente aislado que en primer lugar eran amigos cercanos y hoy, por fortuna, trabajamos con clientes por toda Europa. Jamás pensábamos que esto podría ocurrir, pero ha ocurrido.
- ¿Por qué decidiste pertenecer a Club Cámara Valencia?
- Si analizamos nuestra presencia y negocio en Valencia, tenemos que reconocer que es muy pequeña en comparación a otras capitales. Pensamos que el pertenecer al Club Cámara nos ayudará a poder a conocer mejor la realidad y necesidades del mercado de la Comunitat. Dicen que nadie es profeta en su tierra, pero si cada vez nos distanciamos más, será todavía más difícil. Y aquí en Valencia es realmente donde empezó todo.