VALÈNCIA (EP). El crecimiento de la demanda global de petróleo ha registrado una sustancial desaceleración en el último tramo de 2023 como consecuencia del impacto del menor crecimiento económico, lo que se extenderá al próximo año, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que ha revisado a la baja sus previsiones de consumo mundial para este año y el siguiente.
En su último boletín mensual de 2023, la agencia adscrita a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) advierte de que cada vez hay más pruebas de una desaceleración de la demanda de petróleo, lo que frenará el ritmo de expansión del consumo desde 2,8 millones de barriles diarios (mb/d) en el tercer trimestre a 1,9 mb/d en los tres últimos meses de 2023.
En este sentido, la AIE explica que el deterioro de las perspectivas macroeconómicas ha llevado a una revisión a la baja de su pronóstico de crecimiento del consumo mundial de petróleo de casi 400.000 barriles diarios en los últimos tres meses del año, con Europa, Rusia y Oriente Próximos como principales responsables del ajuste.
"El impacto de los tipos de interés más altos se está transmitiendo a la economía real, mientras que la actividad petroquímica se traslada cada vez más a China, socavando el crecimiento en otros lugares", apunta la agencia, que alerta de que Europa está particularmente débil en medio de la amplia crisis manufacturera e industrial del continente.
Además, según la AIE, los estándares de eficiencia más estrictos y una flota de vehículos eléctricos en expansión continúan frenando el consumo de petróleo, lo que se traduce en que el crecimiento de la demanda mundial de petróleo en 2023 se ha ajustado a la baja en 90.000 barriles diarios, hasta 2,3 mb/d, mientras que también se recorta el pronóstico para 2024, hasta un aumento de 1,1 mb/d.
Desde el lado de la oferta, la agencia destaca que el suministro récord procedente de Estados Unidos, Brasil y Guyana, y el fuerte aumento de la producción de petróleo iraní, junto con la disminución de la demanda, llevaron a algunos miembros de la OPEP+ a anunciar recortes más amplios de su producción para el primer trimestre de 2024 con el fin de evitar un aumento de inventarios.
En este sentido, señala que la mejora de la eficiencia de perforación y la productividad de los yacimientos de esquisto hicieron que el suministro de petróleo estadounidense superara los 20 mb/d en septiembre, desafiando las advertencias de la industria respecto de una inminente desaceleración del crecimiento de la oferta por la inflación de costes y las limitaciones de la capacidad de los servicios de los campos petroleros.
Como resultado, las revisiones al alza del suministro de crudo de EE. UU. para la segunda mitad de 2023 totalizarán cerca de 600.000 barriles al día y el país está en camino de lograr un aumento de la oferta de 1,4 mb/d en el conjunto de 2023, lo que representa dos tercios de la expansión de 2,2 mb/d al margen de la OPEP+.
Al mismo tiempo, la OPEP+ registrará una disminución de 400.000 barriles diarios, lo que reducirá su participación de mercado al 51% en 2023, la más baja desde la creación del bloque en 2016.
"Los fuertes recortes de suministro, asumidos en gran medida por Arabia Saudí, se han visto atenuados por la producción iraní, que ha alcanzado máximos de cinco años", apunta la AIE.