VALÈNCIA. La aerolínea valenciana Air Nostrum, que recientemente cerró un acuerdo para ser la compañía lanzadora del dirigible Airlander 10, ha propuesto crear una red de plataformas o superficies para que estas aeronaves puedan operar en territorios que carecen de aeropuertos para aviones convencionales.
La idea parte del vicepresidente de la firma, Miguel Ángel Falcón, quien durante su visita a la última edición Salón Aeronáutico de Farnborough (Reino Unido) detalló algunas de las razones que han llevado a Air Nostrum a acordar con la empresa británica Hybrid Air Vehicles (HAV) la utilización de su dirigible a partir de 2026, cuando se estima que pueda estar operativo tras las correspondientes certificaciones.
Falcón consideró que el Airlander, que reduce un 90% las emisiones de CO2 y tiene capacidad de despegue y aterrizaje en espacios reducidos, encaja dentro de su enfoque de aerolínea regional y se complementa con su flota de jets de 100 plazas para distancias más largas y turbohélices para rutas más cortas. "Volamos aviones entre 50 y 100 asientos. El Airlander 10 tiene capacidad para 100 pasajeros, por lo que encaja perfectamente", justificó el directivo.
En ese sentido, la utilización de esta clase de aeronave para aterrizar en cualquier superficie plana, incluso en el agua, puede suponer una oportunidad para operar en nuevos destinos sin aeropuerto, como por ejemplo algunos insulares, de ahí la propuesta de crear una red de destinos con superficies para este tipo de dirigibles.
En declaraciones al medio especializado Routesonline, Falcón dijo que el hecho de que la velocidad de crucero del Airlander sea de alrededor de 140 kilómetros hora no tiene por qué ser una desventaja, dado el tipo de rutas que opera Air Nostrum. "Es bastante adecuado para la distancia promedio de nuestros trayectos", aseguró. La distancia media de sus rutas ronda los 500 kilómetros, pero opera algunas de solo 200.
De ese modo, Falcón subrayó que el Airlander puede abrir "muchas oportunidades" a Air Nostrum complementarias a sus conexiones actuales, ya que podría volar a ciudades sin aeropuerto pero con puerto o posarse en plataformas más integradas en las ciudades de lo que habitualmente están los aeropuertos.
El fabricante HAV pretende que la primera aeronave pueda estar operativa, previa certificación, en 2026. A partir de ese momento, se irían entregando nuevas unidades del Air Lander 20 de forma escalonada durante los siguientes cinco años. Los socios de Air Nostrum han acordado con la empresa una operación mediante un leasing operativo de hasta 10 aeronaves.
En el momento del acuerdo, Carlos Bertomeu, presidente de Air Nostrum, destacó que Airlander 10 disminuye drásticamente la huella de carbono, un camino irrenunciable para la aviación comercial en el que la empresa valenciana está explorando todas las vías.
Al respecto, además de la operativa con dirigibles, Air Nostrum, firmaron este año un acuerdo para el desarrollo y producción de combustibles sostenibles para la aviación (SAF), a partir de materias primas circulares, además de otras alternativas energéticas, como el hidrógeno renovable y la electrificación.
Además, la aerolínea valenciana forma parte de un consorcio junto a Volotea y la empresa tecnológica Dante Aeronautical que ha presentado al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) un proyecto de electrificación de flota en el contexto del Programa de Apoyo al Transporte Sostenible y Digital financiado con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
