VALÈNCIA (EFE). Los datos de la Cátedra de Intèl·ligència Artificial i Visualització de Informació (Cátedra IA-Vis) de la Universitat de València han demostrado que, desde 2004, València ha reducido a la mitad la contaminación relacionadas con el tráfico (NO2) y mantiene en buenos niveles el ozono ambiental, perjudicial para la salud humana.
En colaboración con el Ayuntamiento de València, la Cátedra ha informado este martes también de la reducción de un tercio de las partículas PM10, que suelen estar vinculadas a actividades industriales y la agricultura.
De hecho, se ha conocido recientemente que las grandes instalaciones productivas situadas en suelo valenciano han reducido la emisión de contaminantes a la atmósfera casi un 25 % en una década y media.
El seguimiento de estos logros se pudo llevar a cabo gracias al muestreo en tiempo real de la calidad del aire en el que ha trabajado la red de vigilancia atmosférica de la Comunitat Valenciana.
Las once estaciones de contaminación atmosférica de la ciudad de València han registrado desde 2004 la evolución de diferentes partículas, entre las que están tanto los citados NO2 y PM10 como el ozono ambiental.
Según la Cátedra IA-VIS, este ozono es perjudicial para la salud humana y se produce por la interacción entre la quema de combustibles fósiles con la radiación solar. Sobre todo, aumenta en los meses de temperaturas altas e influencia solar directa más intensa.
De hecho, en los últimos años se ha constatado un aumento de este ozono perjudicial en las grandes ciudades debido a los efectos del calentamiento y es conveniente que la población vulnerable se proteja si se superan ciertos umbrales.
Aun así, los datos han demostrado que València ha mantenido unos niveles de este tipo de ozono muy por debajo de los límites críticos.
Además, en 2023 no se ha superado en "ningún momento" el umbral de información de 180 microgramos por metro cúbico acumulados en una hora.
Por este motivo, València se ha ubicado como "una urbe ejemplar" en comparación a otros grandes núcleos urbanos europeos como Madrid, donde la contaminación por ozono ha superado sesenta veces el umbral mencionado.
En el año 2004, el NO2 superaba ampliamente los niveles máximos por la Unión Europea, y casi veinte años después se sitúa por debajo con valores inferiores a dicho límite.
En lo que respecta a las partículas PM10, desde la Cátedra aseguran que "se ha mejorado" y que València se encuentra "muy por debajo" de los límites de la legislación española y cerca del objetivo recomendado por la OMS.
La Cátedra IA-Vis, dirigida por la profesora del Departamento de Informática de ETSE-UV Inmaculada Coma, ha establecido como objetivos prioritarios el uso de inteligencia artificial y tecnologías web para mejorar la relación entre la ciudadanía y el gobierno municipal.
En esta línea, la cátedra ha desarrollado una aplicación web para la visualización de información relacionada con la calidad del aire en la ciudad.
La aplicación permitirá a los usuarios monitorizar la calidad del aire en València, mostrando de forma visual valores de calidad del aire en términos cuantitativos, pero también cualitativos (buena o regular) y proporciona análisis gráficos interactivos y comprensibles.
Además, la aplicación muestra la evolución interanual de cada uno de los contaminantes, y su valor comparado con los límites de referencia establecidos por entidades internacionales y la legislación española como nocivos para la salud.
Para la citada Cátedra de la Universitat de València, la capital valenciana demuestra un "liderazgo ejemplar" en la lucha contra el cambio climático y la promoción de una sociedad más informada