VALÈNCIA (EFE). El Consell del Botànic trabaja en sus últimas semanas de gestión para hacer posible un traspaso "amable y efectivo" al próximo gobierno de PP y Vox en la Comunitat Valenciana, que sea diferente a la "espantà" del PP tras perder las elecciones en 2015, según la vicepresidenta en funciones, Aitana Mas.
Así lo ha afirmado la vicepresidenta en funciones del Consell y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Aitana Mas, en la rueda de prensa que ha ofrecido tras la reunión del pleno del Gobierno valenciano, la penúltima ordinaria, puesto que el miércoles 12, antes del debate de investidura, previsto para el día siguiente, será el último pleno de la legislatura.
"En las Consellerias estamos preparando los informes para que pueda hacerse un traspaso con toda normalidad, y los consellers que lo decidan tendrán una toma de contacto el día de incorporación de las nuevas personas para trasladarles cuestiones importantes o que es necesario que sepan con la máxima celeridad", ha explicado.
Mas ha destacado la "plena disposición" del Consell saliente para "hacer un traspaso de poderes amable y sobre todo efectivo": "No queremos que sea como el que tuvimos nosotros en 2015, que prácticamente fue inexistente".
En su Conselleria, ha detallado, se reunió hace tres semanas con el personal y les pidió que redactaran informes sobre la situación de las diferentes políticas y programas, sobre todo sobre la ejecución del presupuesto, y que estuvieran especialmente orientados a los directores generales.
"Yo entré en el Consell por primera vez en 2015, cuando fui nombrada directora general de Transparencia y no tuve la suerte de tener ni solo un documento de cómo estaba la ejecución del presupuesto que estaba en marcha", ha denunciado.
Asimismo, ha subrayado la dificultad de entrar a gestionar "cuando llegas en julio y ni tan solo tienes a todo el personal a pleno rendimiento", al coincidir con las vacaciones de verano, con lo que "es muy complicado poder coger las riendas".
En este sentido, ha destacado su "predisposición" para poder hacer ese traspaso a la persona que ocupe su puesto "con lealtad a la institución y al pueblo valenciano".
"Tenemos que tener esa vocación de servicio público también con la elegancia en los traspasos, no hacer como la 'espantà' en 2015, cuando nos vimos obligados a ser mucho menos ágiles al empezar a trabajar", ha concluido.
Preguntada sobre el cese de la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, para ocupar su puesto en la Mesa de Les Corts, ha asegurado que se ha hecho "con la normalidad con la que se suelen hacer estas cosas" y que el Pleno ha agradecido "los servicios prestados".
"Entiendo que después de los informes solicitados por parte de la consellera ha tomado la decisión y ya está", ha añadido, en referencia a los que encargó a la Abogacía de la Generalitat sobre posibles incompatibilidades entre ser consellera en funciones y diputada.
A preguntas de los periodistas sobre sus declaraciones en el último pleno, en el que apostó por "la separación de poderes", y la respuesta de Bravo, que criticó a "todos los que dan clases de Constitucional", ha afirmado: "Me preguntaron por mi opinión personal y yo la di".
Mas ha dicho entender "que cada uno tiene sus opiniones, sus valoraciones", y ha asegurado que manifestó su opinión de forma "bastante sutil" y que la despedida "ha sido totalmente normal".
"Agradecemos los servicios prestados, como no puede ser de otra manera; a cualquier persona que haya pasado por una Conselleria, que tiene vocación de servicio público, que se ha dejado la piel en la gestión hay que agradecerle ese trabajo", ha concluido.
El de este viernes ha sido el penúltimo pleno de la legislatura, que terminará con la última reunión plenaria el próximo miércoles día 12, el día anterior a la fecha prevista para el debate de investidura en Les Corts.
"Siempre hemos tenido claro que trabajaríamos hasta el último momento", ha asegurado Aitana Mas, que ha adelantado que el pleno, que se reunirá a las 11.30 horas y del que dará cuentas en rueda de prensa a las 12.30 horas, tramitará "cuestiones ordinarias" porque un gobierno en funciones "no puede llevar al pleno nada que comprometa el futuro o las decisiones políticas del nuevo gobierno".