La vicepresidenta del Consell, Aitana Mas, y la consellera saliente de Agricultura, Mireia Mollà en una rueda de prensa de septiembre. Foto: GVAVALÈNCIA. Casi siete años y medio han tenido que pasar para que se produzca una destitución de un conseller de forma directa por una "cuestión de confianza" en un gobierno del Botànic. Sucedió este martes y de forma sorpresiva: aunque las relaciones no eran buenas desde hace semanas, pocos se imaginaban que la vicepresidenta del Consell y referente de Compromís, Aitana Más, tomaría la decisión de cesar de manera fulminante a su compañera de partido y titular de Agricultura y Medio Ambiente, Mireia Mollà.
Una destitución cuyo preludio se llevó con la máxima discreción y se ejecutó con frialdad y contundencia hasta en la metodología. Apenas se habían desatado algunos rumores sobre esta posibilidad cuando un comunicado emitido desde Presidencia llegaba a las redacciones: la solicitud de Mas al jefe del Consell, Ximo Puig, para sustituir a Mollà por la secretaria autonómica de Salud Pública, Isaura Navarro.
Problemas en el paraíso: quinta crisis del Botànic II en 13 meses
De esta manera, la vicepresidenta del Consell, que llegó sin desearlo al puesto por la dimisión de Mónica Oltra, dejaba un mensaje muy claro en Compromís y, en especial, en su partido, Iniciativa: si está en el cargo es para ejercer y tomar decisiones, aunque sean a siete meses de elecciones y generando un fuerte terremoto interno en el Botànic.
¿Por qué Aitana Mas ha cesado a Mireia Mollà? El abanico de circunstancias y razones que servían este martes como justificación de la destitución es amplio, de un tamaño similar al "estupor" en la conselleria, donde se consideraba "incomprensible" la decisión de la vicepresidenta.
Así, desde el entorno de Mas se esgrimían distintos motivos, empezando por la elaboración de los presupuestos de 2023. Sobre esto, acusaban a Mollà de tratar de negociar unilateralmente las partidas de su departamento con el conseller de Hacienda, Arcadi España, algo que desmentían fuentes cercanas a la titular de Agricultura, al subrayar que todos los responsables autonómicos mantienen reuniones con Hacienda cuando llega el momento de diseñar las cuentas, algo que confirmaron también a este diario fuentes del propio departamento de Hacienda.
De la misma manera, también se esgrimió como razón las manifestaciones de días atrás de Mollà respecto al "embudo" en la instalación de parques fotovoltaicos, al considerar que había señalado a la directora general de Paisaje, Rosa Pardo, designada por Compromís. Unas acusaciones rechazadas por los colaboradores de Mollà, quienes recordaron que la consellera no mencionó a nadie en concreto en esa intervención y se limitó a exponer que la Comunitat Valenciana iba "muy por detrás" en este área, "algo que ya había dicho el propio Ximo Puig", subrayaron las citadas fuentes a este diario. "Esta una conselleria donde no hay problemas de mestizaje y donde se han hecho políticas de gestión progresistas", afirmaron desde el entorno de Mollà para apuntalar su tesis del cese "injustificado".
Según las distintas fuentes consultadas por este diario, ambas dirigentes políticas llegaron a hablar por teléfono a primera hora de la tarde en una llamada en la que Mas comunicó su decisión a Mollà, que pidió explicaciones por la misma. "No le dio ninguna justificación", aseguraron fuentes próximas a la consellera.
Los Mollà, de los padres de la criatura a ¿el fin de una era?
Con este escenario, también entra en juego el componente orgánico en la decisión de Mas. Mollà ha sido una de las referentes más importantes de Iniciativa -fue coportavoz durante siete años- y su padre, Pasqual Mollà, fue uno de los fundadores del partido tras su salida de Esquerra Unida. En los últimos tiempos, los críticos al dominio de esta facción ha crecido y algunos interpretan en la decisión de la vicepresidenta un deseo de cambio de ciclo dentro de la formación y también en Compromís.
Al margen de esto, y así lo consideraban algunos veteranos del Consell, quizá en el entorno de Mas se excedieron en las explicaciones: Compromís la aupó como vicepresidenta y es lícito -guste o no- que pueda simplemente ejecutar el cese por una mera "cuestión de confianza". O como se suele decir en el fútbol: "Cuando el entrenador te pone de titular no le preguntas por qué lo hace, así que tampoco le preguntas el porqué cuando te cambia". Habrá que esperar a ver el alcance de la decisión de Mas y si genera o no una revuelta en Iniciativa.
En la otra orilla, el nombramiento de la secretaria autonómica de Salud Pública, Isaura Navarro, en el puesto de Mollà supone el aterrizaje de otra dirigente que ayudó a construir Iniciativa. Tras una importante trayectoria parlamentaria, esta abogada se incorporó a la cartera de Sanidad en 2019 como referente de Compromís en este departamento.
Navarro ha atravesado una legislatura complicada como responsable de Salud Pública: el estallido de la pandemia y la convivencia no siempre fácil con el PSPV-PSOE dentro de la conselleria, han sido algunos de los hándicap a los que se ha enfrentado en estos casi tres años y medio en el puesto. Finalmente, tras fases con menos protagonismo en Iniciativa, en el pasado congreso del partido fue incluida en la Ejecutiva y, ahora, se le ha encomendado la misión de conducir la gestión autonómica en materias tan delicadas como Agricultura y Medio Ambiente.
