VALÈNCIA. El grupo inmobiliario Alain Consultores ha decidido entrar en el mercado de los chalés de lujo en las principales urbanizaciones ‘prime’ de València como Campolivar, Santa Bárbara y Monasterios ante la creciente demanda de sus clientes. De hecho, en los solo dos meses que lleva abierto este nuevo departamento se han cerrado tres operaciones de venta.
La consultora valenciana, con oficinas en València y Madrid, lleva diez años en el sector inmobiliario y desde entonces no ha parado de crecer. Fue en plena crisis cuando sus socios fundadores decidieron ‘independizarse’ de la firma catalana Ferran y abrir su propia consultoría. “Decidimos que o lo hacíamos ahora o nunca y nos fue muy bien. Hemos ido creciendo. Éramos cinco empleado y ahora somos más de veinte”, explica en una entrevista con Valencia Plaza el socio y director del Departamento de Residencial de la consultoría inmobiliaria, Francisco Santacreu.
La firma de Alain Tabernero inicia ahora esta nueva andadura en un mercado que hasta febrero no habían abarcado impulsados por la fuerte demanda que han recibido tanto de compradores como vendedores. “El mercado de chalés no lo habíamos abordado hasta ahora porque estábamos centrados en las viviendas de segunda mano en València, especialmente en el centro, pero tanto compradores como vendedores nos lo estaban demandando y pensamos que ahora era el momento”, indica Santacreu.
Las tres ventas cerradas fueron por valores que rondan entre el millón y los dos millones de euros. Se trata de residencias de un mínimo de 1.000 metros cuadrados de parcela, de los que 400 metros cuadrados son para la vivienda. Y es que, según explica, Santacreu, en el mercado de lujo los clientes “saben lo que quieren y son ellos los que te dicen las características que buscan”, una situación diferente al inmueble de segunda mano en el que la gente “quiere ver muchos pisos y luego decide”.
Aunque estas primeras ventas han sido a extranjeros, también hay demanda de nacionales, subraya. De hecho, actualmente cuentan con una veintena de chalés a la venta y cinco personas en plantilla, aunque en ambos casos no descartan crecer con el tiempo. “Si en dos meses, uno de los cuales estábamos empezando, hemos cerrado tres operaciones, las perspectivas son buenas”, afirma.
Respecto a la situación del sector inmobiliario residencial en València, Santacreu destaca que en los últimos años la gente se ha animado a comprar, especialmente vivienda de segunda mano y locales comerciales. “La crisis hizo que saliera producto inmobiliario y oportunidades de locales comerciales en las zonas ‘prime’ que de otra forma no hubiera salido nunca. Las aprovechamos nosotros como intermediarios, pero también los propietarios porque los precios bajaron mucho”, explica.
Ahora, remarca, tras años de caídas, los precios “se han estabilizado” y están “en un punto muerto” porque “suben poco”. Y es que aunque algunos informes que apuntan a un repunte significativo en el precio de la vivienda, Santacreu puntualiza que "una cosa es el precio de venta y otra el precio por el que se cierran de verdad las operaciones". "Cualquier persona que compra un producto inmobiliario no paga el precio que se le pide, sino que suele bajarlo un 10%”, explica.
Lo que sí ha cambiado significativamente es el perfil de los compradores. Mientras que durante la crisis era la clase con mayor poder adquisitivo la que llevaba a cabo las operaciones de compraventa, en los últimos años se ha producido un crecimiento de la clase media, que ahora también aspira a vivir en el centro de València, principalmente en las calles de Jorge Juan, Colón o La Paz. También, destaca la fuerte demanda en Ciscar, Conde Altea o Salamanca.
En cambio, barrios como Russafa o El Cabanyal han experimentado grandes transformaciones que han provocado que la gente joven o recién casados, sus inquilinos tradicionales, ya no puedan optar a una residencia en estas zonas. En este sentido, Santacreu explica que la demanda aquí se ha disparado y ha provocado incrementos importantes en el precio de hasta un 30% más.
Asimismo, los extranjeros eligen València para comprar residencia porque "quieren una propiedad en la ciudad" o bien para vivir o a modo de inversión. ¿Sus zonas favoritas? Desde la calle de la Paz a Gran vía Marqués del Turia. El año pasado, los clientes de Alain fueron un 40% nacionales, otro 40% locales, y un 20% internacionales.
Sobre los alquileres, el director de residencial de Alain lo tiene claro: "en España no hay mentalidad de alquilar". Aunque admite que para muchos es una buena opción, considera que la mayoría de los españoles prefieren comprar un inmueble porque a largo plazo se puede revalorizar. Y es como dice su filosofía: "la mejor inversión es un inmueble".
"En València, además, somos más de comprar que alquilar. Tenemos mucho la mentalidad de comprar, comprar, y comprar y alquila quien, en ese momento, no puede comprar", apostilla. De hecho, en el pasado año, las principales operaciones de Alain fueron un 15% en alquiler y el 85% de venta, una tendencia que en este primer trimestre del año "se ha mantenido".
De cara al futuro, Santacreu tiene "buenas" perspectivas para el sector y rechaza una nueva burbuja inmobiliaria porque "los precios de hoy en día están un 40% más bajos que durante el 'boom'", subraya, para incidir en que en el corto plazo no cree que pueda producirse una situación de este tipo y apuntar que la compra seguirá siendo la operación preferida en residencial para los valencianos.