CASTELLÓ. Una antigua aldea en pleno Maestrazgo, la visión creativa y la apuesta por el mundo rural de Ignacio Errando Mariscal hicieron que Aldearoqueta se convirtiera en algo más que un hotel con encanto en los altos de Culla. Cada antigua casa convertida en una suite, un remanso de tranquilidad, donde no hay ni teléfono ni televisión. Este complejo abrió sus puertas en agosto de 2006 tras un proceso de restauración de más de tres años y ahora, la empresa que lo gestiona (Aldearoqueta Cooperativa Valenciana) ha presentado un plan de liquidación.
Según el administrador concursal de la sociedad, el abogado Javier González, la intención principal del plan de liquidación que han presentado implica la venta de la unidad productiva. Es por ello que por el momento el hotel se mantiene abierto "y estamos seguros que así seguirá, pero bajo otras manos", asegura González. Según explica el administrador ya les han llegado ofertas de potenciales compradores interesados aunque todavía no se ha materializado ninguna operación.
Aldearoqueta era un proyecto muy personal de Nacho Errando para el que contó con el sello de otros miembros de la familia, como su hermano el artista Xavier Mariscal, que se encargó del logotipo, de las inscripciones en las puertas de las suites y del diseño de algunos muebles. De hecho, Aldearoqueta acogió reuniones familiares en Navidad donde se reunían los más de sesenta Errando-Mariscal, una estirpe de artistas en disciplinas tan dispares como el diseño, la moda, la producción audiovisual o la música.
Nacho Errando era el alma máter de Aldearoqueta, fue presidente del Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional y un gran impulsor del turismo rural y de la agricultura ecológica, uno de los principios que le llevaron a impulsar y gestionar este hotel en Culla. Además de esta faceta, Errando fundó en los años 70 la editorial de cómics alternativa Els Tebeus del Cingle y fue un referente para la escena del cómic underground valenciana y del cine independiente. Su fallecimiento repentino en 2019, sumado a la pandemia y al sobrendeudamiento de la empresa, ha provocado que finalmente se haya procedido a liquidar la compañía y buscar un comprador.
Aldearoqueta es un conjunto de masías rehabilitadas en el valle de la Serra d’Engarcerán y se compone de 18 suites con zona de estar, baño y terraza propia. Un entorno pensado para la relajación y el descanso que busca recrear la vida en un pueblo, donde los huéspedes pueden "darse un baño a la luz de la luna, hacer un picnic o disfrutar simplemente del paisaje", como reza el eslogan de su web. También cuenta con un restaurante que ofrece desayuno y cena a base de platos elaborados con pescado fresco de la lonja de Vinaròs, carne de Vilafranca, verduras y frutas de las huertas locales y, en su temporada, carne de caza o setas de la zona. El hotel también cuenta con un espacio multiusos y en su plaza central acoge boda y eventos.
