CASTELLÓ (EP). Los dos bomberos que resultaron heridos en el incendio de Bejís están ya dados de alta y el agente aragonés herido también evoluciona favorablemente. Sin embargo, preocupa el estado de una de las pasajeras del tren, una mujer de 62 años que está grave e ingresada en el Hospital la Fe de València por quemaduras.
Así lo ha indicado el president de la Generalitat, Ximo Puig, según los datos que le ha trasladado el conseller de Sanidad, Miguel Mínguez. Respecto al incidente del tren, Puig ha indicado que la investigación está en manos de Renfe pero que "parece ser que la conductora actuó de manera correcta y preventiva" y que al ver el humo, tomó la decisión de volver a Caudiel.
El president ha indicado no obstante que hubo "algún tipo de actuación por parte de algunos viajeros" que habrá que dilucidar y ha señalado que la policía judicial actuará en consecuencia.
Actualmente permanecen ingresadas en La Fe cinco personas por quemaduras: una mujer de 62 años en estado grave, una mujer de 15 años con pronóstico moderado, una mujer de 43 años con pronóstico grave que ha sido trasladada desde el Hospital Clínico de València, una mujer de 24 años con pronóstico grave trasladada desde el Hospital de Sagunt y un varón de 48 años con pronostico moderado trasladado también desde el Hospital de Sagunt.
Además, en el Hospital Clínic de València está ingresada una mujer de 30 años con fractura de tobillo. Asimismo, han sido dados de alta un varón de 56 años en el Hospital de Sagunt y un niño de 4 años en el Hospital Clínico.
El conseller Miguel Mínguez ha visitado este miércoles el Hospital La Fe de València para conocer el estado de las personas herida en el incidente ferroviario a causa del incendio forestal en Bejís.
Al parecer, los pasajeros se produjeron las quemaduras al saltar del tren cuando este iba a revertir la marcha al encontrarse de frente las llamas, según ha informado Renfe y también vecinos en redes sociales. El tren, que había partido de València, cubre la ruta València Nord-Zaragoza-Miraflores y ha tenido que parar y retroceder hasta la estación de Caudiel, donde ha quedado estacionado.
A primera hora de este miércoles, las dos ubicaciones más virulentas de este incendio estaban en la zona del Ragudo y la de Sacañet y Canales. Esta prevista la incorporación progresiva de nueve medios aéreos de la Comunitat Valenciana, que ha solicitado un refuerzo al Gobierno y a otras autonomías.
Pasadas las dos de la madrugada, el puesto de mando avanzado (PMA) propuso la evacuación preventiva de la localidad castellonense de Sacañet por un cambio en la dirección del viento en la zona afectada por las llamas.
Además, durante la noche se desplazaron alrededor de 80 vecinos de zonas afectadas al municipio de Alcublas, donde Cruz Roja ha instalado un albergue provisional en el polideportivo municipal. Sin embargo, la mayoría vuelven a sus primeras residencias porque pocas necesitan albergue, precisa el 112.
La tarde anterior, la dirección del incendio forestal de Bejís planteó un cambio "absoluto" en la estrategia para combatir el fuego, que continúa avanzando sin control, ante las complicaciones provocadas por el viento. Las próximas horas serán "muy complicadas", se pueden producir más desalojos, aunque por el momento "no se plantean".
"No podemos hacer nada más, lo único es intentar concentrarnos en proteger a las personas", ha expresado a los medios el president de la Generalitat, Ximo Puig, que visitó este martes el puesto de mando avanzado que se ha trasladado al municipio de Viver. El incendio declarado a media tarde de este lunes ha obligado también a evacuar de forma preventiva los municipios de Teresa, Torás y el propio Bejís. En total, más de 1.000 personas han sido desalojadas y dos bomberos han resultado heridos durante los trabajos de extinción.
Ante el avance de las llamas y tras evaluar la situación, el equipo de dirección del incendio planteó anoche un cambio "absoluto" en la estrategia para afrontar "el horizonte más próximo", basada en una "jerarquización de actuaciones: primero, las personas y los bomberos". "No podemos tener más desgracias en este momento", ha afirmado el jefe del Consell, que ha insistido: "Proteger a las personas es la máxima prioridad".
Puig indicó también que, en base a las previsiones, los técnicos preveían que de cara al miércoles podría haber "un cambio en la situación meteorológica" con una mejora de la misma, "pero tenemos horas muy difíciles por delante", ha recalcado.
En cualquier caso, pidió "máxima prudencia" a la población y que siguieran "lo que dicen las autoridades", ha hecho un llamamiento a "mantener la calma" pese a que el actual es un momento "muy difícil" y ha alabado el "gran esfuerzo" de los equipos de bomberos.