La séptima edición del encuentro que organiza Asun Noales mediante su compañía OtraDanza empareja a las dos ciudades para demostrar que juntas consiguen crear mejores coreografías culturales
ALICANTE.- «Si no estás un poco loco en esta vida, no emprendes cosas nuevas», empieza contando Asun Noales. La bailarina y coreógrafa lo estuvo hace siete años cuando decidió crear Abril en danza, un festival dedicado a la creación contemporánea del baile en su ciudad, Elche.
En 2011 la crisis golpeaba fuerte todos los sectores de la economía y, en particular, al espectáculo. Ella, con su compañía OtraDanza, no se arredró y lanzó un pequeño encuentro con el que festejar el 29 de abril, el día de la danza. «Un festival que nació sin ninguna pretensión, simplemente por darla a conocer y acercarla a su jornada», recuerda de aquellos inicios. Desde el principio existía una voluntad clara, la de sacar a la danza a la calle.
Noales y sus bailarines se sienten cómodos en esta sesión de moda en la que demuestran que cualquier espacio se puede aprovechar para crear con el cuerpo. Las hermanas Diana y Saray Huertas, además de Salva Rocher, acompañan a Noales por espacios emblemáticos de las dos grandes ciudades de la provincia. Espacios como el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante o las murallas del palacio de Altamira en Elche ya los habían bailado en anteriores ocasiones. En esta, lo hacen como modelos.
La coreógrafa cree en la fuerza de sacar sus piezas y las de otros creadores a la vista de cualquier público. Por eso arrancó a principios de mes su cita en ambas ciudades junto a otras compañías con las que conquistar al público.
«La locura mueve el mundo —insiste— y los proyectos que nacen de superar el reto de algo inalcanzable me ponen mucho para tirar adelante». Uno de ellos era conseguir que trabajaran conjuntamente estas dos ciudades, que «han estado muy separadas porque a nivel político estaban a años luz y creo que los cambios han hecho que se hermanen». Gobernadas en esta legislatura municipal por dos alcaldes socialistas con la suma de diferentes partidos de izquierda, empezaron a colaborar hace dos años para que el festival diera el salto municipal. «La locura, y lo difícil, será cuando haya otros cambios políticos que no los unan tanto seguir manteniéndolos unidos», reconoce.
Quizá por ello el lema elegido para presentar las propuestas de este año es puentes, el máximo símbolo de conexión. Ella puntualiza que el concepto es global y también se refiere a los lazos que tender entre públicos distintos o el de los creadores con los espectadores.
(Lea el artículo completo en el número de abril de la revista Plaza Alicante)