VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València busca convertir el polígono Vara de Quart en un distrito innovador. Una "operación de regeneración y de reciclaje urbano" que pasará por dar incentivos a los propietarios de los suelos del distrito para su reconversión, poniendo la mirada en cuatro grandes sectores productivos que, tras un estudio, se consideran ventajosos para la ciudad: el sector de la agroalimentación, las industrias culturales, la energía y la economía digital 4.0.
Así lo ha explicado el ingeniero Miquel Barceló, redactor de la estrategia impulsada por el Ayuntamiento, tras elaborar un análisis estadísticos con 27.800 empresas, estudios universitarios y del sector de la innovación, y un trabajo de campo con 46 expertos. Además, también se han estudiado otras experiencias de éxito similares en ciudades de todo el mundo como Badalona, con el distrito innovador 22@, o San José (Costa Rica), y otros proyectos de los mencionados sectores en Países Bajos, Portugal, Reino Unido o Dinamarca.
El polígono, un espacio desarrollado durante los años sesenta del siglo pasado como una zona industrial próxima a la ciudad, ha ido perdiendo vigor en las últimas décadas y ganando aislamiento en una zona con poca conectividad en transporte público. En total, 60 hectáreas que ahora la administración busca reconvertir en un proceso a largo plazo, según Barceló, y que tiene como elemento fundamental el cambio de las normas urbanísticas. El ingeniero aseguró que en cinco años podría estar en marcha.
La modificación del planeamiento es en lo que se va a poner a trabajar la concejalía de Urbanismo, que dirige Sandra Gómez, para aprobar los nuevos parámetros urbanísticos en un plazo de un año. Estos cambios van a ser esenciales para atraer a los inversores: se cambiarán las calles, se inyectará edificabilidad en las parcelas y se cambiarán los usos para que, a partir de esos nuevos planos, los inversores vayan llegando con proyectos que se adapten a la estrategia planteada para la zona. Según Gómez, ya se han interesado empresas importantes.
Uno de los aspectos a tener en cuenta, y que señalan especialmente en el sector de la innovación para un buen desarrollo de la zona, es el de la movilidad. En ese sentido, y constatadas las malas conexiones del distrito con otros barrios de la ciudad, todavía no hay nada claro: Barceló subrayó que se deberá hacer un proyecto de movilidad que aclare qué necesidades concretas deberán atenderse. También se crearán zonas verdes -no existen en la actualidad-.
Por otro lado, Barceló explicó que la zona se desarrollará con los estándares del urbanismo contemporáneo, más alejado del zoning del siglo XX -áreas bien diferenciadas según sus usos-, y basado en áreas de usos mixtos para favorecer lo que el urbanismo francés ha acuñado como urbanismo de 15 minutos, donde el lugar de trabajo y los servicios esenciales estén al alcance de los vecinos independientemente de donde vivan.
Por eso, además de ser un distrito centrado en la economía del conocimiento, también incluirá usos residenciales, que abarcarán cerca del 30% del distrito. En ese sentido, el ingeniero resaltó que se tratará de vivienda de renta libre, pero también de vivienda pública y dotacional. Y la idea es dar cabida también en este barrio a nuevos modelos de residencialidad como el coliving, teniendo en cuenta que la intención es atraer talento exterior y fijarlo en la zona.
La estrategia asegura que la ciudad de València "reúne las condiciones de partida para ser una ciudad creativa y del conocimiento", y uno de los factores clave es la base de conocimiento que ya existe en la ciudad: desde la Universitat Politècnica y la Universitat de València, hasta el Parque Tecnológico de Paterna o la red de institutos tecnológicos REDIT, pasando por los centros del CSIC y el polo innovador que se está generando en la Marina de València, además de otros organismos de impulso como la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI).
En ese sentido, otro de las palancas que hay que activar es la creación de "mecanismos de conexión" entre este mundo del conocimiento que ya existe en la ciudad y "la innovación de las empresas". Por eso, y para trabajar también en la integración social del proyecto, se plantea una relación estrecha de empresas y agentes del sector con los institutos del los barrios colindantes para vincular su formación con los sectores en desarrollo en Vara de Quart, así como la creación de un laboratorio ciudadano "de la creatividad".
Al final, el ingeniero resaltó la importancia de la colaboración público-privada en la puesta en marcha de un proyecto de este calibre, y recordó que "no vamos a tener resultados inmediatos", pero sí a largo plazo. Estimó que en dos décadas el sector de Vara de Quart podría estar reconvertido a la nueva economía, pero que en los primeros cinco años se irá viendo ya esta transformación.
Gómez aseveró que el polo innovador es "una apuesta para que las grandes empresas se localicen, apuesten e inviertan en nuestra ciudad". "Hemos querido darle la vuelta al polígono Vara de Quart para que se convierta en el distrito de la innovación y en la mayor operación de regeneración y de reciclaje urbano que vivirá nuestra ciudad", resaltó.
Y al hilo, expuso que la idea es que el espacio, además de contar con una "mezcla de espacios" -industria, comercios, viviendas, dotaciones- aloje "el gran reto de las grandes bolsas de terreno para que grandes empresas se localicen, apuesten e inviertan en nuestra ciudad".