VALÈNCIA (VP). Almirall ha puesto en marcha una innovadora instalación fotovoltaica, situada en su planta química de Sant Celoni (Barcelona), que pretende ahorrar un 16% en el consumo de energía eléctrica de dicho centro industrial. Esta iniciativa forma parte de su política basada en promover el uso de energías renovables a fin de reducir las emisiones de dióxido de carbono que permita un planeta más sostenible y mejor para las generaciones futuras.
La instalación de esta planta solar, fruto de los esfuerzos de Almirall en crear un modelo de eficiencia energética mediante proyectos innovadores, constituye un importante precedente en la lucha contra el cambio climático. La huerta solar es la primera de España conectada directamente a una planta de producción, lo que permite un mejor aprovechamiento de la energía y evita pérdidas ocasionadas por el traslado. Toda la energía producida por esta instalación fotovoltaica será aprovechada y consumida de manera instantánea por la planta química de Sant Celoni, lo que supone un abastecimiento de un 16% de sus necesidades eléctricas.
El principio de funcionamiento de esta planta, instalada directamente sobre terreno, es la transformación de radiación solar en energía eléctrica. Su potencia es de 300 kW, permitiendo generar unos 459.600 kWh al año de energía limpia para autoconsumo. Esta medida evita emitir a la atmósfera 141 toneladas de dióxido de carbono, una cifra equivalente a la que absorbe un bosque de 14.100 árboles en un año.
Víctor Molina, Director de Facility Management en Almirall, ha destacado que "alcanzar nuestros objetivos es tan importante para Almirall como el modo en que lo hacemos. Por eso, nuestro compromiso con la sociedad va más allá de ofrecer soluciones científicas a nuestros pacientes. Se basa también en desarrollar un modelo de eficiencia energética mediante una política medioambiental propia que garantice el uso responsable de los recursos”.
Esta iniciativa se enmarca dentro del Energy Master Plan de Almirall, que apunta a impulsar la generación y uso de energías sostenibles. Con este nuevo hito, la compañía cumple además con su objetivo de mejorar su desempeño energético conforme a la norma ISO 50001:2011 y que fue implantada a partir de 2012 y certificada en 2013, en todos sus centros españoles, donde tienen contratados los suministros energéticos bajo la modalidad de “Energía Verde”.
Con la apertura de la planta solar de Sant Celoni, Almirall refuerza su estrategia orientada a poner en marcha medidas continuadas para hacer más sostenibles los procesos de producción y reducir el impacto ambiental en todas las áreas operacionales. Los esfuerzos en esta materia se extienden a lo largo de todo el ciclo de vida del producto: desde su diseño en I+D y fabricación, abarcando también la adquisición de las materias primas y el proceso de desecho de residuos.
Desde el año 2012, Almirall ha logrado reducir un 19% en el total de su consumo de electricidad y gas. Esto ha sido posible gracias a las acciones llevadas a cabo en el marco del desarrollo de 134 proyectos de eficiencia energética que tienen como objetivo minimizar los efectos del cambio climático. “Impulsar las energías renovables en todos nuestros centros es nuestro principal objetivo. Cuidamos de las personas, por eso, estamos comprometidos a buscar soluciones de eficiencia energética para contribuir en la construcción de un entorno más sostenible”, ha explicado Victor Molina.
El modelo de eficiencia energética de Almirall se basa en la búsqueda iterativa de proyectos y de nuevas tecnologías que han sido aplicadas progresivamente, de acuerdo a las necesidades de cada uno de los centros. De esta manera, la compañía ha logrado implementar innovadoras tecnologías como la levitación magnética y la humectación por nebulización de agua por alta compresión, que permiten reducir el consumo energético en compresores de equipos de frío y en los sistemas de vaporación por resistencias y/o electrolisis tradicionales, respectivamente.