El alquiler en València, calle a calle: los precios suben más de un 50% en 26 barrios desde 2015

VALÈNCIA. Más de veinticinco barrios de la ciudad de València, entre los que figuran el Pla del Remei, el Carme, Russafa, la Malva-rosa, Natzaret o el Cabanyal, han experimentado un aumento en el precio de los alquileres de más del 50% en menos de una década, mientras que en el conjunto de la capital valenciana los precios han crecido alrededor de un 47%, según se extrae de los datos que la Oficina de Estadística del Ayuntamiento de València ha actualizado esta semana a partir del índice del alquiler de vivienda elaborado por el Ministerio del ramo. Esta situación provoca, de este modo, que en los puntos más caros de la ciudad los precios medianos no bajen siquiera de los mil euros mensuales, y que cada vez sea más complicado encontrar áreas donde los costes se sitúen de forma habitual por debajo de los 500 euros al mes.

En este sentido, los alquileres más elevados se concentran, como es de esperar, en áreas donde las rentas son también muy altas, como sucede en los barrios de Penya-roja y el Pla del Remei además de en distintos puntos de los distritos de Ciutat Vella y l’Eixample. No obstante, el grupo de viviendas arrendadas más caras, aunque no el metro cuadrado más costoso, habría que buscarlo en Jaume Roig (el Pla del Real), y concretamente en dos manzanas delimitadas por la avenida del Botánico Cavanilles y la propia calle de Jaume Roig. Así lo arrojan los datos del Ministerio, que ofrece hasta 2022 el precio del alquiler mediano de cada sección censal, es decir, el coste del inmueble que, una vez ordenados todos los arrendamientos en cada área de menor a mayor valor, se encuentra justo en la mitad.

Sin embargo, el incremento de los precios de los alquileres es transversal a toda la capital valenciana y también a su área metropolitana. No existe un solo barrio de València que no haya experimentado al menos una subida del 30% desde 2015, y tanto algunos de los distritos de mayor nivel económico como varias de las áreas más modestas de la ciudad han experimentado crecimientos más que reseñables. En la Punta (Quatre Carreres), por ejemplo, el alquiler mediano costaba en 2015 menos de 400 euros mensuales y siete años después esos mismos precios se situaban cerca de los 690 euros, a la vez que en el Carme, una de las zonas más céntricas, se ha pasado de los poco más de 400 euros a más de 620, con un incremento del 55%.

En otro de los barrios de moda en València desde hace ya muchos años, como es Russafa (l’Eixample), los alquileres se han encarecido igualmente un 54%, mientras que en Natzaret y el Cabanyal, en el distrito de Poblats Marítims, los precios se han disparado un 60% y un 59,6% respectivamente, hasta los 416 euros en el primer caso y casi los 550 euros en el segundo. Además, entre las áreas donde el alquiler mediano ha crecido por encima de la media de la ciudad se encuentran igualmente puntos de Poblats del Sud (la Torre), Extramurs (la Roqueta), la Saïdia (Morvedre) o Algirós (Ciutat Jardí).

Lejos del centro de València, es posible encontrar igualmente precios muy altos en distintos puntos de los barrios más alejados al oeste de la ciudad, y en concreto a ambos lados de la Avenida de las Cortes Valencianas, donde varias secciones censales con alquileres medianos que llegan a alcanzar los 850 euros mensuales se cuelan entre las treinta más exclusivas de la capital de la Comunitat Valenciana. Una realidad que contrasta con la que es posible hallar un par de calles más allá, en pleno barrio de Benicalap, donde el coste del alquiler cae hasta situarse incluso por debajo de los 390 euros al mes. Del mismo modo, también en Natzaret se concentran precios muy modestos, de en torno a 350 euros en algunas calles, que distan mucho de los 700 euros que se arrojan en la Punta, a muy poca distancia de allí, y a los más de 900 euros que se dan con frecuencia en Penya-roja.

Del mismo modo, en los límites de la ciudad al norte se agrupan muchas secciones censales con alquileres medios muy bajos para el promedio de València, como ocurre en el distrito de Rascanya o en los Pobles del Nord, aunque los precios suelen ubicarse en cualquier caso de forma habitual por encima ya de los 400 euros al mes. Solo en Carpesa y en algunas manzanas de Orriols, y en concreto las que quedan delimitadas por las calles San Juan Bosco y Padre Viñas, el coste mediano de las viviendas arrendadas baja de esa cifra mensual.

Área metropolitana  

Por su parte, y mientras que en 2015 los municipios que contaban de media con los alquileres más caros del área metropolitana de València no superaban en ningún caso los 465 euros al mes, en 2022, y según los datos recién actualizados del Ministerio de Vivienda, incluso se rebasan los 600 euros en Alboraia. Mientras, en otras poblaciones como en Paterna o Rocafort el coste mediano de la vivienda arrendada está más allá de los 500 euros, a la vez que Alfara del Patriarca es el municipio donde más se han incrementado los precios con una subida de más del 65% en siete años.

Así pues, la escalada de precios que se aprecia en la capital de la Comunitat Valenciana también alcanza a las localidades de su entorno, donde se paga al mes, en función del municipio, entre 84 euros y 219 euros mensuales más por el alquiler que en 2015. En este sentido, los precios más contenidos habría que buscarlos en Alcàsser, Quart de Poblet, Silla, Picassent o Xirivella, pero incluso allí ya no es tan habitual como antaño encontrar viviendas alquiladas por menos de 400 euros. Aun así, bien es cierto que, pese a estos incrementos, en la gran mayoría de estas poblaciones el coste del alquiler ha subido, de media y en términos relativos, menos que en València.