VALÈNCIA. El Hotel Feria vuelve a estar en el mercado. Altamira, gestora inmobiliaria participada por Banco Santander, busca comprador para el inmueble ubicado frente a Feria Valencia, que desde el cierre del establecimiento hotelero en 2006 ha permanecido cerrado. En estos doce años, el edificio ha tenido varios propietarios con diferentes proyectos, desde su reapertura como establecimiento hotelero hasta su reconversión en complejo residencial, pero ninguno de ellos llegó a materializarse.
Ahora que la reactivación inmobiliaria se consolida en València, los movimientos en el mercado alcanzan también a sus pedanías. Según confirman a Valencia Plaza la gestora inmobiliaria del Santander, el proceso de venta el edificio, ubicado justo enfrente de Feria Valencia en el barrio de Benimàmet, permanece abierto.
Según apuntan fuentes del mercado, el traspaso podría materializarse en breve al haber sobre la mesa tres ofertas por el activo. Dos de ellas son de gestores hoteleros que incluso ya se han dirigido al Ayuntamiento de València para confirmar que el inmueble podría reabrirse como hotel. La tercera corresponde a una empresa que estaría interesada en reconvertirlo en un bloque de apartamentos turísticos.
El último cambio de propietario se produjo a principios de 2017, cuando Banco Santander adquirió el edificio a Sando Inmobiliaria por un importe no desvelado por las partes. El grupo promotor llevaba varios años tratando de colocar el edificio que en su momento albergó un hotel de 140 habitaciones distribuidas en 17 plantas. La edificabilidad total del inmueble alcanza los 11.500 metros cuadrados.
Desde su construcción en la década de los 80, el edificio funcionó como bloque de apartamentos. En 1996 fue reconvertido en un hotel gestionado bajo la enseña de Fiesta Hoteles, empresa propiedad del Grupo Empresas Matutes (GEM).
Cuando el grupo controlado por el empresario balear Abel Matutes decidió reorientar su actividad para centrarse en la explotación de establecimientos urbanos bajo la marca Ayre –como el Hotel Astoria de València– el Hotel Feria fue traspasado a la promotora inmobiliaria Agofer por 19 millones de euros, pero el exceso de oferta y el descenso de la actividad económica inducida por Feria Valencia abocaron el establecimiento al cierre en 2006.
El activo pasó al balance de Sando cuando en abril de 2007, a las puertas del estallido de la burbuja inmobiliaria, la firma malagueña compró el cien por cien de Agofer por 220 millones de euros, lo que le permitió situarse como una de las diez mayores constructoras del país.
Tras estudiar posibilidades para el inmueble heredado con la adquisición de Agofer, Sando llegó a tramitar en 2009 la licencia municipal de obras para la reconversión del edificio en un complejo de viviendas y oficinas, tras obtener previamente el visto bueno para el cambio del uso terciario por el residencial.
Pero la profundidad de la crisis y la consecuente caída de visitantes y actividad que registró Feria Valencia desde 2009 impidieron que este proyecto se llevase a cabo y condenó al edificio a quedar en desuso durante más de una década.
Durante todos esos años, los visitantes que se acercaban al recinto ferial se habían acostumbrado ya a la imagen del edificio abandonado y cubierto con una inmensa lona verde de Sando anunciado su venta.
Ahora, justo cuando el recinto ferial va camino de cerrar su tercer ejercicio consecutivo con resultados positivos de explotación, el edificio que albergó el Hotel Feria ha despertado de nuevo el interés de los inversores.