MADRID (EP). El consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez, ha reiterado que el veto a los dividendos eleva "innecesariamente" el coste de capital de los bancos, por lo que ve recomendable que se retire, y ha descartado estar "en absoluto" preocupado por que la entidad resultante de la fusión entre CaixaBank y Bankia adelante al Santander por tamaño.
Así lo ha puesto de manifiesto durante su intervención en el XI Encuentro del Sector Financiero organizado por KPMG y Expansión, donde ha resaltado la importancia de reducir el coste de capital de los bancos en este momento. Para ello, una de las vías es darles la libertad de pagar dividendos "si sus resultados le permiten hacerlo y cumpliendo con todas las regulaciones de capital existentes".
En su opinión, la recomendación del Banco Central Europeo (BCE) de que las entidades financieras no paguen dividendo en efectivo hasta, al menos, enero de 2021, "eleva innecesariamente el coste de capital de los bancos". "Los bancos han más que duplicado su stock de capital, pero es muy importante el flujo, que viene de la rentabilidad, de la perspectiva hacia el futuro y de la confianza que se genere. El dividendo es parte intrínseca de esto", ha defendido.
El consejero delegado del Santander ha sostenido que "es muy recomendable" que se elimine el veto al dividendo "para permitir que, si los bancos tuviesen que acceder en el futuro al mercado de capitales por capital pudieran hacerlo".
"Ahora los niveles de dilución hacen esto casi inviable o poco recomendable, probablemente tendrías que reducir los activos de riesgo, a lo que un accionista me diría, reduce los activos de riesgo pero no emitas capital. Y eso para la economía sería un mal indicio", ha advertido.
Por otro lado, Álvarez ha descartado estar preocupado por el hecho de que la entidad resultante de la fusión entre CaixaBank y Bankia vaya a robar al Santander su liderazgo como mayor entidad en España.
"El tamaño no me preocupa absolutamente nada. Me preocuparía si tuviéramos una cuota del mercado por debajo del 10%, pero con una cuota cercana al 20%, la escala no te puede preocupar", ha asegurado.
El directivo también ha descartado que el Santander tenga interés en participar en la nueva oleada de consolidación bancaria en España: "No estamos interesados y no miramos nada", ha asegurado Álvarez, quien también ha afirmado que la compra de Banco Popular "ha dado los resultados esperados", al permitir al grupo crecer en el segmento de pymes.
Por otra parte, Álvarez también ha explicado que la desaparición de la cuenta 1,2,3 de Banco Santander responde a que el producto ya cumplió con su objetivo, que era incrementar la vinculación de los clientes, y que ahora se lanza otro producto (la cuenta Santander One) con el mismo objetivo.
Respecto a la salida de Rodrigo Echenique del consejo de administración en diciembre, ha dicho que se trata de algo que el consejero "había pedido hace tiempo" y que "no debe llamar la atención", al tiempo que ha avanzado que tendrá un sustituto, pues estatutariamente no se ha planteado reducir el número de consejeros del Santander.
El consejero delegado de Banco Santander también ha asegurado que la diversificación geográfica "juega a favor" de las entidades, pese a que los supervisores han constatado que en la crisis actual "puede que no sea tan positiva".
"Yo creo que la diversificación juega a favor, no es lo mismo que una economía caiga a doble dígito que al 4%-5%, tenemos países donde la inversión crediticia crece y otros donde no. En este momento, la diversificación juega de forma positiva", ha defendido.
De cara al cuarto trimestre del año, Álvarez prevé que evolucione de forma parecida al tercero, pues el ahorro ha crecido pero que las familias utilicen o no su capacidad de compra dependerá de la confianza, que en el cuarto trimestre "estará, razonablemente, en los niveles actuales".
Respecto a la tasa de morosidad, el consejero delegado de Santander ha señalado que no se va a ver de momento, debido a que las familias no han empeorado su calidad crediticia gracias a la política de rentas de los gobiernos (en España, por los ERTE), y por los créditos avalados a empresas, que les han provisto de liquidez y financiación.