III Foro de Innovación Educativa organizado por Caxton Collage 

Álvaro Pascual-Leone: "Un cerebro sano es esencial para la salud general y el bienestar"

19/02/2019 - 

VALÈNCIA. Es esencial mantener la salud cerebral a lo largo de toda la vida. Eso significa que no solo hay que cuidar las enfermedades neurológicas y psiquiátricas, aunque es una estrategia necesaria, sino también supone entender que la vida humana debe ser considerada como un proceso continuo de desarrollo, en el cual ciertas capacidades se ganan y otras se van perdiendo. Y un cerebro sano se puede conseguir cambiando algunos aspectos de nuestro estilo de vida y siendo conscientes de la importancia que tiene mantener una buena salud mental. “Aunque suene a perogrullo, hay que ser consciente de que se puede cuidar la salud mental, igual que cuidas tu salud física, la inteligencia o la memoria. Pero la medicina preventiva parece que se olvidó de la psiquiatría y la neurología. Y sin embargo, una de cada cuatro personas sufre una discapacidad a lo largo de su vida a causa de enfermedades neurológicas o psiquiátricas. Es la primera causa del mundo de discapacidad”, afirma el doctor Álvaro Pascual-Leone, profesor de Neurología en la Escuela de Medicina de Harvard. 

El doctor Pascual-Leone ha intervenido en el III Foro de Innovación Educativa, que organiza Caxton College, con una conferencia titulada “El Reto de Educar un Cerebro Sano, desde la Infancia hasta la Vejez”. Este foro educativo se distingue por anticipar, analizar y difundir las propuestas de expertos, de primer nivel mundial, relacionadas con las innovaciones educativas que dinamizan el mundo de la enseñanza. En esta edición, Pascual-Leone ha señalado que el enfoque en promover salud cerebral representa un cambio de paradigma, y requiere un replanteamiento desde salud pública, políticas sanitarias, educación, y los hábitos y estilos de vida de cada persona.

Este neurologo valenciano está considerado como una de las mentes más influyentes del mundo científico y uno de los 15 mejores investigadores de neurociencias del mundo, según Thompson Reuters y ha recibido varios premios y galardones internacionales, entre ellos el Premio Ramón y Cajal en Neurociencia (España), el Premio Norman Geschwind en Neurología Comportamental de la Academia Estadounidense de Neurología, el Premio de Investigación Friedrich Wilhelm Bessel de la Fundación Alexander von Humboldt (Alemania) y el Premio Jean-Louis Signoret de la Fundación Ipsen (Francia). 

-¿Por qué es importante cuidar la salud mental?

-Al mantener la salud cerebral a lo largo de toda la vida, hacemos al cerebro más resistente a los cambios o enfermedades que puedan aparecer. No se trata de mantener un cerebro joven, sino de conseguir tener un cerebro vibrante y optimizado para la edad que tengamos. La salud mental se puede cuidar cambiando o controlando cosas de nuestro estilo de vida. No todo es genética. Hay cosas identificables que cambiándolas, te ayudarán a estar mejor.

 

-¿Cuáles son esos aspectos?

-Nosotros hemos definido siete pilares. El primero es cuidarse físicamente, porque cuando mejor esté tu cuerpo, mejor estará tu cerebro. Eso incluye evitar sustancias nocivas, no tomar medicaciones que no te hacen falta, hacerse chequeos periódicos, entre otras cosas. El segundo pilar es la nutrición. No sabemos bien qué comer ni cuánto. En España contamos con la dieta mediterránea, pero no tenemos cuidado con las cantidades y además la estamos dejando de lado. El tercer aspecto es el sueño adecuado. El cuerpo necesita dormir lo suficiente (7-8 horas) y que sea un sueño sin interrupciones.

El ejercicio físico es el cuarto pilar. Somos muy poco activos y la poca actividad que realizamos no es la óptima para el cerebro. Andar 15-20 minutos al día es bueno para el corazón, pero para tu cerebro, para fomentar conexiones específicas y aumentar el número de neuronas nuevas, hay que esforzarse un poco más, con un ejercicio más intenso.  El quinto pilar es el ejercicio cognitivo. No estamos hablando de hacer crucigramas o sudoku, sino en proponerse retos en cosas que no haces normalmente, que te diviertan y que te obliguen a poner un esfuerzo y vayas a mejorar. Hay que salir de la zona de confort.

A estos pilares se unen dos que son los más importantes, porque son las que median el efecto de las demás, la nutrición es buena, el ejercicio físico y cognitivo son buenos en tanto y cuanto potencian las relaciones sociales y el plan vital. Las relaciones sociales significa estar proyectado en otros y tener su apoyo y ser el apoyo para alguien. Y el plan vital es el motivo por el que te levantas por la mañana, es una aspiración, una ilusión, es aquello que a uno le motiva en la lucha y le mantiene en marcha. Puede ser tu trabajo, tu familia, tu religión y puede ir cambiando en la vida, pero tiene que ser algo que te trascienda y que reporte satisfacción en conseguirlo.

En su conferencia afirma que los trastornos de ansiedad, depresión y salud mental representan una carga creciente para jóvenes y adolescentes. Llama la atención el aumento de los trastornos mentales en jóvenes y niños, ¿a qué es debido?

Existe todo un debate sobre las causas de ese aumento. Algunos defienden que es porque se diagnostica mejor. Psiquiatras infantiles, médicos pediatras y los padres son más conscientes de estos temas y en la actualidad se pueden detectar mejor trastornos que siempre han estado ahí. 

 

Pero esta no es la única razón. También es importante tener en cuenta que los cambios que se han producido en la sociedad, como en la tecnología o en la forma de interactuar, pueden dar lugar a estas patologías. Por ejemplo, los casos de autismo han tenido un repunte muy importante, en parte porque se diagnostican mejor pero también sabemos que un cerebro con exceso de plasticidad como es el de los autistas, al vivir en sociedades con muchos estímulos se puede bloquear. En muchos casos se debe a que no somos capaces de sobrellevar adecuadamente el contexto en el que vivimos.

A todo ello se suma que hay un aumento de la medicalización. Hay niños que son más ansiosos, otros más hiperactivos, algunos son más parados, o más lentos o maduran más tarde o son más listos. Eso es lo normal. Pero con frecuencia queremos que nuestros hijos sean perfectos, que no tengan problemas y recurrimos a buscar una medicación que les cure de algo que a lo mejor solo requiere atención y tiempo. Porque no tenemos tiempo. El apoyo familiar y de los profesores que existía antes para sobrellevar una situación complicada no se da en esta sociedad tan caótica y rápida y se buscan alternativas en los medicamentos. Y hay que ayudarles a aceptar los límites de cada uno, saber que unos triunfan y otros no y que no pasa nada. 

-Si no se tratan esos trastornos mentales, ¿cómo puede afectar a su vida adulta?

Hay que prestar atención a estos trastornos, porque independientemente de si son severos o no, todo tiene su impacto en el desarrollo de esa persona. Siempre hay que pensar en el impacto en el sistema nervioso, que puede ser positivo o negativo. Y no solo prestarle atención, sino también saber cómo establecer un diagnóstico, cómo transmitirlo y como se va apoyar a esa persona, que papel van a jugar los padres y educadores y crear unas pautas individualizadas y adecuadas a la edad. Y para ello no solo hace falta que todos vayan en el mismo equipo, también existe un nivel de responsabilidad de la sociedad y de la política, para establecer una liberalización curricular, que se adapte a la vivencia de cada uno. 

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