Que equivocados estaban aquellos que hablaban del fin de la historia y la perpetuación del mundo liberal
Se acaban de cumplir los treinta años de la publicación del artículo “¿El fin de la historia?” que dio lugar a uno de los best seller del momento, y guía casi espiritual para algunos, titulado “El fin de la historia y el último hombre”, obra ambos del norteamericano Francis Fukuyama, y como habrán comprobado, si han seguido esta columna, para mi que iba un poco despistado, pues su mesianismo neoliberal, creo que bienintencionado, le anulaba el espíritu crítico, y hoy vamos a ver un claro ejemplo de ello con lo que ocurre en América.
Y mucho antes de Fukuyama, Parménides de Elea, afirmaba ya que todo permanece nada cambia, aunque casi inmediatamente su coetáneo y oxímoron, Heráclito de Efeso, enunció lo contrario, nada permanece todo cambia, para ya en un época contemporánea alcanzarse el culmen del duelo entre lo permanente y lo cambiante con el gatopardismo, y esa escena cinematográfica con "si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie".
Por eso lo que esta ocurriendo en el nuevo mundo es muy curioso, para algunos que afirmaban el exilio de la izquierda y del populismo-indigenista del continente y el triunfo de los postulados neoliberales, estas pasadas semanas estarán siendo muy duras, fíjense las siguientes crisis, revueltas, y giros a la siniestra que están teniendo lugar.
Este giro a la izquierda lo inicio ya al final del año pasado México, pues el 1 de diciembre Andrés Manuel López Obrador, alias AMLO, asumió el cargo de presidente, en un momento en que parecía inevitable su colisión con Donald Trump (por la gran diferencia entre los personajes) y que finalmente no se produjo. Además la relación no ha sido tan negativa, a pesar del mito del muro que iban a pagar los mejicanos, finalmente de hecho el presidente mexicano está haciendo el trabajo sucio de perseguir a los inmigrantes centroamericanos para que no alcancen suelo norteamericano. El gran debe de su gestión es el nivel insoportable de narco violencia, una ratio de casi 100 muertes al día en este 2019, por lo que la fragilidad del Estado de Derecho es evidente.
Por su parte al inicio de octubre, el presidente de Perú, Martín Vizcarra, ante el bloqueo de su Parlamento, en manos de una mayoría contraria a él, fundamentalmente fujimoristas y miembros de la derecha, y en aplicación del artículo 134 de su Constitución lo disolvía, en una acción que recuerda un poco (por lo menos para los foráneos) al autogolpe de Alberto Fujimori de 1992, pues también en esta ocasión ha contado con el respaldo de los Cuerpos Policiales y Fuerzas Armadas.
Por otra parte en Ecuador, su presidente Lenín Moreno decretaba casi a mitad de mes el "toque de queda" y la intervención del Ejercito en el distrito metropolitano de la capital Quito, como consecuencia de las protestas por la subida de los carburantes. Este incremento ha sido a resultas del fin de los subsidios al combustible, por el acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional FMI al inicio del mes, y que afecta directamente al transporte, por lo que los grupos indígenas, fundamentalmente, se han movilizado.
Además tenemos las revueltas y el toque de queda también en Santiago de Chile, que duran ya más de una semana, con una cifra de muertos que supera la docena, y que está siendo la peor en las últimas décadas. Esta se produjo tras el anuncio del presidente Sebastián Piñera de la subida del precio del Metro (como ven cierto paralelismo con Ecuador), que ha sido el detonante de un gran malestar social provocado por las grandes desigualdades que se están incrementando en ese país, y que ha hecho retroceder a Piñera en sus intenciones, empujándole a tomar una serie de medidas sociales.
También, y no me quiero extender mucho, pero el resultado de las elecciones en Bolivia están poniéndose en duda, y el presidente Evo Morales, parece que se está bunkerizando, en un pulso contra la calle.
Y finalmente está Argentina, que este domingo 27 de octubre, parece según las encuestas..., que el populismo peronista va a volver a gobernar ese gran país, a caballo del kirchnerismo y de su candidato Matías Lammens, por lo que parece que vuelven malos tiempos para los inversionistas extranjeros en ese país, como es Air Nostrum.
Como ven todo un giro a la inestabilidad en el continente americano, y que cuando ocurre en un par de casos puede ser casualidad, si hay un tercero es demasiada, pero cuando se encadenan sucesivos episodios y países, ya no es casualidad, hay que buscar la causalidad, que ademas de los condicionantes económicos, como las crisis que sufren los mas desfavorecidos, y la amenaza de proletarizarse de la clase media, hay ciertas voluntades que puedan estar detrás.
De hecho para algunos observadores especialistas de ese continente, esa intencionalidad y voluntariedad de cambios y revueltas, la han visto en el izquierdista Grupo de Puebla, que parece buscar ser un contrapeso (como el Foro de Sao Paulo) a la más pro USA, OEA en apoyo al tándem marxista bolivariano de Cuba-Venezuela. Y que por cierto, está de enhorabuena pues Venezuela ha logrado ser miembro del Consejo de los Derechos Humanos de la ONU; vivir para ver.