VALÈNCIA. El acuerdo para la ampliación de terrazas entre el Ayuntamiento de València, la Federación Empresarial de Hostelería Valenciana (FEHV) y la Federación de Vecinos ha acabado en los tribunales. La asociación vecinal Amics del Carme ha presentado un recurso contencioso-administrativo contra la resolución del Ayuntamiento para facilitar la ampliación de las terrazas e incluso su ubicación bajo las aceras en la ciudad del Túria.
El escrito de la asociación, presentado en los juzgados el pasado mes de julio, busca a la postre que se anule la decisión del gobierno municipal y en concreto de la concejalía de Actividades, dirigida por Lucía Beamud, para ampliar las terrazas hasta el 50% como medida excepcional para paliar el impacto económico de la crisis sanitaria en la hostelería y la restauración.
El juzgado de lo contencioso-administrativo número 10 de Valencia admitió a trámite el recuso a finales del mes de septiembre, en un decreto al que ha tenido acceso este diario y en el que solicita al Ayuntamiento el expediente que corresponde a la resolución de ampliación de terrazas. Más tarde se formalizará la demanda y el juez deberá dirimir el conflicto.
La resolución ahora impugnada permite ampliar las terrazas hasta un máximo del 50% cada una, pero de manera que el aforo resultante final crezca en menor medida que la superficie. Además, debe existir como mínimo dos metros de distancia entre las mesas o grupos de mesas, los toldos fijos existentes no podrán cerrar más de dos lados y la zona ampliada no podrá disponer de toldo ni de elementos generadores de frío o calor. Además, mantiene la restricción para ocupar espacio público al lado de un Bien de Interés Cultural (BIC), así como otras ubicaciones no permitidas ya en la normativa municipal del ramo.
Por otro lado, la concejalía permite realizar las ampliaciones en calles residenciales -con la señal correspondiente-, las llamadas zonas 30 y las vías de un único carril por sentido -sin tener en cuenta carriles bus, taxi o bici-. Eso en términos generales, pero hay condiciones específicas en función del entorno de la terraza en cuestión.
A juicio de Amics del Carme, dicho acuerdo "resultaba insuficiente e incompatible con la nueva normalidad a la que aspiramos". Así, son múltiples los inconvenientes que ve la asociación sobre aquello aprobado, que supone "dar carta blanca a la hostelería para que se adueñe de la calle", además de, insisten, incumplir la legislación de accesibilidad y la distancia mínima personal de seguridad.
La propuesta planteada por la asociación es un acuerdo "más amplio sobre el uso del espacio público" y que no "hablara sólo de terrazas", teniendo como "referencia prioritaria el uso ciudadano del espacio público". En este sentido, explican en Amics del Carme que mantener una distancia física de seguridad "no es igual a mantener la distancia social, aunque por diferentes motivos y de forma arbitraria hoy se confundan con frecuencia ambos términos".
Señalan los miembros de la asociación que actualmente sólo hay "iniciativas fragmentadas, dispersa y desequilibradas y con un orden de prioridades confuso y solapado". De ahí que se pida "un claro orden de prioridades", fijando en el centro al viandante y las actividades cívicas relacionadas con la educación y la cultura, para seguir con el transporte público y la logística urbana, el ocio y el comercio, y por último el transporte motorizado.
A la postre, se deberían tener en cuenta, opinan, los derechos de paso para los viandantes, los horarios de apertura de parques e instalaciones al aire libre, la polivalencia de uso de los espacios según franjas horarias, así como las celebraciones de actividades y eventos en la vía pública. Y a ello se suma, para Amics del Carme, la necesidad de "reforzar la información y señalética sobre los nuevos usos sociales, aforos en determinadas actividades, así como la adaptación del mobiliario".