Lagarde trata de enfriar las expectativas del mercado al asegurar que no están en consonancia con el análisis de la autoridad monetaria que preside
MADRID (EP). El Banco Central Europeo (BCE) ha reafirmado en su reunión de este jueves el compromiso de la institución con una postura acomodaticia en su política monetaria sin que el repunte de la inflación de momento haya hecho mella en la posición 'dovish' de la entidad en contraste con el giro anunciado hacia mayores restricciones por parte de otros grandes bancos centrales. "El BCE reiteró que no tiene prisa por subir los tipos de interés", ha señalado el estratega de mercados globales de la plataforma de inversión en multiactivos eToro, Ben Laidler, para quien la posición de la entidad presidida por Christine Lagarde es un apoyo "clave" para la recuperación económica y el fuerte repunte de los beneficios empresariales.
Sin embargo, el experto advierte de que el 'guardián del euro' está cada vez "más en desacuerdo con otros bancos centrales mundiales y con los mercados financieros" ante la expectativa de que la Reserva Federal de EE.UU. comience a endurecer su política la próxima semana, reduciendo sus compras de bonos, y de que el Banco de Inglaterra suba los tipos de interés en breve por primera vez en más de tres años. De este modo, aunque los mercados financieros europeos prevén que el BCE suba los tipos el año que viene, el compromiso de tipos bajos durante más tiempo expresado por Lagarde, "incluso cuando sus homólogos y los mercados se han vuelto más halcones", proporciona un importante seguro para la recuperación económica europea.
En este sentido, Pietro Baffico, economista de abrdn, señala que el BCE gana algo de tiempo para evaluar la situación y el impacto de la inflación en su próxima reunión de diciembre, cuando se conocerán las nuevas previsiones económicas de la institución. No obstante, advierte de que, aunque es poco probable que el BCE se desvíe de su actual discurso de que los recientes repuntes de precios son temporales, el riesgo de presión inflacionista "está erosionando la confianza de los inversores", que ahora esperan ansiosos la reunión de diciembre, en la que también se reevaluará el futuro de los programas de compras de activos.
"Seguimos pensando que el BCE se mantendrá en una posición 'dovish' entre los principales bancos centrales, lo que debería contribuir a apoyar los precios de los activos de la zona euro", anticipa Baffico. De su lado, Konstantin Veit, gestor de carteras de PIMCO, coincide en destacar el compromiso del BCE de mantener una política monetaria persistentemente acomodaticia, a pesar de que el mercado adelantara para el próximo verano la primera subida de los tipos de interés en la zona euro para abordar la subida de las presiones inflacionistas.
En este sentido, señala que, a de la intervención de Lagarde tratando de enfriar las expectativas del mercado al asegurar que no están en consonancia con el análisis del BCE, las apuestas del mercado no han variado sustancialmente tras la reunión de este jueves lo que "probablemente indica que los mercados cuestionan la determinación del BCE y el compromiso de éste con la nueva estrategia de política monetaria. En diciembre esperamos que el BCE anuncie el fin del PEPP, que indique un total de compras netas de activos muy por encima de la actual tasa de ejecución del APP durante el segundo trimestre del próximo año, que mantenga la reevaluación trimestral de las cantidades de compra y que anuncie operaciones adicionales de refinanciación a largo plazo con objetivo", añade.