VALÈNCIA. Los antihistamínicos, benzodiazepinas, diuréticos o antidepresivos son algunos de los medicamentos que pueden favorecer la aparición de golpes de calor, según han informado expertos del Servicio de NeuroRehabilitación de Hospitales Vithas Nisa.
En condiciones normales el sistema termorregulador mantiene la temperatura central entre 37,2 y 37,6 grados y el hipotálamo toma medidas correctoras conduciendo la sangre al exterior para disipar el calor. Sin embargo, en algunas situaciones, como las que se están viviendo estos días en España, y en personas con características fisiológicas especiales, pueden dar lugar a disfunciones termorreguladoras.
"El excesivo calor gasta las reservas energéticas del organismo lo que provoca una depresión del hipotálamo, en donde reside el centro termorregulador, el sudor disminuye y el cuerpo pierde su habilidad para disipar el calor. A altas temperaturas las proteínas empiezan a desnaturalizarse produciéndose una necrosis de los tejidos, disfunción y fallo orgánico", ha explicado la experta del citado servicio médico, Eva Albors.
La habilidad del organismo para regular la temperatura central depende de varios factores: temperatura ambiente, la aclimatación, la humedad, el viento, la vestimenta, las condiciones médicas de partida y la medicación. En este sentido, la experta ha alertado de que fármacos como alfaadrenérgicos, anticolinégicos, batabloqueantes, bloqueadores de los canales de calcio o neurolépticos también pueden propiciar los golpes de calor.
Asimismo, existen varias enfermedades que pueden causarla como el alcoholismo, anorexia, patología cardiaca, fibrosis quística, deshidratación, diabetes insípida, fiebre, desórdenes alimentarios, gastroenteritis, hipocalcemia, obesidad, privación del sueño, quemaduras solares, disfunción de las glándulas sudoríparas, hipertensión no controlada, alteración de la función del tiroides y un largo etcétera.
Por todo ello, los especialistas del Servicio de NeuroRehabilitación de Hospitales Vithas Nisa han subrayado la importancia de prehidratarse generosamente con líquidos y evitar las bebidas alcohólicas, café, té, cola o muy azucaradas; beber líquidos antes de tener sed; no hacer ejercicios en horas centrales del día, sobre todo si son intensas; tratar las condiciones prexistentes; vestir ropas adecuadas con el ambiente; y usar sombrero, calzado fresco, cómodo y que transpire.
Del mismo modo, es importante consultar temperaturas y humedades previstas; aclimatarse durante un periodo de dos semanas para hacer ejercicio con calor; permanecer en lugares frescos, a la sombra y, si es posible, pasar dos horas en algún lugar climatizado; tomar una ducha o baño fresco; bajar las persianas evitando que el sol entre directamente; no abrir las ventanas cuando la temperatura exterior sea alta; evitar el uso de maquinas que puedan producir calor en horas calurosas; y comer de forma ligera y con alimentos que repongan las sales perdidas por el sudor.
El Micof, en colaboración con la Dirección General de Farmacia, recomiendan que la ciudadanía no done medicamentos porque puede ser contraproducente para la salud.