Juan Broseta, presidente de Apabankval. Foto: APABANKVALVALÈNCIA. La sentencia del caso Costa Bellver conocida este viernes, en el que han salido absueltos todos los acusados de Bancaja, Banco de Valencia y Fomento Urbano de Castellón (Fucsa), no ha sentado nada bien a los integrantes de la Asociación de Pequeños Accionistas del Banco de Valencia (Apabankval), que presentó la querella inicial en febrero de 2012, hace casi diez años.
Según su presidente, Juan Broseta, "hay una incongruencia en todo", porque los directivos juzgados han acordado abonar una indemnización y, según Broseta, "cuando se paga se acaba admitiendo la culpabilidad sobre el perjuicio económico causado".
Concretamente, al inicio del juicio oral, el ex consejero delegado del banco de Valencia Domingo Parra se conformó con los hechos de la acusación Pública y aportó cien mil euros a cuenta de las indemnizaciones pertinentes. Por su parte, los cinco hermanos Calabuig Gimeno, -"aunque Eugenio Calabuig negó cualquier irregularidad en la operación", según Broseta- llegaban a un acuerdo extrajudicial para compensar económicamente al FROB. CaixaBank acabó retirando también las acciones civiles y penales contra los cinco empresarios. En esta ocasión, se abonaron 7 millones de euros, según Juan Broseta.
Según Broseta, esos pactos "justifican su participación" en los hechos denunciados, algo que no ha considerado el magistrado del Juzgado Central número 1 de la Audiencia Nacional, José Manuel Fernández-Prieto. "Si se tenían por inocentes, ¿por qué pagan 100.000 euros uno y 7 millones el otro?", se preguntaba este viernes Broseta mediante un comunicado. Y añadía: "El pago de esas cantidades supone el reconocimiento del perjuicio que hubo para el Banco de Valencia y para Bancaja. Esperamos que haya condenas y que se les devuelva el dinero que les pertenece a las entidades públicas y privadas pertinentes y se obtenga una satisfacción moral para los pequeños accionistas, que nada pudieron hacer ante el fraude al que fueron sometidos".
La operación inmobiliaria de Costa Bellver provocó, según Apabankval, "pérdidas millonarias al Banco de Valencia", que luego tuvo que ser rescatado con dinero público y vendido a CaixaBank por un euro. Los beneficiarios de dicha operación fueron los hermanos Calabuig, que compartían la propiedad de Aguas de Valencia con el Banco de Valencia a través de Agval, la sociedad que compró parte de Costa Bellver a los Calabuig. El juez considera probados todos los hechos excepto que la operación causara un perjuicio, sobre lo que no tiene una evidencia clara ni cuantificada, por lo que decide absolver por el principio in dubio pro reo.
En el banquillo se sentaron los exdirectivos de Banco de Valencia Domingo Parra y de Bancaja Aurelio Izquierdo; los hermanos Eugenio, Enrique, Celia, Mercedes y Pedro Calabuig Gimeno, propietarios de Fucsa y del grupo Global Omnium –constituido a partir de Aguas de Valencia–; el ex consejero delegado de Bancaja Habitat José Cortina y el directivo de Bancaja Manuel Setién.
Apabankval, que aglutina alrededor de 500 afectados y que estuvo en el juicio como acusación, se mostró este viernes a través de un comunicado "confiada en que los tribunales hagan justicia" sobre esta operación que su presidente, Juan Broseta, considera "rocambolesca" y espera que permita resarcir a estas personas afectadas "que lo perdieron todo y que son los auténticos damnificados de la caída del banco".
Apabankval, representada en el juicio por el abogado Diego Muñoz-Cobo, estudia ahora si presenta un recurso contra la sentencia de la Audiencia Nacional.
