MADRID. Los máximos alcanzados en el año 2000 (descontados los dividendos) se han convertido en una importante resistencia de largo plazo en el valor, es decir, en los 14 euros.
Si bien es cierto, que en varias ocasiones ha vuelto a esos niveles -como en 2007 y recientemente en 2015-, lo cierto es que la cotización encuentra serias dificultades en esos niveles. Por tanto la estructura de largo plazo, estamos hablando a día de hoy de 15 años desde los citados máximos, mantiene un desarrollo lateral.
Pese a ello, observamos como los mínimos de 2002 no han vuelto a ser alcanzados en este periodo, pasando por la crisis financiera de 2008, así como por la nuestra particular hasta 2012. Hablando siempre del largo plazo podríamos afirmar que el precio ha ido perdiendo sensibilidad frente a las fluctuaciones propias del mercado, y por ello su comportamiento relativo también ha ido ganando momento, cabe recordar que los 14 euros de Telefónica representarían los 16.000 puntos del Ibex 35.
En este ejercicio, el precio ha intentado salir de ese lateral, pero de momento ha fracasado. El movimiento correctivo posterior ajusta un 50% Fibo del proceso alcista 2012-2015, por lo que en términos proporcionales, la tendencia de medio plazo mantiene normalidad correctiva. Recordamos que aunque el proceso es lateral, los rangos de fluctuación en términos porcentuales ofrecen una rentabilidad por riesgo bastante óptima, por lo que el posicionamiento en caídas se mantiene como una buena estrategia.
En el corto plazo, por encima de 10,50 euros todavía cabe la posibilidad de ir a buscar otra vez los 14 euros en los próximos meses y quién sabe si quizá superarlos. Parece en cualquier caso que para ello necesitaremos de algún detonante de carácter fundamental. ¿Puede ser ese detonante la adaptación a las nuevas tendencias de consumo por las que atraviesa el sector? Demasiado pronto para cerrar la pregunta.
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Óscar Germade es analista de BNP Paribas Personal Investors
